sábado, 2 de octubre de 2021

Prostitución en el Lejano Oeste: Prostitutas, bailarinas y madames

Prostitución en el Lejano Oeste:

    Parte I: El sexo en el lejano Oeste
    Parte II: Prostitutas, bailarinas y madames
    Parte III: Burdeles y zonas de prostitución



Es hablar del Oeste y a todos nos vienen a la mente imágenes de famosas películas de western con indios salvajes, peligrosos pistoleros, extensas praderas y duelos bajo un ardiente sol, pero no hay película donde no aparezca una "paloma herida", una "ninfa de la pradera", un "ángel caído", una "mujer pintada", nombres eufemísticos para denominar a las mujeres dedicadas a la prostitución.

La mayoría de las películas nos han mostrado a estas "mujeres de salón" como mujeres desvergonzadas, con carácter, que llevaban una vida frívola, y que, finalmente, eran rescatadas de ese mundo por el protagonista de la película.

Pero para la gran mayoría de prostitutas no había salvación alguna, ni héroe que las rescatase, ni tan siquiera una vida feliz. 


Tal y como nos muestra la magnífica película de Clint Eastwood, 'Sin Perdón', que nos relata la cara más amarga de este sórdido mundo.

Un mundo sucio, peligroso, mísero y sórdido, donde la gran mayoría de prostitutas acababan alcoholizadas, adictas a alguna droga o muertas por alguna enfermedad. Aunque también existieron prostíbulos de alto standing, que les dieron la oportunidad de acumular ciertos ahorros para poder establecerse con una nueva vida en alguna lejana ciudad. Incluso mujeres, como el caso de bailarinas y chicas de alterne que, aunque tildadas de mujeres poco honorables, no ejercían la prostitución.

Prostitutas en su habitación.

Pero empecemos por el principio, ¿por qué fueron tan populares los burdeles en Lejano Oeste?  El motivo es sencillo, la falta de mujeres. La conquista del oeste no fue fácil, era un territorio inhóspito, a veces peligroso, por lo que los primeros en lanzarse a la aventura en pos de riquezas y tierras fueron principalmente hombres jóvenes. En los primeros tiempos de la conquista del Oeste, la población masculina triplicaba a la femenina, incluso hubo lugares como la California de 1850, donde el 90% de la población era masculina.  Por lo que los burdeles y salones y casas de baile se convirtieron es un próspero negocio con una clientela necesitada del contacto con mujeres. 


Se ha estimado que en la segunda mitad del XIX, período donde la prostitución estuvo permitida en los territorios del oeste, hubo más de 50.000 mujeres ejerciendo la prostitución. Incluso en algunas ciudades el número de prostitutas eran tal elevado que suponían hasta el 25% de la población.


Pero ¿cómo podía acabar una mujer ejerciendo en un prostíbulo?  Por la miseria, ya que, la prostitución se convertía en la única fuente de ingresos posible para numerosas mujeres que se quedaban sin amparo familiar: mujeres abandonas por sus maridos, o aquellas que se quedaban solas al morir sus padres o enviudaban demasiado jóvenes. Estas mujeres eran atraídas con carteles que prometían un salario digno, ropas o comida diaria.

No faltaban las que la sociedad empujaba al mundo marginal de la prostitución. Los casos más tristes eran aquellas mujeres que, seducidas por un amante pasajero, perdían su virginidad, o aquellas que eran violadas, ya que una vez perdida la honra, no había esperanza para ellas, les imposibilitaba casarse, o las propias hijas de las meretrices, que ya nacían bajo el estigma de ver en la prostitución su única forma de ganarse la vida.

La doble moral del oeste



Otro de los motivos de esta época dorada de los burdeles era la doble moral imperante en EE.UU. en aquella época. Una doble moral plasmada físicamente en el mapa de los EE.UU., ya que mientras en las ciudades del este imperaba una rígida moral victoriana, en las nuevas ciudades del oeste se regían  por una mayor permisividad, no escrita, que toleraba ciertas actitudes.

Así que, aunque la prostitución era tildada como una actividad ilegal, o más bien alegal, no había poblado o ciudad que no contase con algún lupanar en sus inmediaciones.


Incluso muchos de ellos estaban incluidos en los directorios locales o estatales, como la "Guía de viajeros de 1895" de Colorado, un manual de 66 páginas donde el cliente podía buscar el burdel más adecuado a su bolsillo.

Por ello, las autoridades locales preferían hacer la vista gorda ante la prostitución, y como mucho, confinar la zona de los burdeles en una zona apartada de la ciudad, normalmente al otro lado de las vías del tren, estableciendo una especia de frontera que separaba a las mujeres honradas de las prostitutas.

Prostituta en el interior de un prostíbulo.

Además, en el lucrativo negocio de la prostitución, las mismas autoridades locales no dudaron en sacarle provecho económico, cobrando una especie de impuesto indirecto, a través de "multas" periódicas, tanto a las prostitutas como a los locales de alterne.

Por otro lado, también tenemos esa doble moral que siempre se ha vivido en torno a la prostitución, tolerándose como un mal necesario, ya que se veía como una herramienta social para evitar que los hombres molestasen (por no decir, violar, secuestrar...) a las mujeres honradas. Por ello, aunque las prostitutas siempre estuvieron mal vistas por el resto de la sociedad, su presencia siempre fue tolerada.

Algunas meretrices llegaron a ser mujeres referentes en sus ciudades, al promover actividades filantrópicas y culturales.


Incluso muchos hombres preferían tratar con prostitutas que, con mujeres honradas, ya que delante de las prostitutas se podían comportar, tal y como eran, y no fingir unos modales y un refinamiento del que carecían por completo.

LAS PROSTITUTAS


En el Oeste se pueden diferenciar dos tipos de señoras de "mala vida". Por un lado, tenemos a las prostitutas, que ejercían en burdeles y prostíbulos de toda clase y condición. Por otro, tenemos aquellas mujeres que trabajaban como bailarinas o chicas de alterne en salones de baile y tabernas, que, aunque su nombre pueda indicar lo contrario, no ejercían la prostitución.

Muchas de las mujeres que ejercían la prostitución tenían otro oficio con el que aumentar sus ingresos: costureras, lavanderas, cocineras, incluso muchas de ellas lograban acumular el suficiente dinero para crear algún negocio como casa de huéspedes.
Tampoco eran raros los casos de mujeres casadas que ejercían la prostitución, ya fuese porque su marido la forzase a ello, o porque estaban casadas con los dueños de algún burdel.

Las prostitutas más afortunadas eran aquellas que trabajaban como madames y regentaban un burdel, ya que solían quedarse con un 40% de lo que cobraban las chicas.

VIDA DE LAS PROSTITUTAS 


Pero no nos engañamos, la vida de la mayoría de prostitutas era miserable, sus escasas ganancias las solían gastar en drogas o alcohol, la única vía de escape para sus tristes vidas.  


Prostitutas de Denver, CO
Por lo que muchas acababan alcoholizadas o adictas al opio, la morfina o el láudano, muriéndose en alguna destartalada habitación o en algún solitario callejón de tuberculosis, sífilis o cualquier otra enfermedad.

No podemos olvidar la violencia que tuvieron que sufrir estas mujeres, palizas, violaciones... Por lo que no nos puede extrañar la fama que tenían de ser mujeres duras y agresivas. Escondiendo bajo sus ropajes o en su calzado alguna navaja, o la famosa pistola Deringers, un arma de gran calibre, mortal a corta distancia.

Por lo que no era raro aquellas que preferían suicidarse, antes que acabar mendigando por las calles. Las tasas de suicidio en el gremio fueron altísimas. Por último, no faltaban aquellas que morían en el transcurso de un parto o de un aborto mal hecho, ya que la falta de métodos anticonceptivos hizo que los embarazados no deseados fuesen bastante frecuentes.

Aquellas con más cabeza, o mejor fortuna, solían ahorrar lo suficiente para intentar montar su propio negocio, normalmente alguna taberna o burdel. Otras se buscaban la vida como comadronas o abortistas. Pero muy pocas conseguían reunir el dinero suficiente y empezar una nueva vida en otro lugar.

BAILARINAS Y CHICAS DE ALTERNE



Aunque también engrosaban las filas de mujeres poco honorables, las bailarinas y chicas de alterne no solían ejercer la prostitución. A pesar de ser despreciadas por el resto de mujeres "honradas", la mayoría de chicas de salón eran tratadas como "damas" por los hombres que acudían a estos salones. Ya que tanto las propias mujeres, como el encargado del salón, o incluso los propios clientes velaban por el cuidado y respeto hacia estas chicas. Por lo que las ofensas y maltratos a estas chicas se castigaban duramente con una buena tunda o un duelo de honor en las calles de la ciudad.

Su trabajo consistía en entretener a los clientes, con sus números de canto y danza, bailando con ellos o dándoles conversación, flirtear un poco con ellos, pero sobretodo, haciendo que se dejasen su dinero en la barra del bar.


La mayoría de estas chicas provenían de familias de granjeros pobres, mujeres viudas jóvenes o chicas sin recursos que, atraídas por la posibilidad de ganar un buen sueldo, no dudaban en entrar a trabajar en cantinas y salones de toda índole, una oportunidad casi única de emanciparse, bajo la promesa de vivir una vida menos dura y menos pobre que trabajando en el campo o en una granja.
En estos locales los hombres tenían prohibido propasarse con estas damas, ya que podían ser expulsados del local, a pesar de los provocativos atuendos de estas señoritas.

 
Mujeres del vodevil.


 

LAS GRANDES MADAMES DEL OESTE


Las madames solían ser antiguas prostitutas que habían conseguido el suficiente dinero para montar su propio negocio. Pero sobretodo, fueron mujeres lo suficientemente inteligentes para lograr sobrevivir en un mundo tan duro y áspero, y llevar con cabeza y buen tino un negocio tan lucrativo, pero peligroso, como un burdel.

Debían controlar la limpieza del burdel y de sus chicas, así como proporcionarles ropas y cosméticos. También tenían que tener buena mano, y buena cabeza, para tratar con clientes, comerciantes, prostitutas y especialmente autoridades locales. Por ello, las madames se caracterizaban por ser muy buenas samaritanas, aportando fondos a organizaciones caritativas, escuelas e iglesias.


Denver, Colorado, fue una de las ciudades cuyo distrito dedicado a la prostitución adquirió mayor notoriedad por su extensión y prosperidad. La fiebre del oro hizo incrementar su población hasta los 100.000 habitantes.

MATTIE SILKS (1847-1929): Se estableció en Denver, Colorado, una de las más prósperas ciudades del oeste americano. A los 19 años ya regentaba un burdel en Springfield (Illinois); posteriormente se trasladó hacia el oeste buscando ampliar su fortuna, montando burdeles, primero en Dodge City (Kansas), para acabar asentándose en Denver, donde montó un burdel de lujo.

Su establecimiento atrajo a lo más granado de la ciudad de Denver, y pronto se convirtió en toda una institución en la ciudad. Supo invertir su fortuna en diferentes propiedades, convirtiéndose en una mujer muy rica y popular.

Mattie Silks se convirtió en la indiscutible "Reina del Barrio Rojo de Denver" a fines del siglo XIX.

JENNIE ROGERS: También se asentó en la ciudad de Denver, llegando a poseer hasta 3 locales, a cada cual más lujoso en decoración y servicios. Jennie logró acumular una gran fortuna, y a pesar de su profesión se distinguió por ser una mujer culta y refinada.

Inauguró el famoso burdel 'House of Mirrors', un fastuoso prostíbulo situado en una mansión de tres plantas, que contaba con numerosas estancias, más de 16 dormitorios, diferentes salones, comedor, y sobretodo destacó por su salón de baile, la sala de los espejos, adornada con grandes espejos y muebles de maderas nobles.

Otra de esas grandes ciudades famosas por el gran número de prostíbulos existentes fue Deadwood, se sabe que el primer burdel se estableció con la llegada de los primeros colonos en el año de 1876. En esta ciudad destacaron dos grandes madames: Dora DuFran y Mollie Johnson

En Cripple Creek hubo otro famoso prostíbulo dirigido por la madame PEARL DE VERE, un lujoso edificio de dos plantas llamado 'Old Homestead', decorado al estilo francés y que contaba con lujos como un teléfono o dos cuartos de baño. Las fiestas que se celebraban en su interior fueron famosas en toda la región y sólo se podía acceder bajo invitación.

 Por último, citar a otra famosa madame, KATE 'BIG NOSE' ELDER, novia del famoso Doc Holliday, que montó el primer gran burdel en la ciudad Tombstone. En esta ciudad destacó el famoso 'Bird Cage Theatre', un local donde se ofrecían toda clase de espectáculos y variedades, y cuyo nombre provenía de las 12 minúsculas habitaciones que se situaban en la planta superior, donde las "palomas" ofrecían sus servicios.

Interior del famoso prostíbulo "Bird Cage Theatre"

Acabamos con el lujoso burdel de FANNIE PORTER en San Antonio (Texas), lugar muy famoso al ser frecuentado por la banda del pistolero Butch Cassidy.



MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS


Una de las principales preocupaciones de las prostitutas era quedarse embarazas, y aunque en esta época ya se comercializaban diferentes método anticonceptivos, su uso aún no estaba muy extendido.

Había píldoras abortivas, conocidas como píldoras portuguesas, o los polvos preventivos de Madame Restell, pero como cabe suponer su efectividad era relativa. El condón ya se había inventado, fabricados en goma o piel, habían llegado procedentes de Francia, por lo que en los primeros lugares donde se empezó a utilizar fue en las zonas de influencias francesa como Nueva Orleans o St. Louis.

También se empleaban diafragmas o los famosos lavados vaginales con supuestos ingredientes espermizidas como sulfato de zinc, bicarbonato, hojas de rosa roja, vinagre...

A pesar de todos estos métodos, al final la forma más común de intentar evitar embarazos era la marcha atrás, o en caso de embarazo, los siempre peligrosos abortos.


BIBLIOGRAFÍA

Rutter, M.; Upstairs Girls: Prostitution in the American West, Farcountry Press, 2005

Doval, G.; Breve Historia del Salvaje Oeste: Pistoleros y forajidos, Nowtilus,

https://www.legendsofamerica.com/we-paintedlady/

https://www.farwest.it/?p=461

https://www.dailymail.co.uk/news/article-5453959/The-everyday-lives-prostitutes-Wild-West.html

https://www.abc.es/historia/abci-sexo-y-revolver-verdad-tras-burdeles-y-pervertidas-prostitutas-lejano-oeste-201901230212_noticia.html

Prostitución en el Lejano Oeste: Burdeles y zonas de prostitución

Prostitución en el Lejano Oeste:

    Parte I: El sexo en el lejano Oeste
    Parte II: Prostitutas, bailarinas y madames
    Parte III: Burdeles y zonas de prostitución


ZONAS DE PROSTITUCIÓN


Como hemos mencionado en el anterior post, no hubo lugar en el Farwest que no contase con la presencia de alguna prostituta. Desde el mismo inicio de la conquista del Oeste, las prostitutas acompañaron a los primeros pobladores, ya fuese uniéndose a las primeras caravanas y ejerciendo en una mísera tienda de campaña, o instalándose junto a los campamentos mineros.

Lógicamente, las grandes ciudades ganaderas fueron donde se concentraron mayor número de burdeles y meretrices, así como en los grandes pueblos mineros como San Francisco, Denver, o Tombstone, sin olvidar las ciudades que tenían parada en las principales rutas de ferrocarril.


Pero incluso en las localidades más pequeñas, donde no había burdeles, se podían encontrar prostitutas, ya fuese en las tabernas locales o ejerciendo de forma clandestina en alguna apartada cabaña.

Normalmente, las ciudades más grandes solían tener un distrito apartado dedicado al mundo de la noche. 


Ya que muchos de los salones situados en las zonas respetables no contrataban a mujeres, como es el caso de Dodge City, donde en el lado norte de Front Street, tantos las chicas como los juegos de azar estaban prohibidos.  Las vías de ferrocarril solían ser utilizada como frontera para diferenciar ambas ciudades: la parte noble, de la parte depravada.

Front Street, Dodge City

Algunas de estas zonas recibieron nombres como la "Isla del Diablo" en Abilene o el "Barrio Rojo" en Dodge City, un término que hizo fortuna y rápidamente se extendió a otras zonas de prostitución (al tener los prostíbulos unas cortinas rojas en sus ventanas). Estos establecimientos solían tener unas horas marcadas de apertura y cierre, para evitar que los hombres empezasen "demasiado temprano con sus vicios".

Otro punto de población importante fueron los fuertes militares, y aunque en un principio estuvo tolerada una prostitución encubierta, mujeres que trabajaban dentro de los fuertes como lavanderas o cocineras sacaban un dinero extra con otro tipo de trabajos. La cosa tuvo que degenerar rápidamente, por lo que, en 1878, el Congreso aprobó una ley que prohibía el ejercicio de la prostitución dentro del cuartel. Por lo que las prostitutas se tuvieron que instalar fuera en pequeñas chozas o ranchos próximos a estos fuertes. 

Burdel de Cripple Creek, Colorado, 1892.
La foto muestra un palacio del pecado con todos sus integrantes: músicos, la madame (abajo a la derecha, con vestido de rayas), las prostitutas (asomadas a la ventana), criadas e incluso un bebé, hijo de alguna de las meretrices.


DENVER, CIUDAD DEL PECADO


Una de las ciudades más famosas por su vida nocturna y disoluta fue Denver, el escritor William Hedges la describió como "el lugar del continente donde mayor maldad por metro cuadrado se desarrollaba abiertamente". Su notorio distrito de los vicios, conocido como 'The Row', estaba repleto de mansiones del placer, casas de juegos y burdeles de toda clase y condición, entre los que destacaba la famosa "House of Mirror".

Era tal la actividad "lúdica" que había en la ciudad que se publicaron guías y libros donde se detallaban las características y precios de burdeles, casas de juegos, teatros.  Así tenemos el ´"Libro Rojo de Denver", una publicación de bolsillo y que se anunciaba como una "guía de los centros turísticos de placer" de la famosa Market Street. Debido a su éxito, pronto surgieron otras guías similares como la "Guía de la Noche del Viajero de Colorado".

TIPOS DE PROSTÍBULOS


Existieron toda clase de prostíbulos, desde aquellos más distinguidos, auténticas mansiones del placer, con acceso restringido de entrada; a los locales más sórdidos y mugrientos, o aquellas más pobres que sólo podían ejercer en la calle.


¡Eso sí! Casi todos los burdeles anunciaban su actividad con señales externas, ya fuese colgando farolillos rojos en las puertas o con cortinas del mismo color en las ventanas bajas de la casa.

La mayoría de los prostíbulos eran propiedad de alguna madame, o al menos estaban regentados por ellas. Muchos de ellos alcanzaron gran fama al estar regentados por alguna madame famosa o por el lujo y el refinamiento del propio establecimiento.

Interior de un prostíbulo de lujo.
El Paso, Texas, 1890
Mansiones o Casas del placer: Grandes locales, lujosamente decorados, donde no faltaban toda clase de detalles: muebles de maderas nobles, grandes espejos, fastuosas lámparas de araña... Contaban con diferentes espacios como un escenario para músicos, sala de juegos, sala de bailes. Situándose las habitaciones en la segunda planta. En ellos, se ofrecían toda clase de espectáculos: música en directo, bailarinas, malabaristas. Así como productos de lujo exclusivos, difíciles de encontrar en otros lugares, como whiskys de importación, champán francés.

Allí sólo trabajaban las chicas más bellas, cultas y educadas, o al menos las más refinadas que podían encontrarse en aquel lado del oeste, vestidas elegantemente con fastuosos corsés.  Ganaban entre 20 y 30 dólares por cliente, una suma que les permitía ahorrar una buena cantidad de dinero. Estos establecimientos estaban destinados para un público selecto: políticos, banqueros y hombres ricos solían ser sus clientes habituales.

Los grandes burdeles solían cambiar habitualmente de prostitutas, trayendo nuevas pupilas desde Europa. Ya que muchas veces los propietarios de estos burdeles eran empresarios franceses, que dejaban la gestión del prostíbulo a manos de su madame de confianza.

Burdeles: Estos burdeles, aunque no tan opulentos y lujosos como las mansiones, también podían estar bien cuidados y amueblados, aunque la mayoría en realidad fueron lugares sórdidos, sucios y malolientes.  Los establecimientos más grandes contarían con habitaciones individuales en la estancia superior, aunque los más pequeños simplemente tendrían un par de estancias habilitadas al lado de la barra. Incluso en los locales sórdidos no se andarían con muchos miramientos y se practicaría sexo en cualquier rincón apartado.

Solían estar regidos por una madame que era la encargada de entretener a los clientes y aparte solía tener bajo sus órdenes entre 6 y 12 prostitutas. En un ambiente tan inseguro y duro como el del Oeste casi todos estos burdeles contarían con algún tipo duro que hiciese las funciones de seguridad, evitar que nadie se propasase con las chicas, echar a los borrachos, cobrar deudas...

Habitación de un prostíbulo en El Paso, Texas, 1890

Saloon: Estos establecimientos eran muy similares a los burdeles, aunque eran de un ambiente mucho más popular y tabernero. La inmensa mayoría de prostitutas del lejano Oeste trabajaron en este tipo de establecimientos. El sueldo era bastante bajo, ganado entre 2 y 5 dólares por clientes, por lo que buena parte de sus ingresos dependían de las consumiciones de los clientes, por lo que siempre animaban a tomarse otro trago o a invitarlas a una copa.

Salones de baile: Los salones de baile fueron enormemente populares, empezaron a aparecer con la fiebre del oro en  California, alrededor de 1849, y debido a su éxito, rápidamente se extendieron por todo el Oeste. Contaban con bar, billares y juegos de azar, aunque como su nombre indica, su principal atractivo era el baile. Los clientes pagaban por un boleto que se canjeaba por un baile con una chica.

Los bailes comenzaban alrededor de las ocho de la tarde, y se bailaba desde valses hasta chotis (schottische). Un boleto se canjeaba por unos 15 minutos de baile, y aunque eran económicos, solían costar entre 50 céntimos a 1 dólar, la mujeres más bellas podían canjear hasta 50 bailes por noche.

Por lo que ser una DanceHall era un oficio bastante bien remunerado, por eso es raro que también ejerciesen la prostitución. Más bien al contrario, muchas prostitutas se convirtieron en chicas de baile al ver que podían ganar más dinero que en un burdel.


Los dueños de los salones buscaban que los hombres alternasen los bailes con diferentes chicas y no se encaprichasen de una solo, ya que temían perder alguna de sus chicas si al final contraía matrimonio con alguno de sus clientes.

Mujeres de Salón en Cripple Creek (CO)

Cunas, establos, casas de caza: Eran los antros más sórdidos y sucios. Simples chozas o cabañas situadas a las afuera, con un cocina y simple catre. En este tipo de casas solían trabajar antiguas prostitutas a las que la edad o las enfermedades habían hecho estragos, y ya no querían contratar en ningún burdel. Muchas de ellas trabajaban solas, aunque también era habitual la presencia de la figura del proxeneta, quién les proporcionaba clientes o "protección". Su bajo precio las hacía enormemente populares en los sectores más bajos de la sociedad, por lo que muchos de sus clientes era borrachos o drogadictos.

En este tipo de casas también solían trabajar mujeres de otras razas (asiáticas, negras, indias), muchas de ellas ejerciendo obligadas al haber sido vendidas por su familia o directamente secuestradas por sus explotadores. Llamativo es el caso de las numerosas niñas chinas tratadas como verdaderas esclavas sexuales.

Prostitutas frente a sus "cunas", Dawson, Yukon, Canadá, alrededor de 1900


Prostitutas callejeras: Era el escalón más bajo, mujeres sin hogar, que ejercían en la misma calle, en algún oscuro callejón. Solían estar en las grandes ciudades o ejercían en ambientes peligrosos como asentamientos mineros o puestos militares fronterizos. Se prostituían a cambio de unas pocas monedas o por un poco alcohol o drogas. Eran mujeres enfermas o viejas, que arrastraban algún tipo de adicción y enfermedad. 

BURDELES FAMOSOS


Durante la edad dorada del Lejano Oeste hubo burdeles que alcanzaron enorme fama, ya fuese por los espectáculos que se ofrecían en su interior o por el ambiente lujoso y refinado de estos locales.


BIRD CAGE THEATER (TOMBSTONE)


Este teatro se inauguró en 1881, en un primer momento se presentaron espectáculos familiares, pero ante el escaso éxito muy pronto se adaptó como salas de juegos y burdel, para regocijo de la comunidad minera de la zona.

Vista general del 'Theatre Bird Cage'


En sus años de esplendor se mantuvo abierto ¡¡todos los días del año y a todas horas!! Un local que ofrecía toda clase de espectáculos (circenses, cómicos, operísticos), pero lo más importante, ofrecía alcohol y sexo las 24 horas del día. El "New York Times" lo definió como "... el lugar nocturno más salvaje y perverso entre Basin y Barbary Coast"

Tiene el honor de haber albergado la partida de póker más larga de la historia, una partida de 8 años, que se mantuvo de forma ininterrumpida desde 1881 hasta 1889, ya que los jugadores iban entrando según iban saliendo otro. Se ha estimado que se intercambiaron aproximadamente 10 millones de dólares a lo largo de esos años.

El local contaba con un teatro, sala de juegos y las habitaciones para las prostitutas. Aunque recibe el nombre por las 14 "jaulas" situadas en la segunda planta que daban a la sala principal, una especie de reservados para que los clientes VIPS pudiesen disfrutar de toda clase de placeres con total privacidad.


Las Jaulas de la "palomas"

La historia de este local está vinculada a la explotación de las minas de plata, ya que cuando la última mina de plata cerró, el teatro echó su telón al poco tiempo.

Por suerte, el local se mantuvo intacto desde el momento de su cierre hasta la actualidad, conservando su mobiliario original, por lo que hoy en día es un estupendo museo. Sus paredes y techos nos aportan otro curioso dato, que los tiroteos fueron muy frecuentes, ya que se han contado más de 100 agujeros de balas en sus paredes y techos, así como cortes de cuchillos.


HOUSE OF MIRROR (DENVER)


Este burdel fue inaugurado en 1889 por la famosa madame Jennie Rogers. Rogers, que llegó a Denver en 1880, rápidamente hizo fortuna, al ir creando una serie de prostíbulos de lujo, donde el House Of Mirror fue la joya de su corona.

 La clave de su éxito, contratar a mujeres bellas, pero refinadas, y ofrecer a sus clientes toda clase de lujos, comodidades y discreción, regado con los más selectos brandies, licores y cigarros.


Dibujo de la famosa 'House of Mirror'
No se sabe como consiguió el dinero para la construcción de la suntuosa 'House of mirror', las malas lenguas dicen que chantajeó a alguno de sus clientes más ricos para construir la mansión del placer más elegante de todo Colorado. La suntuosa casa de Jennue contaba con un comedor, tres salones, un salón de baile, una bodega y 15 habitaciones.

Todo ello decorado con mobiliario de maderas nobles, alfombras orientales, candelabros de cristal, y sobre todo, destacaban sus espejos. En el Salón de Baile tenía un enorme espejo en el techo y destacaban sus paredes cubiertas de grandes espejos, de ahí el nombre del edificio.

La otra madame famosa de la ciudad, Mattie Silks, aprovechó la muerte de su rival para comprar el establecimiento y establecerse allí en 1911.  Por raro que nos pueda parecer, el local alcanzó gran fama como restaurante, ya que la mansión se dividía en dos espacios: la planta baja era un reputado restaurante, con salas para el baile y juegos; mientras en la planta superior se situaban las habitaciones de las chicas.

El diseño de las habitaciones era muy particular, ya que tenían una camas supletorias que al bajarse bloqueaban la puerta, por lo que los hombres se sentían mucho más seguros y tranquilos dentro de las habitaciones de las chicas. Algunas habitaciones contaban con lujos como chimenea individuales.

 La policía y los funcionarios de la ciudad eran clientes habituales y, por lo tanto, miraron para otro lado. La Casa de los Espejos fue un lugar concurrido y popular durante más de dos década

El burdel se mantuvo abierto hasta 1915, ya que la policía y los funcionarios municipales eran clientes habituales, aunque no pudieron evitar su cierre, cuando una corriente de puritanismo asoló EE.UU y forzó al cierre de este tipo de establecimiento tan "abiertos al público".

Como curiosidad añadir que el edificio, que se mantiene como restaurante-museo en la actualidad y tiene fama de estar encantado, registrándose fenómenos paranormales en su segunda planta, donde se rumorea que se escuchan ruidos, voces y hasta la melodía del piano que toca solo.




BIBLIOGRAFÍA

Doval, G.; Breve Historia del Salvaje Oeste: Pistoleros y forajidos, Nowtilus,

Sobre Denver:
 https://www.historycolorado.org/story/going-places/2018/11/26/brief-walk-along-denvers-notorious-market-street

Sobre el Theatre Bird Cage
https://www.onlyinyourstate.com/usa/brothel-arizona-usa/

https://www.farwest.it/?p=461

https://www.legendsofamerica.com/we-paintedlady/

https://www.dailymail.co.uk/news/article-5453959/The-everyday-lives-prostitutes-Wild-West.html

https://www.abc.es/historia/abci-sexo-y-revolver-verdad-tras-burdeles-y-pervertidas-prostitutas-lejano-oeste-201901230212_noticia.html