Esta entrada está inspirada en el magnífico trabajo de Maite Zubiaurre, "
Culturas del erotismo en España. 1898-1939"
y gran parte de las imágenes están extraídas del increíble banco de
imágenes disponible en su web asociada
http://sicalipsis.humnet.ucla.edu/
LA ESPAÑA DE PRINCIPIOS DEL XX
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La España de principios de siglo XX
es una de las épocas más interesantes de su historia, marcada por el
esplendor de una generación, la del 98, que veía como impotencia como el
país se sumergía en una crisis moral, social y política... de ahí
surgieron nombres como Unamuno, Machado, Alberti...
Pero este principio de siglo vienen marcado por un fenómeno que
cambiará para siempre la
cultura del entretenimiento: el poder de la
imagen; al calor de los inventos surgidos tras la II Revolución
Industrial se va a desarrollar nuevas formas de consumo de ocio que se
popularizarán rápidamente tras la I Guerra Mundial, especialmente entre
las clases urbanas: el cine, la prensa, la radio, los semanarios, la
publicidad...
Madrid y Barcelona pronto
imitaron las modas y las nuevas formas de ocio que florecían en los
locales de Berlín, París o Londres, entrando de lleno la sociedad
española en la modernidad europea. Por lo que desde muy pronto, las principales avenidas de estas ciudades se llenaron de
salones de variedades,
cabarets y
music-halls.
Estas
nuevas formas de ocio levantarán pasiones entre un público cada vez más
aficionado a abarrotar este tipo de espectáculos, donde
los números de las artistas se volvían cada vez más picantes, acompañados de bailes sensuales, canciones eróticas y vestidos con transparencias; todo ello, al son de cuplés, tangos y los
nuevos ritmos que llegan desde el otro lado del atlántico como el jazz, el fox-trot o el charlestón.
Y entre todas estas novedades el
cine se alzaba como una nueva y poderosa industria del entretenimiento, y como ya vimos en
este post, el cine porno también empezó a popularizarse en nuestro país, con películas producidas y financiadas por el mismo rey Alfonso XIII.
Iglesia, Dictadura y Monarquía
Esta
nueva cultura se alzaba como una atrayente alternativa a la religión,
por lo que la
Iglesia siempre se posicionó en contra de estas formas de
ocio, ya que ponía en peligro su monopolio cultural y social que había
aglutinado a lo largo de los siglos.
Además en España se vivía la
curiosa contradicción de estar bajo una
dictadura militar
(1923-1930), de corte
monárquico y de carácter conservador y católico, aunque como vemos,
bastante permisiva en lo social, por lo que muchas veces se ha llamado a
la
dictadura de
Primo de Rivera como "dictablanda".
Aunque esto no significa que no existiese la
censura,
en 1917, un periódico valenciano recoge la noticia del cierre del
teatro Princesa durante 6 meses y con una multa de 500 pesetas ante las
"excesivas procacidades exhibidas" durante la actuación de dos de sus
vedettes. Esta censura se endureció con la llegada de la dictadura de
Primo de Rivera, ya que a pesar de que este tipo de espectáculos
siguieron en funcionamiento, sus contenidos se aligeraron un poco.
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Postal erótica. |
El nacimiento de los mitos eróticos
Esta época es también la de los nacimientos de los grandes mitos eróticos, donde las más famosas actrices de
Hollywood empezaron a convertirse en auténticos iconos mundiales como Gloria Swanson o Greta Garbo
, y
donde nuestras
cupletistas y
vedettes más famosas como
Raquel Meller, La Bella Chelito, La Goya, Olimpia d'Avigni o
Carmen Miranda acaparaban portadas de magazines y revistas, rodeadas de
grandes lujos y disfrutando de los caros regalos de sus admiradores.
Admiradores entre los que se incluían los
principales personajes del país, desde el rey Alfonso XIII hasta el
dictador Primo de Rivera, que también coquetearon con estas artistas y eran clientes
habituales de estos espectáculos nocturnos.
Se
vivía en un ambiente de cierta relajación moral y libertinaje, con el auge de nuevas ideologías como el
feminismo y el
naturalismo, donde la
exhibición del cuerpo desnudo dejará de ser un tabú. Además la
prostitución y la
drogas se convierten en algo habitual en el ambiente
nocturno de las grandes ciudades, cocaína y morfina eran consumidas por buena parte de
una burguesía adinerada, como bien refleja el '
Tango de la cocaína' de Joan Viladomat.
Como bien señala Maite Zubiaurre "
En
esa España floreció una cultura popular, tan descarada como
irreverente, que produjo una cantidad de material erótico que la
sociedad de entonces consumió sin pudor. Muchas de las imágenes que hoy
consideraríamos pornográficas circularon libremente por las calles de
Madrid y Barcelona, sin que ningún tipo de censura actuase sobre ellas".
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Fotografías "artísticas beldades femeninas" recogidas en el libro de
Maite Zubiaurre 'Culturas del erotismo en España 1893-1939'. |
CULTURA ERÓTICA DE CONSUMO
Estas nuevas formas de ocio y expresión relacionadas con la
libertad
sexual se manifestaron en la proliferación de condones, novelas de tintes
eróticos o asociaciones nudistas... y donde muy pronto se aprovecharán
las nuevas posibilidades de las nacientes industrias cinematográfica y
fotográfica para desarrollar toda una serie de productos eróticos y
pornográficos, y
cuanto más explícitos mejor... postales eróticas, cine porno y
revistas nudistas son sus mejores representantes.
Publicaciones
como las postales eróticas se distribuían por correo postal, pero
también se podían adquirir abiertamente en quioscos o mediante la venta
ambulante. El primer dato que podemos extraer de estas imágenes es el
ideal de belleza
reinante en la época, donde parece que se destila una preferencia por
las mujeres opulentas, entradas en carne, de grandes pechos, es decir,
el tipo de mujer más frecuente tanto en los
prostíbulos como en las salas de variedades. Aunque a partir de los
años 20 ya se empieza a vislumbrar los nuevos códigos de belleza
femenina, mujeres más delgadas y de pelo corto
Postales eróticas
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Postal coloreada. |
La
postal erótica recibió el nombre de
'cartomania', consistían en fotografías sobre cartulinas, muchas de ellas
coloreadas con acuarelas para conseguir un mayor realismo. Su éxito
radicaba en su bajo coste de producción, su fácil reproducción y su
rápida comercialización
Estas postales de corte erótico fueron ideadas en Francia a finales del XIX, por lo que también fueron conocidas como "
postales francesas".En
un principio eran fotografías algo inocentes, con escenas de filtreos e
insinuaciones algo ingenuas. Así el país galo se convirtió en el
principal productor de las postales y fotografías eróticas llegadas a
España.
Este tipo de postales tuvo una enorme variedad de producciones desde las más sutiles y lights como las denominadas '
postales amables' o 'tontas', donde aparecían mujeres semidesnudas en posturas clásicas
y academicistas hasta aquellas más próximas a la
pornografía pura y dura, con escenas de pareja o mostrando relaciones de carácter homoerótico.
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Postal estilo
'mármol viviente' |
Una muestra de esta gran variedad de postales la encontramos en el
tipo de mujeres representadas que puede ir desde la sensualidad más
castiza, con representaciones de mujeres con mantilla y mantón, pasando por la sensualidad más
étnica,
con postales de mujeres semidesnudas pertenecientes a diferentes
culturas del mundo. Por otro lado, encontramos aquellas que buscan el
lado más poético y sensual, donde la fotografía viene acompañada de un
texto poético.
Dentro de las postales encontramos sub-géneros, entre los que destacan el llamado "
mármol viviente".
Son aquellas postales que reproducían desnudos más propios de la
escultura que de la fotografía erótica, por lo que para lograr este
efecto se cubrían los pezones y el vello público de la modelo mediante
un maillot muy ajustado. Este tipo de postal, tuvo gran auge en la
Alemania de los años 30 y 40, ya que encerraba cierta reivindicación del
ideal de belleza clásica que tanto apasionó al nazismo.
Novelas eróticas
El
fenómeno de las novelas eróticas es relativamente contemporáneo, en
España las primeras publicaciones de este tipo se dieron durante el
Sexenio Revolucionario, aprovechando la libertad de imprenta sancionada en la nueva constitución. Aunque la
Restauración cercenó
gran parte de estas libertades, este tipo de publicaciones siguieron
vigentes, causando gran escándalo entre vecinos y autoridades, que
provocaron en más de una ocasión la persecución policial a los
vendedores ambulantes por "escándalo público". Pero va a ser durante la
década de los 20 y 30 cuando este tipo de publicación se consolidará, a
pesar de las incautaciones periódicas y las multas a los libros de
carácter más pornográfico.
Estas novelas se caracterizarán por sus
divertidos y extravagantes títulos, que podían ir de los más coquetos y sugerentes hasta títulos directamente pornográficos
: Paquita se pone nerviosa,
Lilly y los plátanos,
Currito el ansioso,
El delantero centro de Pili, La flor de Florita, El túnel del amor prohibido o Julia la Gozadora son uno de los muchos títulos aparecidos en aquella época.
Pero
no sólo los títulos de los libros tuvieron nombres extravagantes, sus
autores, escondidos bajo pseudónimo también apostaban por divertidos
nombres tales como el
doctor
Canuto de Montánchez o el doctor Coñicida. Lo mismo sucedía con las
editoriales, muchas de ellas registradas en Buenos Aires para evitar
posibles multas o censuras, cuyos nombres resultaban aún más
esclarecedores Establecimiento Jodeográfico, Imprenta Espermática,
Editorial Diarrea.
En este tipo de novela, como ya vimos que pasaba con las películas
pornográficas de Alfonso XIII, solían encerrar una mordaz crítica a los
estamentos más poderosos de la sociedad: sacerdotes, nobles,... En cuanto a los
temas relacionados con el sexo las escenas más
frecuentes son aquellas de tintes
vouyeristas y aquellas más propias de las fantasías masculinas: escenas lésbicas, sexo oral, sexo anal.
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Portadas de novelas eróticas. |
Nudismo y Naturalismo
Otra de las modas que causaron furor, especialmente en las costas catalanas y levantinas, fueron el
nudismo y el
naturalismo,
hecho que se vio refrendado por la creación de una multitud de
asociaciones de carácter naturista, vegetarianas, nudistas y de medicina
natural, algunas muy ligadas al
movimiento anarquista, y que desde muy pronto editaron sus propias revistas.
La característica de estos movimientos era el deseo de redescubrir el cuerpo como parte de una
búsqueda de lo verdadero frente a lo artificial de la vida moderna, ya
que el nudismo se entendía como una forma de volver a la pureza,
liberando al cuerpo de la degeneración y los vicios sexuales.
Estas
publicaciones contenían artículos relacionados con la comida sana,
remedios naturales y cómo no! de temática relacionada con la
sexualidad, aunque casi siempre bajo una perspectiva algo tradicional y
purista, ensalzando la castidad como valor y criticando la sexualidad
incontrolada, así como algunos vicios como el alcoholismo y el
tabaquismo. A pesar de esta
concepción purista de la sexualidad
intentaron alejarse de la moral cristiana, presentando programas de
educación sexual laicos y modernos, próximos al feminismo y muy alejados
de los conceptos de pecado.
Así entre estos colectivos
destacar aquellos de carácter excursionista, en campos y playas
nudistas, como los 'Amics del Sol' o el grupo anarquista 'Sol y Vida', o
la mítica 'Pentalfa', o 'Biofilia' que alcanzó cierta popularidad
durante la II República.
Publicaciones científicas
Otras
publicaciones que despertaron gran interés, más que por sus contenidos
reales, por lo que uno podía llegar a imaginar o intuir, eran los
manuales de higiene sexual.
Estos manuales eran adaptaciones censuradas de libros europeos, por lo
que eran publicados bajo el estricto control de las autoridades y bajo
el auspicio de la Iglesia, por lo que a pesar de tener una clara
finalidad moralizante, la lectura de temas relacionados con la
sexualidad siempre fueron muy atrayentes.
Por
otro lado, entre las publicaciones "científicas" destacar las obras de
dos de nuestros más grandes intelectuales, que trataron el tema de la
sexualidad desde una perspectiva oficialista, con interpretaciones
bastantes subjetivas, como son
Tres ensayos sobre la vida sexual (1926) de
Gregorio Marañón o los "
Estudios sobre el amor"
(1924) de
Ortega y Gasset, quien por entonces descalifica el psicoanálisis como
"una emulación pseudocientífica del católico sacramento de la
confesión".
Homosexualidad
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Novela homoerótica |
En
el tema de la homosexualidad se siguen arrastrando viejos tópicos
ancestrales, el homosexual es un ser vicioso, degenerado, muchas veces
equiparado con otras figuras delictivas de la sociedad como ladrones o
violadores. Es decir, se sigue viviendo bajo una visión dualista, entre
lo masculino (o más bien el macho) y lo femenino, condenando de esta
forma a los homosexuales a la discriminación social.
Este
pensamiento tendrá su reflejo en la cultura, donde las publicaciones
relacionadas con la homosexualidad masculina son escasas, ya que la
mayoría de la población lo sigue considerando como algo inmoral. En
cambio, la
homosexualidad femenina, alimentada por la fantasía del imaginario masculino, fue ampliamente representada tanto en novelas como en imágenes.
Aunque
la homosexualidad seguía siendo considerada un tabú, la relajación
moral de la sociedad permitió un acercamiento a publicaciones donde se
mostraba un cierto tipo de desnudo masculino donde forzudos con
bigotazos, boxeadores o gimnastas exhibían sus cuerpos semi desnudos.
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Novela homoerótica |
Las obras más representativas de la cultura gay de los años 20 eran sin duda las denominadas
novelas 'dandy' o decadente, cuyo autor más célebre fue sin duda
Álvaro Retana, que con una mirada alegre y positiva se acercaba abiertamente al mundo de la homosexualidad con libros como "
Las locas de postín", "
El fuego de Lesbos" o
"Los ambiguos".
También podemos destacar otras obras de autores más prestigiosos como algunas novelas escritas por
Ramón Gómez de la Serna "
La mujer vestida de hombre" o su esposa Carmen de Burgos, aunque éstas con un tinte más moralizante.
Por último destacar la novela cubana "
El ángel de Sodoma" de
Alfonso Hernández Catá, una
novela que resume muy bien la crisis cultural y existencial de esa
época, ya que no sólo condena el carácter homofóbico de la sociedad,
sino también un sistema político caracterizado por su conservadurismo y
autoritarismo.
Conclusión
La dictadura franquista acabó con todo aquello. Bueno, con casi todo: la
iconografía erótica y morbosa de Julio Romero de Torres (por cierto,
republicano) se difundió profusamente en carteles y calendarios gracias,
según la autora, al “españolismo” estereotípico y sobreactuado de sus
personajes femeninos
Esa explosión de erotismo producida en los años 20 es comparable a la que vivimos aquí en España a
partir del año 1975, ya que con la muerte del dictador, incluso años
antes, se vivió un intenso momento histórico de profundas
transformaciones políticas, económicas y sociales. Donde la sociedad y
la cultura empezaron a expresar libremente ciertos aspectos relacionados
con la sexualidad y el erotismo, deseos duramente reprimidos durante
más de 40 años, lo que provocó un auténtico boom de la cultura erótica,
cuya mejor plasmación es el cine del destape de finales de los 70.
Bibliografía
Cleminson, R.; Anarquismo y sexualidad en España, 1900-1939
Zubiaurre, M.; Culturas del erotismo en España, 1898-1939 en http://sicalipsis.humnet.ucla.edu/
http://leopoldest.blogspot.com.es/2012/01/imagenes-del-erotismo-en-la-espana.html
http://www.isliada.org/ensayo/2011/09/el-angel-de-sodoma-y-la-construccion-social-de-la-normalidad-generica/
http://www.playgroundmag.net/articulos/columnas/Cuerpos-mundo-anarquista_0_1414058582.html
http://elpais.com/diario/2007/12/04/cultura/1196722801_850215.html