domingo, 22 de octubre de 2017

Puellae Gaditanae: las sensuales bailarinas gaditanas

Cádiz es una de las ciudades más importantes de la historia, su posición estratégica hizo que los fenicios posasen sus miradas sobre esas tierras para fundar una de las colonias más prósperas e importantes del todo el Mediterráneo occidental.

Un centro clave para el comercio mediterráneo, ya que no sólo permitía el intercambio de productos del norte con el sur europeo, sino que a su puerto llegaban productos de todos los rincones del Mediterráneo.

Todo ello hizo que Gades fuese una ciudad "multicultural" con marinos y comerciantes provenientes de todo el mundo conocido, donde se entremezclaban no sólo personas y mercancías sino también todo tipo de religiones y creencias.

Entre los principales templos que se levantaron en esta milenaria ciudad uno de ellos fue el dedicado a la diosa fenicia Astarté-Afrodita, situado en la pequeña isla de Erytheia, donde existió un culto institucionalizado de sacerdotisas donde se practicaba algún tipo de hierogamia o prostitución sagrada.

Este culto con el paso de los siglos se fue transformando en un culto a la Venus Marina, donde los rituales celebrados por sus sacerdotisas fueron perdiendo su carácter sacro hasta convertirse en un mero espectáculo lúdico y bastante lucrativo que dio lugar al nacimiento de uno de los mitos eróticos más universales en tiempo de los romanos... las puellae gaditanae, es decir, las jovencitas de Cádiz.


Puellae Gaditanae, de Ángel Todaro.


La prostitución sagrada

Una de las costumbres más llamativas y que más fantasías ha despertado en el imaginario de los historiadores fue el de la "hierogamia", es decir, el fenómeno de la (mal llamada) prostitución sagrada. Una institución religiosa donde la sexualidad activa cobraba gran importancia al estar estrechamente vinculada a conceptos como la fecundidad y la prosperidad, valores fundamentales para estas sociedades agrícolas tan dependientes de los caprichos de la naturaleza.
Venus Calpigia. S. II a.C.
Museo Arqueológico Nacional (Nápoles)

Por lo que como hemos visto repetidamente a lo largo y ancho de este blog esta relación entre sexo y vida fue de vital importancia para numerosas sociedades antiguas. Muchas veces plasmando esta unión de manera escandalosa desde nuestra perspectiva cristiana y mojigata de la historia de la sexualidad.

Por lo que parece evidente que prácticas como los rituales orgiásticos, danzas desenfrenadas, masturbación ritual, o la misma prostitución sagrada, fueron bastante comunes en ritos y ceremonias por todo el Mediterráneo Oriental (Egipto, Siria, etc.).   Esta prostitución sagrada fue confundida por autores griegos y romanos como una forma de prostitución encubierta por parte de estas sacerdotisas, cuando no de todas las mujeres libres de la ciudad. Sin ir más lejos el gran Heródoto (I,199) nos decía que todas las mujeres de Babilonia antes de contraer matrimonio debían de ir al templo de Isthar y prostituirse ante el primer hombre que las eligiese.

Hoy en día, la mayor parte de estudiosos dan a esta hierogamia un significado menos carnal ya que, aunque seguramente se diesen situaciones de abierta prostitución, estas prácticas tuviesen significados culturales y religiosos mucho más profundos y amplios. Además, hay que tener en cuenta el pragmático sincretismo religioso en el mundo antiguo, donde un mismo dios podía ofrecer muy diversas caras. Así por ejemplo, Venus podía ser patrona de las prostitutas y celebrar en su honor las más escandalosas fiestas romanas, pero al mismo tiempo podían encarnar la castidad y la maternidad de las decentes matronas romana.

Pero no cabe duda que la existencia de este tipo de templos fue un gran reclamo para los comerciantes de la época, que sin duda preferían atracar en los puertos de estas ciudades para comprobar si estos rumores eran ciertos... Por lo que esta institución religiosa se fue extendiendo a distintas ciudades del ámbito griego donde los templos consagrados a Afrodita fueron ganado fama (y dinero) a cambio de prestar este tipo de servicios. Así Estrabón nos habla que en el templo de Afrodita de Corinto había más de cien sacerdotes de ambos sexos destinados a rendir honores a la diosa de la pasión y la lujuria.

Isthar-Astarté
Por lo que no nos puede sorprender que en un mundo donde la sexualidad era vista como una fuerza positiva y regeneradora su aspecto lúdico cobrase igual de importancia. Por lo que el componente sagrado o ritual que en un principio tendrían las danzas, cantos u orgías que practicasen estas sacerdotisas en el interior de sus templos, poco a poco se fueron convirtiendo en fiestas de carácter más popular, hasta llegar a época clásica, donde los romanos consideraron a estas puellae gaditanae como prostitutas de lujo ideales para amenizar banquetes, donde este tipo de danzas ya estaban completamente desacralizadas y convertidas en un mero juego erótico.


LAS PUELLAE GADITANAE

Gades fue una de estas ciudades del Mediterráneo que destacaron no sólo por su importancia comercial sino también por el erotismo que desprendían sus calles. Esa fama vendría por la existencia de un templo dedicado a Astarté/Afrodita donde seguramente se diesen prácticas de hierogamia, por lo que existiría un cuerpo de sacerdotisas especializadas en el placer carnal...

Por lo que algunos estudiosos no han dudado en vincular estas sacerdotisas con las famosas pullae gaditanae romanas. Una tradición de varios siglos que hizo que las mujeres de Cádiz alcanzasen fama mundial por su erotismo, su sensualidad y por su habilidad en diversas artes como la danza y la música.

Una de las primeras referencias sobre ellas nos la ofrece Estrabón (II,3,4) quién nos relata las andanzas de un marino griego de nombre Eudozo de Cicicos que aprovechando una escala en la ciudad de Gadir no dudó en embarcar con él a un grupo de estas bailarinas.

El relieve de Aricia representa la danza de las Puellae en un templo de la diosa Isis.
Museo Nacional Romano (Roma).

¿Quiénes fueron estos mujeres?

Las fuentes latinas cuando nos hablan de puellae gaditanae (jovencitas gaditanas) nos trasladan una visión similar a las que tuvieron de las hetairas griegas, es decir, cortesanas de lujo versadas en todo tipo de artes, como la música, la poesía, la danza, el canto, especializadas en amenizar banquetes. Y aunque las hetairas griegas eran esclavas, la condición jurídica de estas puellae gaditanae no está del todo claro, ya que seguramente en sus primeros tiempos tuvieron una condición jurídica propia, incluso sagrada, al ser sacerdotisas del templo, con una importancia social y religiosa bastante elevada.

Pero con el paso de los siglos, y la evolución de las propia colonia su consideración social fue mutando de un status social privilegiado a ser consideradas esclavas, probablemente de propiedad del propio templo. Por último en época altoimperial esta institución pierde por completo su carácter sacro y su condición jurídica se equipara a la de esclavos o prostitutas, formando parte de los grupos sociales marginales de la jerarquizada sociedad romana, a pesar de ser vistas como cortesanas de lujo.


 Las sensuales bailarinas gaditanas

Su talento y su sensualidad fue tal que pronto su fama se extendió por todo el mediterráneo, alcanzando el rango de las mujeres más sensuales del mundo conocido. Así las bailarinas gaditanas fueron tan reclamadas como las sirias, especialmente por sus excitantes bailes y canciones. Uno de los mejores testimonios sobre su arrebatador erotismo nos lo proporciona Marcial quien en uno de sus epigramas (XIV, 203) nos dice:

"Se contoneaba tan lúbricamente, se excita tan provocadoramente que habría hecho masturbarse al propio Hipólito". Siendo este Hipólito un ser mitológico que había consagrado su virginidad eterna a la diosa Artemisa, incluso aunque este hecho fuese el causante de su muerte...

Por todo ello nos podemos imaginar el erotismo que desprendían estas mujeres durante sus bailes, algunos estudiosos han querido equiparar este tipo de danza como una mezcla entre el sensual baile del vientre árabe y el posible origen del fogoso baile flamenco andaluz.

La genial pluma de Marcial (VI.71) nos da una idea de las virtudes de estas jovencitas en otro de us epigramas, capaces de hacer perder las cabezas y (en algunos casos las fortunas) a sus enamorados clientes: "Experta en adoptar posturas lascivas al son de las castañuelas béticas y en danzar según los ritmos de Gades, capaz de devolver el vigor a los miembros del viejo Pelias, y de abrasar al marido de Hécuba junto a la mismísima pira funeraria de Héctor. Teletusa consume y tortura a su antiguo dueño. La vendió como sirvienta y ahora la ha comprado para concubina."

Puellae Gaditanae, de Julio Ceballos.

Como podemos ver estas bailarinas eran mujeres versadas en todo tipo de artes: música, danza, poesía, canto... expertas en ir subiendo la temperatura de las alegres veladas romanas, poco a poco, con danzas, poemas y canciones cada vez más subidas de tono. Las letras de sus canciones eran de un claro lenguaje provocador y bastante explícito como vemos en estos versos:

"Quizás esperes un coro que se ponga a cantar las lascivas canciones gaditanas, y que las chicas, animadas por los aplausos, se tiendan en el suelo meneando el trasero" (Sátiras XI, 162-164).

"Que escuche el repique de las castañuelas y las palabras que se niega a oír incluso la prostituta que se exhibe desnuda en un burdel bochornoso..." (Sátiras XI, 172-173).

Mosaico romano con música y bailarina.
Eran tan famosas estas canciones licenciosas de origen gaditano que incluso la gente las canturreaba por la calle, o al menos las personas con poca decencia pública como sugiere Marcial (111.63) en este otro epigrama:

"Catilo, eres un afeminado, muchos dicen eso y oigo. Pero dime ¿qué es un afeminado? Un afeminado es el que peina sus cabellos con estudiada afectación; el que siempre huele a bálsamo y a cinamomo; el que canturrea tonadas del Nilo o de Gades [...]."

El testimonio de estos autores romanos también nos habla de la importancia que tuvieron diversos instrumentos musicales en este tipo de espectáculos, como los címbalos o los crótalos ... Aunque si alguno destaca sobre manera son las crusmatae, instrumento que consistía en un par de planchas de madera o metal que se entrechocaban, ancestro instrumental de nuestras actuales castañuelas.
Crusmatae.

Por último, añadir que estas puellae gaditanae alcanzaron tanto notoriedad en Roma que no había fiesta que se preciase si no contaba con su presencia. Incluso fue necesario que "en Roma enseñaban los bailes y las canciones de Cádiz desvergonzados maestros de danza" ante la gran demanda que existía de este tipo de espectáculo.

Y como no podía ser de otra forma en los famosos priapeos (poemas de carácter erótico-festivos) también se menciona a estas bailarinas gaditanas que no sólo animaban los festines de la disoluta sociedad romana, sino que se pasaban el día callejeando por las zonas de más afluencia de público como el Circo Máximo.

"Quincia, delicias del pueblo, conocidísima del Circo Magno, experta en menear sus vibrantes nalgas, deposita en ofrenda a Príapo los címbalos y crótalos, sus instrumentos de calentamiento, así como los tambores golpeados con firme mano, En compensación suplica ser siempre grata a los espectadores y que su público esté siempre erecto como el dios".

Para despedirnos os dejamos con esta otra descripción que nos hace Juvenal (Sat. XI, 162) de estas bellas puellae gaditanae que en este pasaje resume muy bien todo lo explicado sobre ellas:

"Acaso esperes muchachas gaditanas que en coro se pongan a entonar lascivos cantos de su país y enardecidas por los aplausos, exageren sus temblorosos movimientos de cadera, y las jóvenes esposas que, tendidas junto al marido, contemplan este espectáculo que sólo contado en su presencia debiera ya ruborizarlas. [...] Mayor es, sin embargo, esta voluptuosidad en el otro sexo, que se excita con más vivez y, pronto al placer que se mete por ojos y orejas, provoca la incontinencia. estas diversiones no caben en mi casa. Escuche esos repiquetes de castañuelas, esas palabras que no siquiera pronunciaría el esclavo desnudo que permanece en el maloliente lupanar; gócese con esos gritos obscenos y con todo refinamiento del placer aquél que ensucia con sus vomitonas el mosaico lacedemonio; nosotros perdonamos esos gustos a la Fortuna".




BIBLIOGRAFÍA

Blázquez Martínez, J.M.; Mujeres extranjeras en Roma en la poesía de Marcial. Revista Gerión. Madrid. 2004.

Eslava Galán, J.; Historia de España contada para escépticos, Planeta, 2004.

Jiménez Flores, A.M; Cultos fenicio-púnicos de Gadir: Prostitución sagrada y Puellae Gaditanae.

Monzón Acosta, I.; Bailarinas de Cádiz, Historia de Iberia Vieja, nº 7, 2017.

Olmos, R.; Puellae gaditanae: ¿Heteras de Astarté?, AespA, 64, 99-100. 1991.






viernes, 8 de septiembre de 2017

Transexuales en la Edad Media: el caso de John Rykener

Soper's Lane es una oscura calle situada al sur del barrio de Cheapside en Londres, un barrio humilde ocupado por destartaladas casas y puestos de comerciantes. Estamos en diciembre de 1411 y por sus tristes y heladas calles camina una prostituta conocida bajo el nombre de Eleanor en busca de clientes.

A última hora de la tarde Eleanor encuentra un cliente, un tal John Britby, una vez acordado el precio del servicio deciden esconderse tras un pequeño puesto ambulante... aunque mientras están teniendo relaciones sexuales son interrumpidos por las autoridades locales que los encierran en la cárcel de la ciudad.


Lo sorprendente de esta historia llega cuando las autoridades descubren que en realidad Eleanor no es una mujer, sino un hombre llamado John Rykener. Más tarde, en la corte de la ciudad, John revelará su increíble historia... La vida de uno de los primeros transexuales de la que tenemos claras referencias.

Una vida como mujer

En su declaración, que puedes leer en este enlace, contó como entró en el mundo de la prostitución de la mano de una prostituta. Rykener declaró que mantuvo relaciones con toda clase de hombres, incluyendo sacerdotes, monjes e incluso estudiantes, pero también se acostó con mujeres incluyendo monjas y esposas casadas.
Confesión de Rykener.

Mientras que sus encuentros sexuales con hombres implicaban siempre el pago de una suma, Rykener declaró que sus encuentros con mujeres solían ser gratuitos. Sus tarifas solían oscilar entre 20 peniques y 2 chelines a sus clientes (1 chelín=12 peniques), aunque también declaró que un fraile franciscano le había pagado con un anillo de oro. Además, relata como sus clientes preferidos eran los sacerdotes ya que solían pagar más generosamente.

Pero la historia de Rykener aún guarda más sorpresas, ya que durante su confesión explicó como en su pasado había sido la esposa de un hombre y que había ejercido diferentes trabajos propios de mujeres, como el bordado o como camarera en diferentes tabernas.

Por todo ello, nos podemos preguntar ¿cómo percibía Rykener su propia sexualidad? ¿Cómo entendía la sociedad medieval su sexualidad? ¿La sociedad le empujó hacia la marginación a causa de su identidad sexual?. Incluso podemos especular sobre su identidad sexual ¿realmente se sentía mujer o simplemente se prostituía para sobrevivir a la miseria?, incluso su orientación sexual no está del todo clara, ya que ejerció la prostitución tanto con hombres como con mujeres.

Si atendemos a su relato estuvo casada con un hombre, y todo parece indicar que fue un matrimonio legal y oficioso, ya que cuando fue acusada de robar dos vestidos se escudó bajó la protección legal de su marido. Nunca sabremos si su marido fue consciente de su verdadera sexualidad o Rykener fue capaz de engañarlo durante años.

Además el hecho de haber ejercido labores propias de mujeres también nos da una pista que durante años pudo vivir como mujer sin problemas. Es más, en su confesión indicó que posteriormente trabajó como "tapster", un trabajo a medio camino entre camarera y prostituta, por lo que intuimos que consiguió seguir ocultando su verdadera naturaleza a numerosos clientes.

The Burning of two "sodomites" at the stake outside Zürich, 1482 (Spiezer Schilling)
Incluso durante buena parte del proceso judicial donde finalmente se destapó su verdadera condición Rykener continuó siendo vista como una mujer, ya que se indica que Rykener fue llevado ante el tribunal vestido 'ut cum muliere', es decir, como una mujer.

Por todo ello, podemos imaginar que para la sociedad de su época él siempre fue una mujer. No sólo sus ropajes le identificaron como mujer, sino también su aspecto físico y su comportamiento. En realidad podemos aventurar que Rykener se sentía tan mujer que realmente fue una mujer, y la mejor prueba de todo ello, fueron todos los años que logró sobrevivir ocultando su verdadera naturaleza, especialmente si tenemos en cuenta que durante años ejerció la prostitución.

Por último, añadir que de su declaración se pueden desprender algunos matices de cómo se concebía la sexualidad hombre/mujer en el medievo, ya que cuando Rykener confiesa sus actos de prostitución vestido de mujer, siempre adopta un rol pasivo (los hombres tuvieron sexo con él), mientras que en los casos donde nos habla que se acostó con mujeres, el asume un papel activo. Por lo que resulta curioso que incluso una persona que ha ejercido ambos roles también asuma esta visión.

No podemos aportar más datos sobre la vida de Eleanor/John Rykener ya que a pesar de que ha llegado a nosotros su confesión, se desconoce su sentencia y bajo que cargos fue juzgado ¿prostitución, sodomía?, por lo que desconocemos el final de esta historia...

Aunque si comparamos su caso con otros similares, Rolandino/Rolandina Ranchaia en Venecia o Margarida/Miguel Borrás en Valencia, podemos temer que la vida de Eleanor Rykener finalizó en el cadalso de alguna plaza pública donde seguramente fue ejecutado.




Un caso similar en Venecia...

Si se bucea por los archivos históricos podemos encontrar que existieron muchos más casos de travestismo o transexualidad por toda Europa. Otra de las historias mejor conocidas es la de Rolandino/Rolandina Ranchaia, una prostituta transexual de mediados del siglo XIV que ejerció en la ciudad de Venecia

Ranchaia vestido como mujer mantuvo relaciones con numerosos hombres, sin que ninguno descubriera su verdadera naturaleza. A pesar de que logró ocultar su sexualidad finalmente Ranchaia fue apresada y ajusticiada en una hoguera.

Con ello podemos asumir que el destino de estos hombres, que se sentían mujeres, una vez caían en manos de la justicia no podía ser más oscuro, ya que la justicia medieval solía ser bastante cruel, especialmente en casos de este tipo, donde se buscaba aplicar una pedagogía del terror, es decir, no sólo se ejecutaba al reo, sino que además se le humillaba, vejaba y torturaba públicamente, para que la sociedad interiorizase que este tipo de "transgresiones sociales" estaba completamente prohibidas.



Conclusión

Aunque parece que el caso de Rykener fue juzgado por un tribunal civil, o al menos no tenemos documentación de que la Iglesia tomase cartas en el asunto oficialmente, esto no nos puede hacer olvidar el importante papel que jugó la Iglesia Católica en el control de la conducta sexual de sus feligreses, erradicando sin contemplaciones cualquier desviación sexual dentro de la sociedad.

Especialmente graves eran los casos que se daban dentro del mismo cuerpo de la Iglesia, si cabe aún más numerosos, ya hemos visto como Rykener confesaba que sus mejores clientes eran miembros de la Iglesia, ya que estos casos cuando salían a luz reducían la autoridad y el prestigio de la Iglesia dentro de la sociedad.

Caricatura de Enrique III de Francia (1551-1589),
en el frontispicio de libro Les Hermaphrodites (1605) de Thomas Artus

Pero no nos puede extrañar, porque mil años después sigue actuando igual, si los infractores eran miembros de la Iglesia estos casos se solían solucionar de puertas para adentro, pero en cambio, si los infractores eran los miembros más bajos de la sociedad, los castigos solían ser públicos, notorios y ejemplarizantes.

La importancia de la Iglesia en el control de la sexualidad de la sociedad en el medievo y en la edad moderna se refleja en que la mayoría de estos casos fueron juzgados en tribunales eclesiásticos, muchas veces iniciando severos juicios basados en simples rumores, falsas acusaciones o interesadas confesiones.

Este control era aún más represivo sobre las mujeres, ya que la Iglesia siempre tuvo esa enfermiza obsesión de controlar el deseo y la sexualidad de la mujer, por lo que fueron mucho más frecuentes los chivatazos sobre comportamientos difamatorios de mujeres que sobre los hombres. Es por este motivo, que seguramente Rykener fuera llevado ante el tribunal como mujer, y no como hombre, ya que sería más fácil que la gente la acusase de cualquier tipo de delito.

Por último, no podemos dejar de señalar otro fenómeno, que aunque poco conocido parece evidente que existió, el de la prostitución masculina, que estaba enfocado especialmente a clientes masculinos, evidenciando una vez más, que la libre expresión de la sexualidad humana no se puede reprimir a pesar de las numerosas trabas morales, religiosas, sociales e incluso penales que puedan existir.





Bibliografía

    David Lorenzo Boyd and Ruth Mazo Karras, "The Interrogation of of a Male Transvestite Prostitute in Fourteenth Century London". GLQ 1 (1995), 459-465

    David Lorenzo Boyd and Ruth Mazo Karras, "`Ut cum muliere": A Male Transvestite Prostitute in Fourteenth Century London". In Premodern Sexualities. Edited by Louise Fradenburg and Carl Freccero. (London: Routledge, 1996), 99-116


 Bershady I.; Sexual Deviancy and Deviant Sexuality in Medieval England, Primary Source, Volume V: Issue I, Page 12.








sábado, 26 de agosto de 2017

La pederastia militar: El Batallón Sagrado de Tebas

Homosexualidad y Pederastia griega:
Capítulo 1.- Origen y causas
Capítulo 2.- El cortejo pederástico
Capítulo 3.-  La pederastia militar: El Batallón Sagrado de Tebas
Capítulo 4.- La homosexualidad femenina

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Victorioso Filipo posó su mirada en los cadáveres y preguntó:- ¿Quiénes son éstos casi trescientos muertos abrazados entre sí hundidos y acoplados en muerte y en amor.
Le respondieron: - Son los de Tebas, el Batallón Sagrado de Pelópidas de amantes y de amados, los viriles de Tebas de la estirpe de Layo.
Filipo respondió: - Perezca el hombre que sospeche que estos hombres o sufrieron o hicieron algo inapropiadamente.
                                                                                                                         - Plutarco

La pederastia militar

Suele suceder que en sociedades de claro carácter guerrero y con un fuerte pensamiento misógino, donde la mujer es vista como un ser inferior y por lo tanto es excluida de participar de forma activa en el mundo de los hombres, lo masculino se idealiza, exaltando los valores asociados a la masculinidad como la fuerza, el valor, la entrega, el sacrificio o la fidelidad. Por lo que lo masculino se convierte en un ideal de belleza.

Y es que como bien señala el profesor G. Fatás, en numerosas instituciones de carácter guerrero, como en los Templarios o en las Juventudes Hitlerianas,o en la propia ciudad de Esparta, la amistad varonil alcanza valores totalizadores. Por ello, no nos debe extrañar que una de las acusaciones más frecuentes hacia los templarios fueron las prácticas de conductas homoeróticas...

Recreación ideal de un gimnasio griego.

Estrabón nos relata como en Creta los adolescentes de orígenes aristocráticos eras instruidos a través de esta institución pederástica de carácter militar. El joven, según daba los primeros signos de pubertad, era "raptado" por un adulto virtuoso, el cual se lo llevaba al campo a vivir con él durante dos meses, que lo instruía en las más variadas artes y disciplinas y lo introducía en su círculo de amistades. Pero no sólo eso, el joven también era iniciado en los secretos del eros, de los placeres de la vida, lo que sin duda, incluiría prácticas de carácter homosexual.

Una vez finalizado este período de "instrucción" era devuelto a su familia, junto a algunos regalos lujosos como armaduras, armas, animales, ... pasando a servir como escudero de su amante, formando parte de una especia de orden de caballería, la de los kleinoi, "los Ilustres".

Así vemos como en sus orígenes esta educación pederastica tuvo un alto componente militar, preocupada de transmitir unos valores y virtudes asociado al mundo de la guerra. Aunque poco a poco, especialmente en las polis más dinámicas, este concepto "guerrero" fue evolucionando hacia un concepto más "civilizado", donde valores como la belleza, la juventud y el placer fueron ganando terreno.

Todo ello, no nos debe hacer olvidar que el componente sexual existió desde sus orígenes, ¿en qué medida? Es difícil de determinar. Pero varios estudios antropológicos han demostrado como en muchas sociedades guerreras la penetración anal entre hombres es común, ya que implica un rito de iniciación, donde a través del semen, se transmite la fuerza guerrera del hombre al adolescente.

Como ejemplo de esta pederastia militar y su eficacia en el campo de batalla tenemos varias polis:

- Esparta: No nos detendremos mucho en ella, ya que debido a la importancia de esta polis griega y a su particular idiosincrasia tenemos preparado un post en exclusiva sobre la sexualidad en Esparta.

Sólo apuntar que esta ciudad parece ser la primera que practicó el nudismo atlético y fue una de las primeras en institucionalizar la pederastia como instrumento ideal para la educación de nuevos ciudadanos libres, siendo obligatoria su participación para los homoioi, la clase dominante.

Jóvenes espartanos, de Edgar Degas – National Gallery de Londres

Y aunque varios autores, como el mismísimo Plutarco, han recogido que la pederastia espartana era casta, ya que se trataba de una relación más semejante a la de padre-hijo que a la de amante-amado, por lo que sucumbir a la tentación de la carne estaba castigado con las penas más severas. Algunos testimonios arqueológicos parecen desmentir esta casta teoría, ya que en la isla de Tera se han encontrado graffitis en las proximidades de un gimnasio donde sus autores alardean de sus conquistas sexuales masculinas.

- Tebas: Fue otra ciudad célebre por la práctica pederasta, donde incluso esta práctica enraíza con el mito fundacional de la ciudad, ya que su mítico rey Layo secuestró al hijo de Pélope, Crisipo, en un arrebato amoroso. Además, la mala prensa ateniense les acusaba de ser una polis donde se practicaba una pederastia libre, sin ningún tipo de restricción.

Famoso fue su festival anual gimnástico, las Yolaia, denominado así en honor a Yolao ¿qué quién es este tipo? Pues ¡sorpresa! el erómeno de Heracles. Aunque por si algo ha pasado a la historia esta ciudad tebana fue por su Batallón Sagrado...


El Batallón Sagrado de Tebas

Hoplita tebano
Crédito:mundohistoria
La Historia Antigua está llena de relatos de espléndidos soldados y ejércitos, y quizá, uno de los mejores ejércitos que vio la antigüedad fue el ejército tebano y su cuerpo de élite el Batallón Sagrado de Tebas, que allá por el siglo IV a.C. barrió del campo de batalla a los orgullosos espartanos y sólo sucumbieron ante los ejércitos del gran Filipo de Macedonia y su hijo Alejandro Magno.

Este cuerpo de élite, compuesto por entre los mejores soldados del ejército y sometido a una férrea disciplina, estaba formado por 300 hombres, aunque lo que hizo de este cuerpo de élite casi invencible eran sus lazos de amor y fraternidad, ya que en realidad estaba compuesto por 150 parejas de amantes, todos ellos masculinos.

Este ejército basado en la educación pederástica griega, es decir, en una pareja homoerótica formada por un hombre de mayor edad "heniochoi", el 'conductor' y un pupilo o compañero "paraibatai" estaba basado en la creencia de que un ejército formado por parejas de amantes sería invencible.

"Los hombres, así unidos, aunque en pequeño número, podrían en cierto modo vencer al mundo entero"


¿Por qué era invencible el Batallón Sagrado?

Será Platón en su obra 'El banquete o Siete discursos sobre Amor' quien nos aporta cierto cuerpo teórico sobre la efectividad de un ejército así formado:  “(…) si por cualquier circunstancia, un Estado o un ejército pudieran estar compuestos sólo de amantes y de amados, no habría pueblo que llevase más alto el horror al vicio y la emulación de la virtud. Los hombres, así unidos, aunque en pequeño número, podrían en cierto modo vencer al mundo entero”.(1)

La efectividad de este ejército se basaba por un lado en la ejemplaridad que un amante debe tener ante su amado, realizando incluso todo tipo de acciones heroicas ante los ojos de su compañero, “no hay hombre tan cobarde a quien el amor no inflame de valor y haga semejante a un héroe”.

Ya que como bien indica Platón, el mayor deshonor al que estaba expuesto un hombre era realizar acciones deshonrosas delante de su amante, por lo que un ejército formado por amantes evitaría realizar acciones vergonzantes en la derrota “si un hombre que ama comete una mala acción o sufre un ultraje sin rechazarlo, no habrá padre, ni pariente ni nadie en el mundo ante quien este hombre sienta tanta vergüenza de presentarse ante el ser a quien ama”(3). Pero también evitará tomar acciones crueles en la victoria, tan frecuentes en los ejércitos.“nada como el amor puede inspirar al hombre lo necesario para llevar una vida honesta: quiero decir el horror al mal y la emulación del bien”(2).


 
El otro pilar fundamental sobre el que se basaba este temible ejército era la solidaridad entre sus integrantes, ya que ningún sentimiento o motivación es más poderoso que el intento de salvar la vida a la persona que amas “preferiría morir mil veces, sobre todo, antes de dejar en peligro a su bien amado y abandonarlo sin socorrerlo”(4) y ninguno tan terrible como la venganza ante la pérdida del ser amado, por lo que la ferocidad de estos ejércitos también sería temible.



Un poco de estrategia militar

Pero la invencibilidad de este ejército no sólo se basaba en la fuerza del amor, sino también en el estudio de la formación rival y su mejor forma de vencerla...

Y es que los ejércitos griegos estaban formados por hoplitas, soldados de infantería pesada, y cuya formación de batalla preferida era la falange.  Un hoplita en formación estaba protegido por la mitad derecha de su escudo (llevado en su brazo izquierdo) y por la mitad izquierda del escudo del hombre situado a su derecha. Por lo que durante el combate los hombres trataban de acercarse a su compañero produciendo una deformación del frente el cual se inclinaba hacia la derecha, para evitar esto tradicionalmente se ponían las mejores tropas en el ala derecha.

Epanimondas, utilizará una inteligente estrategia para vencer a sus rivales, sustituirá la falange continua tradicional por una línea en cuña y de mayor profundidad, donde el Batallón Sagrado situado en el ala izquierda del frente cargaría contra las tropas de élites rivales, su mayor empuje y fuerza de carga les permitirá arroyar el frente derecho enemigo y rodear al resto del ejército.






1- Platón; “Diálogos”; Iberia; Barcelona; 1947; capítulo IV: El banquete o del amor; pág. 108.
2- Platón; “Diálogos”; Iberia; Barcelona; 1947; capítulo IV: El banquete o del amor; pág. 108.
3- Platón; “Diálogos”; Iberia; Barcelona; 1947; capítulo IV: El banquete o del amor; pág. 108.
4- Platón; “Diálogos”; Iberia; Barcelona; 1947; capítulo IV: El banquete o del amor; pág. 108.




Bibliografía

 Historia Antigua - Universidad de Zaragoza - Prof. Dr. G. Fatás

La educación pederástica en la Antigua Grecia
(Adaptado de Marrou, 1971)


 HENRI- IRÉNÉE, MARROU, “Historia de la Educación en la Antigüedad“, Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1965.

Comentarios sobre el Batallón Sagrado de Tebas en  http://www.sigla.org.ar/index.php?option=com_content&view=article&catid=45:espejo-23&id=115:comentarios-sobre-el-batallon-sagrado-de-tebas-&Itemid=104

sábado, 19 de agosto de 2017

Salón secreto del Museo de México

Las 'Salas Secretas' de los Museos:
1.- Gabinete de Objetos Obscenos de Nápoles
2.- British Secretum, el armario 55
3.- Salas secretas y pinacotecas eróticas en la España Moderna
3.1.- La Sala Secreta del Museo del Prado
3.2.- Los gabinetes reservados de los nobles  (en preparación)
4.- El Infierno de la Biblioteca Nacional Francesa
5.- El Salón secreto del Museo de Antropología Mexicano.
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SALÓN SECRETO DEL MUSEO DE ANTROPOLOGÍA MEXICANO


Desde el primer momento en que los españoles llegaron a América quedaron escandalizados por algunas de las costumbres amerindias: sacrificios humanos, la desnudez de sus gentes, rituales con un alta carga sexual, la liberalidad de algunos pueblos, la poligamia,... incluso algunos aspectos aún muy discutidos entre los propios historiadores como la existencia, o no, de orgías rituales colectivas o la polémica sodomía, práctica bastante habitual entre algunos pueblos americanos.

Todo ello hizo que una férrea capa de censura se impusiese, por lo que rápidamente la Iglesia intentó erradicar aquellas costumbres más libidinosas y destruir los restos materiales más explícitos. Pero esta censura no sólo se limitó a los primeros años de conquista, sino que se ha prolongado durante siglos hasta prácticamente nuestros días, ocultando al gran público numerosos vestigios de temática sexual como pueden ser los famosos falos gigantes de huastecas y mayas, así como numerosas piezas con representaciones sexuales explícitas.

Antiguo Museo Nacional Mexicano.


Con la creación de los primeros museos en América se dieron las primeras discusiones sobre que hacer con la ingente cantidad de objetos de carácter "erótico" producidos por las diferentes culturas americanas y que abarcaban las más diversas expresiones sexuales imaginables: esculturas itifálicas, representaciones de vaginas, enormes falos de piedra, cerámicas con claras escenas sexuales, representaciones de cópulas, de masturbaciones, hasta de rituales donde practicaba la amputación de los órganos sexuales, etc.

Todo su universo sexual representado en los más diversos soportes: esculturas, joyas, cerámicas, amuletos, murales, ... y todo ello ocultado deliberadamente bajo el polvo del puritanismo y la vergüenza. A pesar de que este tipo de piezas siempre despertó mucho interés entre anticuarios y coleccionistas de todo tipo, incluso entre las autoridades académicas. Y de esta forma nació el Salón Secreto...
Figura fálica.

A inicios de la segunda década del siglo XX, el jefe del Departamento de Arqueología del Museo Nacional, el dr. Ramón Mena, solicitó al director del Museo, Luís Castillo Ledón, autorización para reunir todas las piezas que estuvieran relacionadas con el culto fálico en una sala reservada para su estudio.

En esta colección, ubicada en la parte alta del museo, se recogieron un buen número de piezas pertenecientes a las culturas huasteca, maya, nahua, tarasca, totonaca y zapoteca... por lo que el 5 de octubre de 1921 se inauguró la Sala Secreta, cuya visita estaba restringida a estudiosos y varones de moral intachable.

Según el registro del museo se recopilaron: “31 ejemplares en piedra; 48 en barro cocido; 9 dibujos; 1 vaciado y una fotografía, tomada directamente en 1890 en Huejutla, Estado de Hidalgo”.


Ramón Mena se dedicó al estudio de estas piezas y en 1923 presentó su Catálogo del Salón Secreto, ilustrado con ocho imágenes de piezas expuestas en el salón, dos láminas con dibujos y una fotografía* de una danza en honor al falo tomada a una tribu en Yahualica, Hidalgo.

Falo de Yahualica (Tepolli)
Foto: Nicolás León, 1890.

* Esta fotografía representa una danza fálica que aún se seguía realizando en la región Huasteca de Hidalgo. El falo, tallado en piedra, y descrito por Mena como “circunciso, con el prepucio sajado, de dimensiones de 1.56 mts de alto y 0 m.30 de diámetro”, fue adquirido en 1904 por el Museo Nacional y es el vivo ejemplo de como a pesar de todo muchos cultos de clara tradición fálica siguieron vigentes en numerosos pueblos de mesoamérica.


Conclusión

Hay que reconocer el mérito y el valor de Mena por organizar esta colección e iniciar un estudio científico serio sobre el culto fálico prehispánico. Sus estudios aportaron nuevos datos cronológicos, y lo que es más importante, una nueva visión, para comprender algunos de los rituales que se desarrollaron en la América Precolombina, abriendo el camino para estudios posteriores sobre los ritos asociados a la sexualidad dentro del panorama mesoamericano.

Esta Sala estuve vigente hasta 1930, ya que en el Archivo Histórico del Museo Nacional de Antropología se registra la conclusión de este espacio museístico y una relación de las piezas exhibidas. Un catálogo de piezas que se fue ampliando durante estos años con piezas procedentes de Europa y Oriente.

El final de esta colección sigue siendo un misterio, muchas de estas piezas se dispersaron cuando se creó el actual Museo Nacional de Antropología, algunas se incorporaron a las actuales vitrinas del Museo, otras cuantas desaparecieron de cualquier catálogo oficial y aún muchas se mantienen "ocultas" en los polvorientos fondos del Museo, esperando a ser redescubiertas por futuros investigadores.


Álbum de fotografías 'Culte du Phalus au Mexique',
tomadas del gabinete secreto del antiguo Museo Nacional de Arqueología de México.


Bibliografía

Solís Olguín, Felipe, “El imaginario mexicano en torno a la sexualidad del México prehispánico. El mítico salón secreto del viejo Museo Nacional”, Arqueología Mexicana núm. 65, pp. 60-63.

 http://culturacolectiva.com/la-coleccion-secreta-de-falos-prehispanicos-del-antiguo-museo-nacional/


 http://www.proceso.com.mx/161327/hubo-un-salon-secreto-en-el-antiguo-museo-nacional




domingo, 9 de julio de 2017

Religión y sexualidad en Mesoamérica: Cultos a la fertilidad

Historia de la Sexualidad en América:
- Mesoamérica:
Capítulo 1.- Religión y Sexualidad en Mesoamérica
Capítulo 2.- Cultos a la fertilidad y cultos al falo.
Capítulo 3.- La moral sexual (próximamente)
Capítulo 4.- La prostitución (en preparación)
- Perú:
Capítulo 1.- La cultura Moche y sus increíbles cerámicas eróticas

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CULTOS

Sin lugar a dudas el elemento más importante en cualquier sociedad agrícola es la representación de su cosmovisión sobre el ciclo natural de la naturaleza: vida, muerte y regeneración; ya que a través de ella se explica no sólo el funcionamiento de la agricultura y la naturaleza, sino se da una respuesta a la vida del propio ser humano, su mortalidad y su lugar en el universo. Todo este mundo simbólico se manifiesta en los llamados cultos a la fertilidad, cuyas evidencias más palpables son sus numerosas expresiones culturales y artísticas.

 Relación sexual entre Tlazoltéotl y una divinidad masculina del placer.
Códice Borgia, lám. 50. Reprografía: Marco Antonio Pacheco / Raíces
Los ritos, cultos y ceremonias relacionados con la fertilidad de la tierra y la humana siempre tuvieron un alto componente erótico (al menos a nuestros ojos modernos), ya que la presencia de símbolos eróticos es constante en todas las culturas mesoamericanas.

A grandes rasgos podemos distinguir dos grandes momentos relacionados con los cultos a la fertilidad: En época preclásica parece que predominó un culto a la fertilidad femenino o al menos un culto donde la figura de la mujer tuvo mayor relevancia.  La importancia de estos cultos "femeninos" parece que fue decayendo, y al principio de la época clásica, con la aparición de sociedades más complejas y teocráticas, como las de Teotihuacán y Maya, fueron sustituidos por cultos a la fertilidad donde los elementos masculinos alcanzaron mayor valor, popularizándose los cultos fálicos.


Cultos a la fertilidad femenina

Mujer embarazada.
Período maya preclásico.
500 a.C. - 200 d.C.
En Mesoamérica en los yacimientos con ocupación preclásica se han encontrado una gran cantidad de representaciones femeninas realizadas en cerámica, por lo que se ha pensado que existió un culto institucionalizado a la fertilidad de carácter femenino (o al menos donde la mujer era la gran protagonista)

Esta tradición parece surgir hacia el 1500 a.C., en el seno de las primeras aldeas agrícolas y se extiende hasta principios de nuestra era 200 d.C., cuando aparecen sociedades más estratificadas.

El gran número de figuras femeninas aparecidas ha dado lugar a que surjan todo tipo de especulaciones sobre su significado: Hay quien ha querido ver un culto a ciertas divinidades femeninas relacionadas con la fertilidad, una interpretación similar a la que históricamente se ha dado a las famosas Venus europeas, ya que presentan rasgos sexuales muy marcados o muestran claros signos de maternidad. Sin embargo, estas figuras presentan rasgos muy individualizados, por lo que muchos especialistas dudan que sean representaciones de diosas, sino retratos de mujeres a las cuales se les reverenciaba como fuentes de fertilidad al estar estrechamente vinculadas con los ciclos agrícolas.

Por ello, algunos investigadores también han defendido que quizá indiquen la existencia de clanes matrilineales. Otros apuntan a teorías más pragmáticas, como que la mujer tuvo una importante función como ceramista en estas sociedades, por lo que es lógico que se terminasen representando a sí mismas. Y no faltan quienes defienden que son simplemente deidades femeninas.

Pretty Lady o “mujer bonita” de Tlatilco.
Período preclásico medio (1300-800 a.C)
Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México.


CULTO AL FALO

El culto al falo ocupó un lugar importantísimo en el mundo prehispánico, ya que éste estuvo intrínsecamente ligado a la naturaleza. El origen de su culto se puede remontar a las primeras culturas americanas, ya que la importancia de su culto no sólo viene dada por su vinculación a ritos de fertilidad agrícola sino también a la fertilidad de los propios hombres y mujeres de la sociedad.

Un culto que se expande por todo el universo simbólico del ser humano, desde cultos oficiales a grandes divinidades fálicas a la propia sexualidad individual de las personas, manifestada en los cultos y creencias más íntimas y sencillas realizadas por el pueblo llano.

Esculturas fálicas de la región de Cantona.


El culto al falo va mucho más allá de un culto oficial, sino que está presente en la vida cotidiana de los hombres.


La base de este culto se asienta sobre el pensamiento religioso de los pueblos agrícolas y su concepción cíclica del universo, donde estos ritos ocupan un lugar importantísimo para mantener el orden cósmico y asegurar que los ciclos reproductivos vuelvan a repetirse, una y otra vez.

Escultura de hombre masturbándose.
Costa sur de Guatemala.
La conexión del falo con el mundo agrícola vendría refrendada por las figurillas fálicas que se han encontrado enterradas en numerosos lugares, guardando un claro simbolismo con las semillas de las plantas que se siembran y brotan de nuevo.

Y es que el falo es un elemento esencial para el sincretismo de diversas concepciones como la naturaleza, el erotismo, la fecundidad, el poder, la guerra, la magia, etc.  Por este motivo es frecuente encontrar representaciones de todo tipo donde vemos falos en estado de erección bastante evidentes, ya sea en guerreros cautivos o animales sagrados como el jaguar.

Además, muchos expertos también vinculan este tipo de imágenes fálicas con el acto de labrar la tierra y sembrarla, nuevamente vemos como sexualidad humana y naturaleza se mezclan en su sistema de creencias. La función creadora del falo y su semilla se asocia con el arado, que con su surco ayuda a fertilizar la tierra, esta última, adopta un rol femenino, ya que como las mujeres engendra vida en su interior, pero para que esta germine hace falta sembrarla o regarla con el líquido vital.

La realidad es que la importancia de este culto es palpable hoy en día, ya en que muchos lugares de América aún se mantienen ritos y tradiciones muy vinculados con el culto fálico como pueden ser los casos de las localidades de Tebas, Yahualica y Tutotepec. Donde hasta principios del siglo XX se siguieron celebrando fiestas populares en municipios donde el culto fálico era el gran protagonista, por no hablar de la tradición religiosa de numerosos grupos indígenas donde esta pervivencia del culto fálico aún está muy presente.

Divinidades relacionadas con el culto fálico

En Mesoamérica, el culto fálico está relacionado con diversas divinidades y culturas, por lo que es un fenómeno común en todas las regiones. Entre las divinidades vinculadas al culto fálico, Margáin, Ochoa y otros especialistas enumeran unas cuantas:

- Tlazolteotl o Tlaelcuani, Ixcuiname, Xipe, Xochipilli, Tochtli y Mayauel.
- Entre las adoradas en las principales fiestas fálicas del calendario ritual nahua tenemos a: Tepeiluitl,Tlacaxipeualiztli, Ochpaniztli, Xocotlutezi, Tititl,Quecholli, Izcalli, Atamalcualiztli.
- Entre los dioses mesoamericanos, Ehécatl- Quetzalcóatl también aparecen como divinidades fálicas.

El dios Tezcatlipoca, fálico.


Orígenes del culto al falo

Aunque su origen seguramente sea ancestral y común a casi todos los pueblos primitivos y/o agrícolas, las primeras manifestaciones visibles se dieron en los pueblos de la costa del Golfo de México, con olmecas y huastecos. Ya que es en estas regiones donde primero podemos observar la vinculación del culto fálico con una cosmogonía oficial, estando asociada a diosas de un alto componente sexual como Tlazoltéotl-Ixcuina.

Por todo ello, es probable que estas zonas costeras sean el centro difusor del culto fálico, sustituyendo progresivamente a otras manifestaciones similares mediante el fenómeno del sincretismo. El ejemplo más claro de este sincretismo religioso es que estos cultos fálicos perviven hasta época tardía (período Posclásico) cuando los tolteca y mexicas adaptan esos cultos fálicos pero relacionándolos con sus dioses de la guerra.


Ritos vinculados al culto fálico:

- Cantos y Danzas:

Entre los ritos más conocidos en torno al culto fálico estarían los cantos y danzas vinculados con fiestas fálicas. Este tipo de ceremonias fueron de gran popularidad en toda Mesoamérica, extendiéndose de costa a costa, como bien atestiguan las numerosas representaciones en cerámicas de sacerdotes ataviados con falos.

También fueron recogidas en diversos códices y láminas, como la del Códice Borbónico e incluso contamos con testimonios directos de algunas tradiciones recogidas ya sea por los primeros españoles que llegaron a América, como siglos después por etnólogos de principios del siglo XX que viajaron por toda Mesoamérica.

Así sabemos que este tipo de danzas fueron bastante populares entre los huastecas, especialmente en su fiesta anual del Ochpaniztli dedicada al dios Tlazoltéot.

Códice Borbónico.

Otra ceremonia muy conocida fueron los ritos de fertilidad realizados por los nahuas en honor a la diosa Toci, donde en una ceremonia bastante macabra, ya que culminaba con el sacrificio de una mujer, los hombres danzaban con falos atados a su cintura. Por lo que vemos, como de nuevo, los conceptos de sacrifico, sangre, falo, fertilidad se unen en su sistema de creencias.

De época colonial tenemos el testimonio recogido por el arqueólogo mexicano García Payón del sacerdote criollo Tapia Zenteno que explicaba de esta forma el culto celebrado en Tampamolón, San Luis Potosí, allá en el siglo XVIII:

" [...] en los días de fiesta religiosa que llaman Conelajib los hombres se preparaban por medio de abstinencias de sus mujeres, por medio de ayuno y en otras formas… para sacar a bailar al Teem, que los mexicanos llaman Xochiquetzal, que es un idolillo que baila comúnmente de noche después de bien llenos de bebida. El paya es una figura de amphora [en forma de falo] que aderezaban con flores que hacen de plumas teñidas y en trajes de mujeres con cabellos postizos muy crecidos, la cargan a la espalda, danzando en círculo y teniendo por centro un teponaxtle, que tocaba el maestro de la danza, y de muchas supersticiones que con un incensario de barro es el primero que purificaba estos instrumentos, y luego persuade a hacer lo mismo a los circundantes, amenazándoles con que si no lo hacen, o han de tener mal suceso, o han de morir en breve plazo, y suele suceder así por astucia del demonio… Estos daños y otros, que callo, se siguen de estos malditos bailes… su silencio en este punto, como consejo del demonio a sus pasados… lo guardan tan inviolablemente que con dificultad declaran algo de ello… ".
- Tapia Zenteno, 1767, citado en García Payón, 1976: 122.


Falo de Yahualica.
M.N.A.M.
Celebraciones similares se dieron alrededor del famoso "falo de Yahualica", en la localidad del mismo nombre de Hidalgo. Este falo es una escultura de metro y medio de altura y unos 30 cm. de diámetro, situada en la plaza central del pueblo hasta que fue trasladada al Museo Nacional en 1890.

Pues existen numerosos testimonios que el pueblo se reunía alrededor de este gran falo para cantar y danzar a su alrededor en una celebración relacionada con la fertilidad de los miembros de la comunidad.



- Autosacrificios

Uno de los ritos más sorprendentes son los llamados autosacrificios, es decir, cortes y heridas que se autoinfligían en el pene, para que la sangre emanada hiciese de fuerza regenerativa. Aunque estos ritos no están directamente relacionados con el culto al falo, sino más bien con actos de penitencia, no podemos dejar de reseñarlos aquí, ya que esta práctica fue bastante común entre mayas y aztecas.

Buena fe de ello son las numerosas representaciones de dichos autosacrificios, tanto en glifos como en códices, así como en figuras de arcillas y esculturas que nos muestran que la automutilación, la circuncisión y la decoración del pene con tatuajes fueron prácticas habituales
Mural de San Bartolo donde se ve al Dios del Maiz automutilándose con un enorme punzón.
Imagen extraída de http://mayananswer.over-blog.com/
Estos autosacrificos eran realizados principalmente por los líderes de la comunidad: reyes, altos sacerdotes, aunque también miembros del pueblo llano y servían para conectarse con el mundo de los dioses. Con la ayuda de diversos instrumentos puntiagudos, como espinas de maguey o punzones de hueso, se sangraban el pene, ya que tanto el semen como la sangre emanada del pene son metáforas que recrean el mito cosmológico de la creación.

Este ritual consistía en salpicar con la sangre tiras de trapo o papel que tenían atadas al pene, para después verter dicha sangre en una vasija, quemando todo ello junto a otros elementos sagrados como mazorcas de maíz.


- Masturbación ritual

Escultura fálica de Jalisco.
Museo Regional de Guadalajara.
Al igual que los autosacrificios, donde la sangre sirve de alimento a los dioses para la fecundación de la tierra, el tema de la masturbación ritual masculina también fue un tipo de rito bastante habitual asociado a los cultos de la fertilidad. A pesar de que su estudio siempre ha estado relegado por la historiografía por motivos de autocensura la importancia de estos cultos parece fuera de toda duda.

Tan es así, que en la mitología mexicana para explicar la creación del mundo se recurre al acto de la masturbación, ya que la caída del semen de Quetzalcóatl provocó la germinación de las flores y la primavera, como bellamente se describe en el Códice Magliabechiano del siglo XVI.

También se han encontrado exvotos de falos realizados en madera por lo que se ha supuesto que existiesen ritos de carácter orgiástico donde la masturbación ocupase un lugar muy destacado, mostrando la clara unión existente entre el placer y lo sagrado.

Y es que esta vinculación entre sexualidad, erotismo y muerte se hace aún más evidente en la fiesta
dedicada al dios Tezcatlipoca, donde un hombre joven asume el papel del dios y convive durante 20 días con cuatro sacerdotisas que lo colman de toda clase de placeres. Estas mujeres son las representaciones de las diosas Xochiquetzal, Xilonen, Atlatonam, y Uixtocioatl. Pero como no puede ser de otra forma, al finalizar este período el hombre pase a ser sacrificado en honor al dios.



Conclusión

Como conclusión subrayar la importancia que tuvieron los cultos a la fertilidad en los pueblos de carácter agrícola, ya que a través de ellos, no sólo explican el carácter cíclico de la naturaleza, sino que también son necesarios para el buen funcionamiento de esta reproducción cíclica, asegurando el mantenimiento del orden universal.

Por todo ello, hemos podido comprobar como su culto se extiende a todos los niveles en las cosmogonía del ser humano, con multitud de ritos y cultos, desde aquellos vinculados a las grandes deidades hasta cultos individuales realizados en la vida cotidiana del hombre.

Ha sido tal su importancia, que alguno de estos cultos han estado vigentes hasta prácticamente nuestros días, y aún, muchas comunidades indígenas mantienen cultos relacionados con la fertilidad y el falo.

A pesar de su importancia son escasos los estudios relacionados en torno a los cultos fálicos, ya que desde el primer momento de la conquista todos estos objetos fálicos fueron considerados demoníacos, por lo que la gran mayoría fueron destruidos o mutilados sin más contemplaciones. Pero la postura de historiadores y arqueólogos tampoco ha ayudado mucho, ya que hasta prácticamente el siglo XXI no se han empezado a realizar estudios rigurosos sobre la sexualidad y los cultos a la fertilidad en el mundo mesoamericano, y lo que es más importante, desde una visión globalizadora y sin los tapujos y la autocensura propia de buena parte de los investigadores decimonónicos y del siglo pasado.

Buena muestra de ello es que gran parte de los museos del continente americano aún guardan en sus almacenes gran cantidad de objetos de carácter sexual, sin atreverse a exponerlos en las vitrinas bajo una explicación científica de su significado.



Bibliografía

Aproximación al estudio del culto fálico en dos civilizaciones: Mesoamérica y el Egipto antiguo

Navarrete Cáceres, Carlos, “Acercamiento a la masturbación ritual en Mesoamérica”, Arqueología Mexicana núm. 104, pp. 46-50.

Johansson, Patrick, “Erotismo y sexualidad entre los huastecos”, Arqueología Mexicana núm. 79, pp. 58-64.

Vargas Benavides, H.O.; "De parejas copulantes y representaciones fálicas prehispánicas en la región costarricense", Escena. Revista de las artes, Publicación semestral, Volumen 75 - Número 2 Enero - Junio 2016.


[En Internet]

Museo chileno de Arte Precolombino: http://www.precolombino.cl/exposiciones/exposicion-permanente-america-precolombina-en-el-arte/mesoamerica/vitrina-mujeres-y-fertilidad-de-la-tierra/

Culto fálico maya: http://mayananswer.over-blog.com/article-el-culto-falico-51366663.html

Masturbación ritual: 
http://mayananswer.over-blog.com/article-rituales-sexuales-55674938.html
http://culturacolectiva.com/masturbacion-ritual-sagrado-culturas-prehispanicas/

 http://sexualidadmexicoprehispanico.blogspot.com.es/

miércoles, 28 de junio de 2017

Homosexualidad en Roma: De la bisexualidad al pecado

Índice:
1.- La homosexualidad en la cultura romana
2.- La evolución de la moral sexual respecto a la homosexualidad
3.- Homosexualidad femenina en la antigüedad clásica
4.- Esclavos sexuales  (en preparación)
5.- Transexuales en Roma (en preparación)


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EVOLUCIÓN DE LA MORAL SEXUAL RESPECTO A LA HOMOSEXUALIDAD

Si en nuestra entrada anterior estudiamos el concepto de homosexualidad existente en la cultura romana, en la entrada de hoy vamos a analizar como ese concepto fue evolucionando a lo largo de los siglos hasta llegar a su total rechazo con el triunfo de la moral sexual cristiana.

A grandes rasgos podemos hablar de 4 grandes fases respecto a la moral sexual, aunque como ya hemos advertido antes, cada provincia romana tendrá sus propias costumbres sobre la homosexualidad, y seguramente dentro de cada una de estas fases hubo épocas de más o menos permisividad, según modas, gobernantes, crisis políticas o económicas, etc...

1.- La virtud romana: Monarquía y República
2.- El triunfo de eros: S II a.C - I d.C
3.- La condena de la pasión: S.II - III d.C.
4.- El nacimiento del pecado: S.IV-V d.C.

Pintura mural pompeyana. Escenas sexuales en el Nilo.


1.- LA VIRTUD ROMANA: MONARQUÍA Y REPÚBLICA.

Bulla etrusca en forma de corazón.
Roma en sus inicios fue un pueblo de pastores y eminentemente agrícola, de costumbres rústicas y una moral sexual bastante severa. Muy alejada de las costumbres más refinadas de las polis griegas e incluso mucho más restrictivos en su moral sexual que los etruscos, pueblo del que proviene gran parte de su cultura.

En este época, la visión de la homosexualidad tuvo que ser bastante severa, aunque se pudiese aceptar que el pater familias tomase a algún joven esclavo para satisfacer alguna necesidad sexual, como bien nos señala Plutarco, cuando responde a la pregunta: ¿Por qué adornan a los niños con los amuletos que llaman "bullas"?

[...] ¿o no era deshonroso ni vergonzoso entre los antiguos amar a esclavos que estuvieran en la flor de su edad, como aún ahora atestiguan las comedias, mientras que se apartaban rigurosamente de muchachos libres y, para que no dudaran, aun cuando se los encontrasen desnudos, los jóvenes llevaban este distintivo?
- Plutarco, Cuestiones romanas, 101.

Pero si algo nos llama la atención sobre esta época fue la conocida como LEX SCANTINIA, la primera ley que conocemos del mundo romano que intentaba regular las conductas sexuales, aunque no está claro cuando fue promulgada, parece ser que nos movemos en un arco temporal entre el 225 a.C. y el 149 a.C.

A pesar de no conocerse exactamente el texto de ley, parece que regulaba ciertas formas de sexualidad, castigando cualquier forma de sexo con muchachos romanos libres y aquellos casos en los que un ciudadano ejercía un papel pasivo en prácticas homosexuales, ya fuese sexo anal o la felación.



Otro tipo de sanción diferente era forzar a cualquier tipo de sometimiento contra su voluntad a cualquier ciudadano romano, fuese cual fuese su condición.

El mejor ejemplo de esta ley nos lo da Valerio Máximo (V,1,9) quién nos relata que durante las guerras samnitas (343 - 290 a.C), un joven ciudadano romano llamado Veturio tuvo que venderse a sí mismo como esclavo para pagar algunas deudas. Su comprador fue un tal Plotio que enamorado de su nueva adquisición no dudó en intentar tomarlo. Al negarse el joven Veturio a satisfacer las necesidades de su amo, Plotio lo hizo azotar. Así que Veturio llevó el caso al Senado que no dudó en encarcelar a Plotio por intentar corromper la pureza de la sangre romana.

Pintura erótica pompeyana.
Termas suburbanas. Escena Lésbica.
Las penas podían variar desde una multa hasta la pena de muerte, según los casos, ya vimos, en el anterior post, como las denuncias de sodomía dentro del ejército eran castigadas de forma mucho más severa. Aunque parece que la sanciones en el ámbito civil eran fundamentalmente económicas, pudiendo llegar hasta los 10.000 sestercios.

Pero seguramente peor condena que la económica era el estigma social que recaía sobre esa persona, ganándose el apelativo de impudicus, haciéndose acreedor del desprecio más absoluto, ganándose el rechazo y la discriminación de los de su clase. Por lo que en una sociedad tan clientelista como la romana eso podía suponer la ruina de tus negocios, de tu carrera política y de algo tan importante como el prestigio de tu familia.

En resumen, dos cosas llaman la atención de esta ley:
- Primero, no hay regulación contra las formas activas de homosexualidad hacia personas de rango social inferior, por lo que se sobrentiende que estaban permitidas.
- Segundo: el hecho que haya que regular este tipo de comportamientos puede ser una señal de que, las relaciones homosexuales eran más habituales de lo que podemos pensar y de que el (mal)llamado "vicio griego" (sexo con jóvenes adolescentes libres) empezaba a ser una práctica habitual en la sociedad romana, por lo que se vieron forzados a promulgar este tipo de leyes para frenar su extensión.

En los baños romanos. Fyodor Bronnikov

Por último, si nos fijamos en las fechas de estos casos, y como bien se señala en 'Eros romano': "La atracción por los jóvenes siempre había atormentado a los romanos, incluso antes del siglo II y de la influencia griega, por más que les pese a algunos historiadores. Al contrario que la mujer, el hombre había tenido, desde un principio, libertad para satisfacer sus apetencias sexuales, independientemente del sexo, a condición de conformarse con los esclavos".

Es decir, la bisexualidad romana NO fue importada por influencias orientales ni griegas, siempre estuvo ahí presente. Otro argumento a favor de esta teoría nos lo trae el gran comediógrafo latino Plauto (254 - 184 a.C), ya que en sus comedias aparecen esclavos (y no sólo de edad púber) que son amenazados en ser sodomizados por sus amos. Además, también menciona como existe ya la prostitución masculina, relatando como los prostitutos esperaban a sus clientes en plena vía Toscana.


Como conclusión podemos deducir que casos de impudicia existieron siempre. Los anteriores a la Lex Scantinia se juzgarían como casos aislados. Pero la existencia de esta ley nos hablaría de la necesidad de promulgar sobre unos hechos que empezaban a ser algo más que simples casos aislados.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que antes de la II Guerra Púnica (218 a.C) la presencia de esclavos en Roma era bastante escasa y estos eran utilizados sobre todo en labores agrícolas, por lo que se puede deducir que, aunque en esta primera etapa, la homosexualidad activa estaba integrada dentro de la moral sexual romana no fue un fenómeno muy extendido.

Habrá que esperar a que Roma de su gran salto imperialista para que la presencia de esclavos en la sociedad romana fuese cada vez más alta, y es a partir de este momento, cuando se puede decir que la bisexualidad se convierte en un rasgo típico de la sociedad romana.




2.- EL TRIUNFO DE EROS: Finales de la República y primeros siglos del Imperio.

A medida que Roma iba expandiéndose y conquistando a los pueblos vecinos su moral sexual se fue relajando, más y más, especialmente después de imponerse a su más temible enemigo, Cartago. Su posición hegemónica sobre el Mediterráneo trajo consigo riquezas, prosperidad y nuevas costumbres, especialmente por el influjo y admiración que siempre tuvo Roma del mundo griego.

Se puede decir que entre finales de la República y primeros siglos del Imperio, la sociedad romana se erotizó, la prosperidad, el comercio, trajo consigo un estilo de vida refinado, lujoso, se cantaba a la vida, al amor, las mujeres abandonaron su antiguo papel de sumisas amas de casa y tomaron mucha relevancia en la sociedad, se produjo una cierta liberalización de la mujer, también de las costumbres. Lo que antaño se hacía en el interior del hogar, ahora se hacía públicamente.

La lujuria, el desenfreno, la pasión, la perversión, la corrupción de las viejas costumbres, se había instalado en el seno de la sociedad romana.


La decadencia romana, Thomas Couture

Y esto era según muchos escritores el origen de la crisis romana, las primeras grietas sobre ese gran edificio que fue el Imperio Romano.

Como bien señala Blázquez "con la expansión romana el llamado vicio griego se extendió por toda la sociedad romana. La homosexualidad de tipo griego se generalizó en Roma ya en la época de Catulo. Se extendió la costumbre del muchacho favorito, o la pandilla de jóvenes esclavos. Se planteó el problema de tener jóvenes libres o de buenas familias, y de convertir los gimnasios en escuelas de aprendizaje amoroso. En la realidad, el amor a los muchachos nobles estuvo tan extendido como en Grecia. La homosexualidad era muy frecuente en las escuelas en época de Horacio. Estaba admitida. Lo que estaba mal visto era la posibilidad en el acto amoroso de los muchachos libres. Los padres se informaban de en qué gimnasio los hijos libres corrían más peligro. El amor a la griega no era un resultado de la helenización de Roma. En Roma, el amor a los muchachos no fue un problema sexual, sino ético."

Relieve romano. Pedagogo y sus alumanos. S. III a.C.

Un cambio de la moral influenciado por el éxito del pensamiento epicúreo, una visión de la vida hedonista, en una búsqueda constante del placer.


Pero, poco a poco, el aburrimiento fue invadiendo invadido el alma romana, este cambio de paradigma había sumida a los ciudadanos romanos en una vida regalada, lujosa, pero sin ningún tipo de aspiración vital. La religión oficial no ofrecía una respuesta capaz de paliar esa angustia vital. Si lo comparamos, se vive una situación similar a la que ya relatamos en este post sobre el Japón de época Edo, donde una burguesía y una clase media adinerada, sin posibilidad de participar en la política, se refugió en el mundo del placer, en los llamados mundos flotantes.
Busto de César Augusto.

Dentro de este contexto, no nos puede extrañar que Augusto promulgase toda una serie de leyes, las famosas "LEX IULIAS", para intentetar recuperar los tradicionales valores de la familia romana, especialmente preocupado por la baja natalidad dentro de las familias romanas y la preeminencia de esclavos y libertos en la sociedad.

Por todo ello, promulgó una serie de leyes (sin mucho éxito) que buscaban fomentar el matrimonio (Lex Iulia de Maritandis Ordinibus), y regular la moral sexual de sus ciudadanos (Lex Iulia de Adulteriis Coercendis), castigando el adulterio, el estupro y dificultando el divorcio.

Aunque no parece que estas leyes afectasen directamente a la homosexualidad, ya que la bisexualidad no afectaba directamente a la natalidad, ni era vista como una práctica vergonzante en esa época.

La homosexualidad en esta época no era contraria a la moral.


Por lo que nada mejor que citar a Horacio, que encarna todos estos valores de la nueva Roma, hijo de un liberto, educado en las corrientes filosóficas epicúreas y coetáneo de Augusto cantaba en uno de sus poemas:

"Ya no me gusta, como antes, escribir pequeños versos sobre el violento golpe que me asestó el Amor, el Amor que se ensaña consumiéndome sobre todo por los muchachos de cuerpos delicados y por las jovencitas"
- Horacio, Epodos, X

Pero si traemos a colación estas leyes augusteas sobre la moral sexual es por dos motivos:
- Primero, y muy importante, casi revolucionario, estas leyes venían a sancionar públicamente relaciones interpersonales que hasta ahora se resolvían en la intimidad del hogar. Es decir, el Estado, el derecho público, tenía capacidad para entrometerse en la vida privada de sus súbditos, por lo que no nos puede extrañar el fuerte rechazo que provocaron estas leyes.
- Segundo, todo este corpus jurídico fue acompañado de una campaña de adoctrinamiento que vino a reforzar el pensamiento estoico. Por lo que, progresivamente, gran parte de la sociedad romana, fue asimilando gran parte de los principios morales que pregonaba esta doctrina.

Mosaico romano.



3.- LA CONDENA DE LA PASIÓN: EL ESTOICISMO.

Y así llegamos a esa tercera fase, que se mueve alrededor del siglo II d.C., con la búsqueda de la regeneración moral de la sociedad romana, impulsada especialmente desde un movimiento filosófico, el estoicismo. Con la llegada de las crisis parece que la solución siempre suele ser la misma, aludir a los valores fundamentales de la antigua patria... y eso hicieron los romanos. Un buen número de filósofos, intelectuales e incluso emperadores, no dudaron en intentar reconducir a la sociedad romana bajo unos nuevos valores morales y sexuales.

*Cambios políticos, morales...
 
Estos cambios morales vinieron de la mano de un importante cambio político e incluso mental se podría decir, ahora Roma ya no era una república entre iguales, el pater familias no era ya un poderoso señor dueño de sí mismo, libre de someter a su autoridad (y a su sexualidad) a cualquier persona de un rango social inferior. 

Bajo el Imperio, esos antiguos y poderosos señores estaban al servicio del emperador, esa mentalidad que había caracterizado a los romanos, la de poseer, dominar, la de conquistar... se había diluido, lo que antiguamente era orgullosos linajes familiares, ahora se habían transformado en simples funcionarios de un aparato burocrático al servicio del Imperio.

Boda Aldobrandini. Siglo I a.C. Roma. Museos Vaticanos

Con las primeras crisis del Imperio nacía un nuevo hombre romano, y con él una nueva moral sexual, estaba perdido y necesitaba encontrarse a sí mismo, este nuevo hombre necesitaba aferrarse a algo nuevo, y encontró su respuesta, en la revisión de las antiguas corrientes filosóficas (neoplatonismo, neopitagorismo, estoicismo, escepticismo) y las respuestas que le ofrecían las nuevas religiones mistéricas. 

Los esclavos, ya no eran simples objetos, también eran personas; la mujer ya no debía obediencia ciega a su marido, ahora era un igual; el matrimonio ya no era un simple acuerdo económico, estaba naciendo el mito del amor conyugal; nuestra actual idea de lo que es el matrimonio, por lo que la infidelidad conyugal por parte del marido ya no era vista como algo aceptable, tampoco la homosexualidad.


... y sexuales.

Todo esto se traslada al campo de la moral sexual. En los períodos anteriores cada clase social estaba sujeta a su propia moral sexual. En este nuevo período, estoicos, primero; y cristianos, después, pregonarán que la moral sexual tiene que ser igual para todos, ya seas esclavo, liberto o ciudadano romano. Pero extendiendo la moral sexual restrictiva que imperaba en las clases bajas o populares a las clases dirigentes romanas.

La prudencia y la moderación son los valores máximos que han de gobernar la vida, la casa y la sexualidad de este nuevo hombre. La abstinencia sexual fue puesta en valor por esta nueva moral, apoyada en comentarios de médicos y filósofos. Todo ello les encaminará a ensalzar la monogamia, la fidelidad, cambiando la forma de entender el sexo y el placer.

 Escena de matrimonio. Casa de la Farnesina. 21 a.C. Roma. Museo de las Termas

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*Para todos aquellos que quieran profundizar en estos cambios transcendentales en la moral de la sociedad romana, en los siguientes post hablamos de ellos desde diferentes perspectivas:
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Con bien resumen E.Cantarella en su libro 'Según natura: la bisexualidad en el mundo antiguo':
[...] la moral sexual romana se había transformado de una bisexualidad de estupro en una heterosexualidad de reproducción. La sexualidad tardo-pagana, en otros términos, tendía a limitarse a las relaciones matrimoniales. La castidad (fuera del matrimonio) se había convertido en una virtud. Los matrimonios se multiplicaban. Las relaciones matrimoniales habían cambiado: los esposos debían amarse. Había nacido, en suma, la "moral de pareja".

Este discurso, que después será aprovechado por el cristianismo, se ve muy bien reflejado la obra de Apuleyo 'De Platonae', ya que distingue varios grados de amor: el amor de las almas sombrías que "son movidas por el deseo de gozar de unos cuerpos y aplacar su ardor a través de la voluptuosidad", y el amor de las albas buenas que ayuda "a la gente de bien a ser mejores y más eminentes". Uno es el amor terrenal, indigno, sucio; el otro es el amor divino, promovido por la razón.

¿Os va sonando a algo este discurso? El estoicismo irá abriendo camino a muchos de los dogmas cristianos: la lucha entre la carne y el espíritu, la condena a la pasión, la exaltación de la virtud, de la templanza, de la continencia sexual, incluso la condena al placer sexual

Así, de manera progresiva se irá instaurando una censura moral contra la homosexualidad. Un buen ejemplo de ello son los astrólogos de época bajoimperial, como Manilio o Fírmico, cuya visión de la homosexualidad empieza a ser bastante negativa:

"Si esta conjunción se produce en los signos trópicos, entonces toda la impureza de la impudicia se desarrolla en el cuerpo afeminado de los hombres experimentando los ardores de la sensualidad femenina, mientras en el naufragio de su honor y de su renombre, se ven manchados por una impureza deshonrosa".
- Fírmico, Libro VI. 
 
Mosaico romano con motivos astrológicos. S.III d.C.


4.- La condena a la homosexualidad: el cristianismo

Como vemos el cristianismo se apropió del discurso pagano para difundir con mayor facilidad su fe, además el gran acierto del cristianismo es que supo llegar a todos los sectores de la sociedad, desde los más humildes a los grandes emperadores.

No hace falta decir que impuso desde el principio una moral sexual estricta y exigente, condenando toda actividad sexual fuera del matrimonio, y sólo permitida bajo fines reproductivos. Por lo que la homosexualidad fue considerada muy pronto como uno de los mayores pecados.


"Sus mujeres han cambiado las relaciones naturales por unas relaciones contra natura. Y los hombres, abandonando las relaciones naturales con la mujer, se consumieron en pasiones los unos por los otros, hombres que hacen con otros hombres cosas infames, recibiendo en sí mismos el pago que cumple su extravío"
- Pablo, Epístolas a los romanos.

En cuanto a la homosexualidad, aunque antes del siglo IV d.C., no hubo ninguna disposición específica sobre ella, todo parece indicar que su práctica se fue castigando con más severidad con el paso de los años.

Mosaico de Justiniano.
Basílica de San Vital (Rávena)
Filipo el Árabe, en el siglo III intentó prohibir la prostitución masculina sin mucho éxito. Más tarde, los hijos de Constantino parece ser que promulgaron leyes que castigaban la homosexualidad pasiva con la castración. Con Teodosio I (390 d.C.) se condenaba a los prostitutos masculinos a expiar en las llamas la gravedad de sus pecados. Teodosio II hizo extensible este castigo a todos los homosexuales pasivos, fuesen prostitutos o no. Hasta llegar a Justiniano, quien en el año 533 d.C., legisla oficialmente la pena de muerte a todos los homosexuales, ya fuesen activos o pasivos, ya que no sólo ofendía a los hombres sino también a Dios.

Como señala Jean-Noel Robert en su magnífico "Eros romano": "Por vez primera la homosexualidad estaba claramente presente en un texto constitucional como un crimen contrario a la religión, que ofendía a Dios".

La Iglesia dividió la moral entre lo puro y lo impuro, y todo aquello que era considerado impuro caía en una prohibición radical, y no sólo condenaba a los pecadores a una eternidad en el infierno, sino que según iban acaparando el poder, fueron imponiendo sus creencias bajo el peso implacable de la ley.

El cristianismo condenó a los hombres, durante miles de años, a reprimir su sexualidad, otorgándole una visión negativa a su cuerpo, a su sexualidad, a su placer, a sus sentimientos. 






BIBLIOGRAFÍA

ÁNGELA, ALBERTO; “Amor y sexo en la Antigua Roma”. La esfera de los libros. Madrid, 2015.

BLÁZQUEZ MARTÍNEZ, J.M.; El mundo amoroso de Catulo y de la Roma de finales de la República, Gerión, 2007, Vol. Extra 277-310.


CANTARELLA, E.; Según natura: la bisexualidad en el mundo antiguo, Madrid, 1991.

GRIMAL, P.; El amor en la antigua Roma, Ed.Planeta 

MARCIAL, Epigramas Eróticos,Aldebarán, 2000.

VEYNE, P.; La Homosexualidad en Roma, en: Sexualidades Occidentales, Ph. Ariès, A. Béjin, M. Foucault y otros. Editorial Paidós, Buenos Aires, Argentina, 1987, pp. 51 – 64

MACÍAS VILLALOBOS, C.; La homosexualidad y las conductas sexuales pervertidas desde la perspectiva de la astrología antigua,  Minerva: Revista de filología clásica, Nº 19, 2006, págs. 215-246