Y es que en esta ciudad, de claro carácter comercial, se encontraba uno de los santuarios más famosos de toda la Antigüedad, estamos hablando del Templo dedicado a Venus Ericina, protectora de los navegantes y las prostitutas. Una Venus amada y temida a partes iguales, ya que uno de los mayores temores de los romanos era sucumbir a la pasión amorosa, una pasión tan poderosa como irrefrenable capaz de arrastrar a los hombres hacia las mayores locuras.
Vistas desde la cima del monte de Erice, lugar donde se situaba el Santuario de Afrodita |
Y aunque mucho se ha discutido sobre la práctica y difusión de la prostitución sagrada los testimonios que aporta este santuario son irrefutables, ya que no sólo contamos con inscripciones epigráficas sino que todo tipo de fuentes clásicas corroboran su práctica en este peculiar templo: Estrabón, Polibio, Pausanias, Cicerón, Tácito, Esvetonio...
“Eryx cuenta con un
santuario de Afrodita especialmente venerado que, en el pasado, estaba
repleto de esclavas sagradas, mujeres a las que entregaban como ofrenda
los habitantes de Sicilia y muchos pueblos de fuera de la isla”.
- Estrabón, Geografía (VI,2,6)
Venus Calipigia. Museo Arqueológico de Nápoles |
Y aunque fue cambiando el nombre de la divinidad según iban pasando los siglos y las culturas: Astarté para los fenicios, Afrodita para los griegos y Venus para los romanos, parece evidente que este culto a una diosa de la fertilidad parece hundir sus raíces en los antiguos cultos a la diosa madre mediterránea. Una divinidad que encarnaba los valores de la maternidad y la fertilidad pero también los del amor pasional y el sexo como energía positiva de la vida.
Con la conquista cartaginesa de Erice el culto a esta divinidad se fue vinculando con la diosa fenicia Astarté, adoptando el nombre de Astarté Ericina. Aunque la existencia de una prostitución sagrada en este santuario hizo que la fama de este templo se extendiese rápidamente por toda la cuenca del Mediterráneo, acrecentando su fama al mismo tiempo que sus riquezas, ya que comerciantes de todo el Mediterráneo preferían hacer escala en esta estratégica ciudad, por lo que muy pronto el culto a esta Astarté-Venus Ericina se extendió a otros santuarios desde Cerdeña al norte de África (Sicca Veneria).
"Allí, en su misma cumbre, que
es llana, se encuentra el templo de Afrodita Ericina el cual es sin
discusión el más famoso en riqueza y en magnificencia en general de los
templos de Sicilia."
- Polibio, Historias (I, I, 1-88)
El culto
Poco sabemos acerca de los ritos y cultos celebrados en honor a Venus Ericia, principalmente porque los ritos celebrados en el interior de los santuarios eran secretos, protegidos bajo un estricto hermetismo.
Por lo poco que sabemos podemos destacar que estos cultos tuvieron un marcado sincretismo sabiéndose adaptar a lo largo de los siglos a las diferentes culturas y sensibilidades religiosas que se fueron alternando en la zona.
Entre los cultos y ritos que se realizaban en este santuario aunque la prostitución sagrada sea su aspecto más llamativo para nosotros, los peregrinajes y las festividades en fechas señaladas también tuvieron una importancia capital.
Entre los cultos celebrados destaca una festividad realizada en Agosto donde la paloma, el animal más estrechamente vinculado a Venus jugaba un papel muy importante, ya que encarnaba tanto la fecundidad como, por sus alas, el espíritu. Por lo que esta festividad aprovechaba la migración de dichas aves al norte de África para reforzar la conexión de Eryce con su santuario hermano de Sicca Veneria en Túnez.
Las prostitutas sagradas:
Entre los muchos enigmas que nos deja la práctica de la prostitución sagrada es la status social de estas sacerdotisas. Parece claro que estas mujeres eran esclavas, ya fuese por donación, compra directa del santuario, prisioneras de guerra o las hijas de las mismas prostitutas, aunque su consideración social como "prostitutas sagradas" parece indicar que gozaban de ciertos privilegios o al menos de una vida algo más cómoda que el resto de meretrices, ya que se conocen testimonios de mujeres que ingresaron de forma voluntaria en este cuerpo sacerdotal.
Poco más sabemos sobre su posible organización interna y la jerarquía dentro de este cuerpo sacerdotal, lo poco que podemos aventurar es que sus funciones iban mucho más allá de la mera prostitución, ya que estas mujeres serían las encargadas de velar por el correcto funcionamiento del Templo y sus diferentes festividades y cultos.
Incluso contamos con el relato de una prostituta llamada Agonis de Lilibeo quien fue capaz de acumular una pequeña fortuna y comprar así su libertad.
El templo
A pesar de la enorme popularidad que alcanzó este santuario apenas tenemos restos arqueológicos significativos asociados a este templo. Sin duda alguna uno de los mejores testimonios sobre la existencia de este templo nos lo aporta la numismática, ya que tenemos la suerte de contar con una moneda con una imagen de este templo.
La moneda en cuestión es un denario de época republicana, fechado en el año 63-62 a.C. y mandada acuñar por C. Considio Noniano. En su anverso podemos ver el retrato de Afrodita, mientras en su reverso vemos el templo situado en la cima de una montaña tras las puertas de una ciudad amurallada que como la inscripción indica ERVC se trataría sin lugar a dudas de Erice (Erycinae).
Moneda con el templo de Venus Erycina |
Algunos investigadores como De Vido han señalado la importancia de este Santuario en los fines propagandísticos del Imperio Romano, ya que su asociación con la Venus romana fue esencial para "la afirmación cultural religiosa, y política de Roma impuesta en Sicilia", y es que la importancia de este santuario no sólo radicaba en este tipo de cuestiones identitarias sino también económicas, ya que el santuario aportaba pingues beneficios a las arcas estatales romanas.
El culto de Venus Ericina en Roma
A Favourite Custom Sir Lawrence Alma-Tadema,1909. Tate Modern, London, UK. |
Su fama siguió acrecentándose con el paso de los siglos, Venus Ericina se convirtió en la patrona de las prostitutas y las meretrices en época romana, y durante los primeros siglos del Imperio este culto fue aprovechado por la propaganda imperial.
Los historiadores romanos (Tito Livio, Ovidio) nos cuentan que el culto a Venus Ericina fue introducido en Roma en el año 217 a.C, tras la derrota de Trasimeno, tan apurados estaban los romanos en pedir los favores de esta escandalosa diosa que construyeron el templo en tan sólo dos años. Así el 23 de abril del 215 a.C. se inauguró el templo, convirtiéndose ese día en la fiesta oficial de las prostitutas y meretrices romanas.
La importancia y la popularidad de este culto viene atestiguado por la construcción de este primer templo dentro del Capitolio, y no en las afueras de la ciudad, como era norma habitual para los cultos y divinidades extranjeros.
Así con el paso de los años y las progresivas conquistas del pueblo de Roma, las sobrias y recias costumbres romanas se iban "contaminando" de la moral sexual más relajada de sus vecinos, por lo que la popularidad de esta Venus Ericina fue en aumento, tal es así, que en el 181 a.C., el cónsul L.Porcio Licino construyó otro templo a la Venus Ericina, cerca de la Puerta Collina, fuera del recinto sagrado de Roma.
“En
Roma se erige también la reproducción de la imagen de esta divinidad,
en el llamado templo de Afrodita Ericina que se encuentra en la Puerta
Collina, y que cuenta con una nave y un pórtico a su alrededor dignos de mención".
- Estrabón (VI, 2, 6)
Este segundo templo tuvo que tener un culto de carácter mucho más popular, mucho más cercano al original culto siciliano recibiendo el homenaje de las prostitutas. Por lo que el debate sobre la práctica de la prostitución sagrada en este templo sigue vigente, ya que la aún casta y pudorosa sociedad romana, no vería con buenos ojos este tipo de prostitución sagrada, por lo que algunos autores han defendido que este tipo de prácticas no se realizarían en los templos romanos, sirviendo únicamente como lugar de culto y celebraciones.
De todo ello nos habla Ovidio en sus 'Fastos' (IV, 863-876) quien nos retrata el traslado de la estatua de Venus desde su Erice natal a su nuevo templo en Roma, tras la conquista de Siracussa por parte del cónsul romano Claudio Marcello
“Muchachas del pueblo, celebrad la divinidad de Venus. Venus es apropiada para los requerimientos de las que tienen muchas profesiones. Ofreced incienso y pedid belleza y el favor popular, pedid palabras amables y convenientes a las bromas, ofreced a la señora la hierbabuena que ella agradece y el arrayán que es lo suyo y cuerdas de junco ocultas en montones de rosas.
Ahora es oportuno visitar el templo vecino a la puerta Collina; el nombre lo tiene de la colina siciliana. Cuando Claudio barrió con las armas a la aretúside Siracusa y te conquistó con la guerra a ti, Érice, Venus fue trasladada en virtud de un oráculo de la longeva Sibila, y prefirió que se la venerase en la ciudad de su origen”.
Hay que comprender la importancia de este hecho. Este traslado del culto significaba apropiarse de una deidad del enemigo, ya que esta diosa presentaba bastantes connotaciones púnicas al haber estado bajo territorio de control cartaginés, y no sólo eso, sino que su templo se construyó en el mismísimo corazón religioso de Roma, buscando con ello, reencontrarse con las más profundas raíces de la identidad de la propia Roma para con ello asegurar su victoria sobre sus enemigos.
La fiesta de la Veneralia
Venus Verticordia, Dante Gabriel Rossetti (1868). Russell-Cotes Art Gallery |
Entre las ceremonias celebradas encontramos desfiles, adornos y ofrendas a la diosa con sus símbolos particulares: las rosas, como símbolo de regeneración, las palomas, como animal sagrado, o símbolos relacionados con el mar como conchas o figuras marinas. Además sabemos que durante ese día las mujeres se bañaban desnudas en las termas para pedir favores a la diosa.
Los testimonios arqueológicos
Acrolito de Ludovisi. |
Estas obras son el sensual Trono Ludovisi y el acrolito Ludovisi, este último una gran estatua realizada en madera y mármol que presidió el templo y del que se conserva únicamente una gran cabeza, que nos hablaría de la inmensa escultura que tuvo que presidir el templo.
Trono Ludovisi
Este trono, formado por una pieza central y dos laterales, es uno de los conjuntos escultóricos más interesantes relacionado con el culto a Venus Erycina. La obra está rodeada de enigmas, tanto sobre su procedencia, significado, función e incluso ¡su autenticidad! está puesta en duda.
Todo parece indicar que se trata de una obra del siglo V a.C., procedente de algún santuario dedicado al culto de Afrodita, ya fuese el de Marasá en Locri o el propio santuario de la diosa en Ericea. Fue llevado a Roma para engalanar la construcción del segundo templo dedicado a Venus Ericina.
La escena central representa el nacimiento de Afrodita saliendo de la espuma del mar, desnuda y ayudada por dos personajes femeninos, ambas cubiertas por exquisitas gasas transparentes.
Trono Ludovisi. Mármol de Paros. Escena central que mide 1.42 m de largo x 0.9 m de alto. Museo Nacional Romano, Roma. |
Trono Ludovisi. Mármol de Paros. Las escenas laterales, 0.87 x 0.69 m. Museo Nacional Romano, Roma. |
Conclusión
A lo largo de la historia numerosas culturas antiguas han contado con sus diosas vinculadas al amor más terrenal, al sexo como fuerza primigenia, una energía sagrada vinculada a la fertilidad y la fecundidad, y donde la prostitución de carácter sagrada era una de sus mejores representaciones.
Por lo que no nos debe extrañar que en todo tipo de culturas a lo largo y ancho del globo hayan existido numerosas diosas vinculadas a esta actividad: Basileia, una diosa menor que protegía a prostitutas y cortesanas en Pandemos; Cotytto, que realizó la misma función en Tracia, Illyria y Dacia; Belili, una diosa menor de Sumeria y Babilonia (hermana de Damuzi / Tammuz) más tarde adorado por los cananeos como Belit; Bebhinn era la diosa celta del placer y era adorada por las prostitutas irlandesas pre-cristianas, e incluso en Mesoamérica nos encontramos con Xochiquetzal la diosa azteca de las prostitutas. Además en la India contamos desde hace milenios con la figura de las devadasis, bailarinas del templo y prostitutas sagradas que transmiten la energía femenina divina a través del sexo ritual.
En la cultura romana este papel fue asumido por nuestra Venus, ya fuese en su papel de Venus Ericina o Venus Volgivava, convirtiéndose en la patrona de las prostitutas y quizá sus templos acogieron a las últimas prostitutas sagradas del mundo occidental.
Bibliografía
Cid López, R.M.; Prostitución femenina y desorden social en el Mediterráneo antiguo. De las devotas de Venus a las meretrices, Lectora: revista de dones i textualitat, Nº. 18, 2012, págs. 113-126.
López Ruiz, C.; El Santuario de Venus Ericina (Sicilia, Italia). Prostitución sagradasignificado, tipos e irradiación de una práctica ritual, Arqueología y género: mujer y espacio sagrado: Haciendo visible a las mujeres en lso lugares de culto de la época ibérica / coord. por Lourdes Prados Torreira, 2011.
http://algargosarte.blogspot.com.es/2014/11/el-trono-ludovisi-la-sensualidad.html
http://www.extensionuned.es/archivos_publicos/webex_actividades/4869/smramvazquez2.pdf
http://rtranabasis.foroactivo.com/t1071-prostitucion-sagrada-general-y-caso-especial-de-gadir
http://www.culturaclasica.com/?q=node/3427
https://maggiemcneill.wordpress.com/2010/12/23/whore-goddesses/
Así es. El oficio más antiguo del mundo ha vivido a lo largo de la historia desde la admiración más absoluta hasta la persecución más atroz.
ResponderEliminarPero ahí está. No muere, y creo que jamás lo hará.
Si después de tantos siglos de prostitución sigue siendo una demanda de parte de la sociedad, es porque quizá deberíamos pensar que es parte de nosotros mismos.
Buen artículo.
Gracias!
Ejem... Espero que lo de "Sudamérica", en referencia a los aztecas, haya sido una fe de errata cuando se quiso decir Mesoamérica. No sé, digo yo, por lo de ser geográficamente correctos. Pues nada, una pequeña manchita en un excelso artículo.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por la correción! No tengo excusa es fallo mío ;)
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