sábado, 27 de septiembre de 2014

Poder, Moral y Sexualidad en Roma

Parte I:  El concepto de Amor y matrimonio en el mundo romano
Parte II: Poder, Moral y Sexualidad en Roma
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En esta entrada vamos a profundizar en los cambios morales, sexuales y políticos que se produjeron en Roma con el paso de la República al Imperio. Si en otro post, ya explicamos algunos de estos cambios, centrándonos en el papel del estoicismo, en este, vamos a sumergirnos en los entresijos de la sociedad romana y sus relaciones de poder; veremos como las profundas transformaciones políticas de las élites supusieron también un cambio en sus conceptos de moralidad y por consiguiente en todos los temas relacionados con la sexualidad, como el matrimonio, el aborto, el concepto de amor o la fidelidad.

LA SEXUALIDAD EN ROMA

A pesar de que hablemos de cambios en la concepción de la sexualidad en Roma, hay un dato que nunca variará, la sociedad romana es muy patriarcal y por lo tanto muy machista, así que el patrón de la sexualidad vendrá marcada por este factor. El romano es un hombre caracterizado por su promiscuidad, agresividad y violencia, que asume sin ningún pudor una sexualidad activa.


Roma es el centro del mundo y al romano se le educa para conquistar, a someter a todos.  Y por lo tanto su ética política se traslada a su ética sexual. El modelo de la sexualidad romana era la relación del amo con sus subordinados (esposa, pajes, esclavos), es decir, el sometimiento. El ejemplo más claro de esta conducta lo tenemos en su bisexualidad, permitida siempre que la parte activa (el que somete) sea el amo, y el sometido sea un inferior. Someter era loable, ser sometido era vergonzoso solamente si se era un varón adulto libre. Si se era mujer o esclavo era lo natural
 
Si al ciudadano romano se le educa en una sexualidad activa, a la mujer se la orienta hacia una sexualidad pasiva, sometida al control masculino, tanto dentro como fuera del matrimonio. La función de la matrona es engendrar y educar ciudadanos romanos. Su sexualidad y sus deseos  no importan, son completamente ignorados. A pesar que las leyes las protegen y disfrutan de relativas libertades sociales, esto se debe a que es una casta que el estado romano desea proteger. Estas matronas desprecian a los grupos de mujeres con menos o ningún derecho como son las libertas, esclavas o prostitutas.

Las fuentes con las que contamos, sobre todo el material literario, nos aporta una visión de la mujer sesgada, bajo un prisma masculino, patriarcal y machista, por lo que casi siempre, el comportamiento sexual femenino retratado se debe más al imaginario y al deseo masculino que a su realidad.

Los textos clásicos también van imponiendo otros modelos de comportamiento, sobre todo para la mujer, así Plutarco, en sus ‘Deberes del matrimonio’ elogia a la mujer casta, fiel a su marido, capaz de controlar su sexualidad, pero capaz de entender la infidelidad de su marido e incluso su agresividad por su carácter viril. Es decir, a la mujer hay que educarla en la moderación sexual, por lo que el marido debe limitarse a tener sexo con su mujer sólo para la procreación. Ya que hasta el simple deseo sexual por parte de la mujer hacia su marido se puede considerar una degradación moral de la mujer.

CAMBIO POLÍTICOS, CAMBIOS MORALES

Los códigos morales sobre la sexualidad se fueron transformando, sobre todo a partir de los siglos I y II d.C., que es cuando se da un cambio más radical en las relaciones sexuales y en la concepción del amor conyugal. Estos cambios en el ámbito doméstico son un reflejo también de los cambios en las relaciones de poder de la sociedad romana entre el emperador y la aristocracia romana.
Mosaico del museo de Sousse, Túnez.

Es el paso de una aristocracia competitiva a una aristocracia de servicio. En la Roma Republicana hay una competitividad entre los clanes por hacerse con el poder, a partir del Imperio hay una competitividad menor, ya que todos los nobles pasan a ser funcionarios imperiales donde el mejor camino para prosperar es el entendimiento con los otros señores.

Esto se traslada a su moral sexual, antes, el patricio republicano era el señor y amo de su mujer, de sus esclavos y de sus posesiones. Ahora es un noble igual que los demás, respetuoso con sus pares y por supuesto también con su mujer que es tan noble como él.

Es decir, se pierde la autoridad que surgía de la propia figura del pater familias, esta autoridad venía garantizada por los valores de la sociedad republicana. Bajo el Imperio estos altos funcionarios necesitan y buscan una nueva ley moral ante la pérdida de los valores tradicionales.

CAMBIOS MORALES, CAMBIOS SEXUALES

Ya hemos visto como los enormes cambios políticos que sufrió el Imperio romano provocó al mismo tiempo y de manera muy sutil, unos cambios en la moralidad de las clases gobernantes que se vieron reflejados en el uso y costumbres sexuales.

Los principales cambios respecto a su sexualidad fueron el pasar de una bisexualidad orientada al placer, a una heterosexualidad de reproducción; el otro  cambio es que pasamos de una sociedad donde el matrimonio es una institución menor, a una sociedad donde el matrimonio se transforma en su principal institución, todo ello gracias al nacimiento de la idea del amor conyugal y el concepto de pareja que tenemos actualmente.

Viñeta del cómic Murena, nº2 Sangre y Arena,

AMOR CONYUGAL

Uno de los mayores cambios es la invención del mito del amor conyugal, por medio del cual la mujer obedece y se somete al esposo, más que por un dominio concreto y físico del hombre sobre la mujer, por el amor que existe entre ambos y, sobre todo, el de la mujer hacia el esposo. Este sometimiento se va interiorizando y actuando de forma psicológica hasta el punto de que se vive y se siente como algo natural, único y necesario entre los sexos. Pero no deja de ser una estrategia que busca la dominación real del hombre sobre la mujer. 

Retrato de El Fayum
Esto no significa que no sea un amor elegido libremente, pero los moralistas de la época interiorizaron la visión del amor conyugal como el mejor modelo posible. Además, poco a poco, se fue relacionando este modelo de amor conyugal bajo un fin exclusivamente reproductivo, lo que implicaba un autocontrol y autorrepresión de la pasión sexual.

Es importante señalar, que esta sexualidad encaminada únicamente a la procreación dentro del matrimonio tiene otro objetivo, minimizar los riesgos de la mortalidad femenina ante los posibles partos, por lo que la mujer ante la ineficacia de los métodos anticonceptivos, se sentiría bastante aliviada por el bien de su salud reducir al máximo el número de partos.

Elementos como la castidad y la fidelidad masculina se elevaron al rango de virtud, convirtiéndose el matrimonio como una institución relevante para toda la sociedad y como modelo de convivencia ideal para la pareja.

MATRIMONIO

Como ya dijimos en anteriores posts, en la sociedad pagana nadie se casaba, no era necesario casarse para tener sexo, la castidad no era una virtud. El matrimonio era una cuestión económica, una institución destinada a formalizar la transmisión de la herencia o bienes a los posibles herederos, de ahí la preocupación de las autoridades romanas en fomentar los matrimonios entre los patricios. Es decir, las clases plebeyas, al no tener bienes que transmitir, no se casaban y los esclavos tenían prohibido casarse.

Retrato de El Fayum
Con el establecimiento de la nueva moral, la institución del matrimonio se extenderá a todos los sectores sociales, y las narraciones novelescas, cumplirán un papel propagandístico de estas nuevas formas de concebir y expresar la sexualidad.


Como venimos repitiendo en este artículo las relaciones privadas son un reflejo de las relaciones de los súbditos frente al poder imperial. El emperador es un buen señor que procura lo mejor para su pueblo, al igual que el buen marido cuida de su esposa, ambos, tanto el pueblo como la esposa, le deben profesar un amor incondicional a su señor.

Para resumir, tomamos las palabras de Paul Veyne, “Las relaciones privadas pretendían ser una réplica de las relaciones públicas y desde el poder se intentaba que pudiesen servir de modelo propagandístico para la consolidación de los cambios que se producían en la sociedad romana.
La pareja casada es una réplica del orden cívico, para seguir manteniendo y reproduciendo a nivel imaginario las relaciones de dominación en el marco de la familia y de la ciudad.”

OTROS CAMBIOS

Un fenómeno ligado a esta nueva morales que la vida sexual comienza cada vez en edad más tardía, la sexualidad de los adolescentes desaparece, ya no se inicia a los jóvenes cuando toman la toga viril a los 14 años, se tiende progresivamente a iniciarse en el sexo con el matrimonio.

Otro fenómeno es que algunas prohibiciones o tabúes se sacralizan, acciones que antes podían considerarse motivo de burla o estar mal vistas, pasan a estar completamente prohibidas y levantar un auténtico horror religioso, tales como el incesto o el aborto

CRISTIANISMO

Recordar que estas transformaciones de la sexualidad y de la conyugalidad no tienen nada que ver con el cristianismo, ya vimos que esta nueva moralidad vino impulsada por el pensamiento estoico.
La moral sexual cristiana, se limitará a apropiarse del programa de moral sexual nacido entre la aristocracia imperial romana. Ya que la moral sexual popular siempre fue bastante más represiva, conceptos como el aborto y la homosexualidad nunca fueron bien vistos entre las clases populares, es decir, el cristianismo elevó hasta la aristocracia esta moral plebeya.

BIBLIOGRAFÍA

Hidalgo de la Vega, M.J.; Usos sexuales y amorosos de las mujeres en el Imperio Romano.¿Imagen o realidad?, Sexo, muerte y religión en el mundo antiguo, Ediciones Clásicas, Madrid, 1994.

Veyne, P.; La sociedad romana, Mondadori, Madrid, 1990.



lunes, 8 de septiembre de 2014

Literatura Erótica en la Antigua Roma

Índice de Capítulos:
I.- Literatura erótica en la Grecia Clásica (en preparación)
II.- Literatura erótica en la Antigua Roma
       - Príapo y los Carmina Priapea      
       - Versos Fesceninos
       - El arte de amar (próximamente)
 III.- Literatura erótica Árabe

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LITERATURA ERÓTICA EN ROMA

La literatura romana relacionada con la sexualidad es abundante y variada, desde textos legales, a tratados de medicina, poesía, oratoria, fiolosofía, pero los que nos aportan una mayor información son los textos con menor prestigio cultural como las comedias, las sátiras, los poemas, graffitis, hechizos mágicos, inscripciones o pinturas murales. Aunque el auténtico boom de lo que podemos denominar 'literatura erótica' romana se da entre los siglos II a.C. y principios del siglo I d.C.

Aunque hay que aclarar que la novela de la antigüedad clásica se caracteriza por su variedad de narraciones, estilos y géneros dentro de una misma obra, y donde el tema amoroso es el núcleo fundamental en gran parte de estas novelas. Por este motivo, se puede observar un contenido erótico en casi todas las obras de los grandes escritores latinos: desde las comedias de Plauto y Terencio, a las sátiras de Horacio y Juvenal, como en la poesía de Ovidio, Petronio y Marcial.

Virgilio acompañado de las musas.
Así vemos como casi todos los grandes autores constribuyeron con sus textos a entender más y mejor la sexualidad romana:
  • el dramaturgo cómico Plauto, cuyas obras giran en torno a las aventuras y desventuras de jóvenes amantes.
  • el estadista y moralista Catón el Viejo, también nos ofrece datos sobre la sexualidad.
  • el poeta Lucrecio, que presenta un tratamiento extendido de la sexualidad epicúrea en su trabajo filosófico De rerum natura.
  • De Petronio, destacar su Satiricón, el primer ejemplo de novela picaresca en la literatura europea.
  • Apuleyo, nos brinda su imaginativa e irreverente, El asno de oro, una novela que nos narra las ridículas aventuros de un joven viril obsesionado con la magia.
  • Catulo, cuyos poemas abarcan el erotismo en todas sus gamas, desde el más refinado romanticismo a la pornografía más obscena.
  • Cicerón, cuyos discursos judiciales nos aportan una visión sobre la conducta sexual de la élite romana y en cuyas Epistulae ad Familiares nos ofrece todo un recital de palabras obscenas.
  • Los poetas de época Augusta Propercio y Tibulo, que nos acercan al concepto del amor con sus poemas sobre amantes.
  • Ovidio, destacando sus obras Amores, Ars amatoria y Remedia Amoris. Su Ars amatoria fue un auténtico boom en su época, pero le costó el destierro a su autor, ya que la regeneración moral que quiso imponer Auguto le condenó por su osadía.
  • Marcial, cuyas observaciones de la sociedad están repletas de descripciones sexualmente muy explícitas.
  • el escritor satírico Juvenal, quien arremete contra las costumbres sexuales de su tiempo.

También debemos destacar los Priapeos o 'Carmina Priapea', una colección de poemas erótico-festivos en torno a la figura del dios Príapo, de carácter anónimo, escritos en un elegante latín desmadrado. A estos Priapeos pronto le dedicaremos un post especial.

Además hay numerosas referencias sobre la existencia de textos, hoy perdidos, con todo tipo de material obsceno: manuales de sexo griego, de alto contenido pornográfico, que se publicaban bajo el nombre de famosas prostitutas, el más conocido es el Milesiae fabulae relatos pícaros y eróticos mezclados con chistes verdes, reunidos por Arístides de Mileto que influyeron poderosamente en la obra de Petronio y Apuleyo y muy célebres en todos los rincones del Imperio.

También se conocen otras copias griegas, escritas por hetairas, que conciben el amor como un arte, y reflejan su experiencia en diferentes tratados como el de Artyanassa o el de Filenis de Samos sobre posturas, o el de Elefantis, cuyo libros devoraba con pasión Tiberio.

Sobre estos libros nos advertía Marcial:  “los cachondísimos libritos de Musecio, que rivalizan con los de Sibarita. Sumérgete en sus páginas saladas pero procura tener al lado a tu amante para no entonar el canto nupcial con tus manos lujuriosas, como marido sin mujer” -Epigramas (XII, 95)

Dentro de la literatura latina, destaca el considerado como el libro pornográfico más antiguo, "Los diálogos de las cortesanas", escrito en el siglo II a.C., atribuido a Luciano y cuyo autor emplea por primera vez el término de lesbianismo para definir la homosexualidad femenina.

"Me besaban como los hombres, no sólo pegándome los labios, sino entreabriendo la boca, y me abrazaban y apretaban los pechos. Demonasa además me mordía mientras me besaba apasionadamente."
 - Diálogo V , Los diálogos de las cortesanas.

En el siglo II d.C. se observa un auge de la literátura romántica pero también de la erótica, tanto en textos escritos en latín como en griego. Pero con el establecimiento del cristianismo la literatura con carga erótica desaparecerá, reduciéndose a tratados médicos y a observaciones restrictivas de la sexualidad humana por parte de los teólogos cristianos.

Sólo destacar posteriormente al poeta galo-romano Ausonio, que aunque bajo el prisma cristiano retomó en parte el humor obsceno de Marcial.

Marte y Venus. Pompeya.
CATULO

Uno de los mayores representantes de esta literatura erótica fue Catulo, y es que el autor latino fue capaz de escribir uno de los versos más bellos sobre el amor verdadero, como el que a continuación transcribimos, y al mismo tiempo, el considerado como el poema más obsceno de la literatura antigua, que ya vimos en este post, todo ello como respuesta a las críticos que tildaban sus poemas de suaves y ligeros.

Es importante señalar, que muchos autores consideran a Catulo el primer poeta que escribe versos sobre poesía amorosa, y es aunque nos parezca sorprendente, el nacimiento del mito de la pareja, se desarrolló en su época bajo la influencia del estoicismo.

Vivamos, Lesbia mía, ¡amémonos!
y démosles el valor de un as
a los rumores de los ancianos severos.
Los soles seguirán muriendo y volviendo a nacer;
pero, una vez que nuestra breve luz se apague,
sólo nos quedará una noche eterna
que habremos de dormir.
Dame mil besos, y después cien,
y después otros mil y otros segundos cien,
y, sin parar, hasta llegar a mil más, y después cien.
Finalmente, cuando nos hayamos dado tantos miles,
los dejaremos en el olvido, para no recordarlos,
y para que nadie sienta envidia
al saber que entre nosotros hubo tantos besos.

MARCIAL

Otro de los mejores ejemplos de 'literatura erótica' lo encontramos en Marcial que a través de sus Epigramas nos acerca de manera muy natural a la sociedad romana, criticando de forma muy lúcida e inteligente a la sociedad de su época, y ofreciéndonos numerosos epigramas de marcado tinte erótico, incluso él mismo fanfarronea de que sus página están repletas de lujuría.

Epigramas de Marcial. Edición de 1490
Custodiado en el Archivo del Gobierno de Aragón.
Todos leerán estos versos

Lector que eres demasiado estricto, a partir de ahora puedes irte de aquí
adonde te plazca: dejo advertido esto para la gente de orden;
desde aquí mis páginas se encalabrinan con los versos de Lámpsaco
y hacen sonar los crótalos con la mano tartesia.
¡Ay, qué de veces golpearás tu manto con la vena tiesa,
aunque seas más estricto que Curio y que Fabricio!
También tú, muchacha, aunque seas de Padua, leerás
–mojadita- las desvergüenzas y chanzas de mi librito,
pero porque llegó Bruto; Bruto, márchate: lo va a leer.

                                                                                        - Libro XI, XVI

En sus epigramas encontramos referencias a casi cualquier aspecto de la sexualidad humana, desde condenas a la homosexualidad femenina, a la mofa hacia los afeminados, desde la crítica a las lujuriosas a epigramas dedicados al dios Príapo.


Éstas son las que me gustan 

Quiero a la que va de mujer fácil, a la que hace la calle ligera de ropa;
quiero a la que ya antes se ha entregado a mi esclavo;
quiero a la que se compra por entero con un segundo denario;
quiero a la que ella sola da abasto a tres a la vez.
A la que exige dineros y habla con palabras altisonantes,
que se la tire una picha de la grosera Burdeos.

                                                                                  - Libro IX, XXXII


Haz lo que quieras, pero con recato 

Sin guardar, Lesbia, y abiertas siempre tus puertas, pecas y no ocultas tus devaneos y te causa más placer un mirón que un adúltero y no te son gratos los goces, si se quedan ocultos algunos. En cambio, una meretriz aleja a los testigos con la cortina y el cerrojo y son raras las rendijas abiertas en un prostíbulo del Summenio. De Quíone, al menos o de Yade, aprende pudor: hasta los mausoleos esconden a las más degeneradas y a las zorra. ¿Acaso mi reprensión te parece demasiado dura? Te estoy prohibiendo que te sorprendan, Lebia; no que se te tiren.

                                                                                        - Libro I, XXXIV



En próximas entradas iremos viendo y ampliando la información sobre alguno de estos textos eróticos así como el contexto social donde se desarrollaron, también nos adentraremos en el mundo griego que aportó obras repletas de erotismo, ya que muchas sirvieron de base e inspiración para el mundo romano, incluso nos acercaremos a las primeras obras de literatura erótica que se conocen provenientes del mundo egipcio. Os esperamos!



BIBLIOGRAFÍA

Columbié E.;  ¿Erótico o pornográfico?, Un estudio en busca de los lindes literarios. Parte III., en http://conexos.org/2014/08/02/5361/ [Última consulta 02/09/2014]

Fedeli, P.; La poesía de amor en la Roma antigua. La mujer, la pareja, el amor: nuevos roles y nuevos modelos del cancionero de Catulo. Traducción de Arturo Álvarez Hernández en http://hablardepoesia.com.ar/numero1/la-poesia-de-amor-en-la-roma-antigua/ [Última consulta 02/09/2014]

Fortuny Previ, F.; En torno al vocabulario erótico de Marcial, MYRTIA, Rev. de Filologia Clásica de la Univ. de Murcia. 1988.

http://centrodeartigos.com/articulos-informativos/article_61144.html


martes, 2 de septiembre de 2014

El concepto de Amor y matrimonio en el mundo romano

Parte I:  El concepto de Amor y matrimonio en el mundo romano
Parte II: Poder, Moral y Sexualidad en Roma
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En este post, no pretendemos explicar los aspectos formales del matrimonio romano, sino nuestro objetivo es adentrarnos un poco más allá y bucear en sus aspecto más psicológico o sociológico ¿porqué se casaban? ¿qué concepto tenían del matrimonio? ¿qué era para ellos el matrimonio?

Cuando hablamos de matrimonio romano, hay que remarcar que hablamos de un segmento de la población, quizá el más visible pero el menos numeroso, ya que la mayoría de la documentación se refiere a la clase rica de los patricios, por lo que se suele dejar al márgen al resto de fragmentos de la población, no sólo esclavos y libertos, sino también la población rural, campesinos, pequeños propietarios de tierras, etc.

El matrimonio romano era un acto privado e informal, no se celebra delante de ninguna figura religiosa ni pública. Era un acto, no escrito, sólo existía un contrato de dote (cuando la mujer tenía dote), por lo que no tenía ninguna connotación solemne, simplemente era obligatorio la presencia de testigos.

El matrimonio creaba efectos de derecho, ya que los hijos nacidos de estas bodas eran legítimos, por lo que continuaban el linaje familiar y recibían su parte de herencia.

Matrimonio romano.

EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE FAMILIA: PATRIA POTESTAS

Antes de adentrarnos en este tema, merece la pena señalar que la historia de Roma es muy larga, y es que el mismo concepto de familia y matrimonio fue evolucionando, así en un primer período desde el 753 a.C. hasta las Guerras púnicas (202 a.C.) las familias estaban regidas bajo la poderosa influencia de un potente patriarcado, donde la poliginia o concubinato estaban mal vistos y la figura de padre controlaba a toda la familia, hijos, propiedades y matrimonio.

El segundo período arranca con las Guerras Púnicas y se extiende hasta el siglo III d.C., las mujeres, ante la ausencia de sus maridos, se vieron obligadas a tomar el control de los bienes familiares, por lo que las relaciones de poder en la pareja y en la familia cambiaron. Las mujeres se negaron a someterse a la potestas de sus maridos y/o padres, reduciéndose también el poder de los padres sobre los hijos.


MATRIMONIO Y DIVORCIO

"Sarcofago dei Fratelli"
Museo Archeologico di Napoli.
Así durante este segundo período, el matrimonio deja de ser una obligación sagrada y pasa a convertirse en una cuestión de satisfacción personal. Las razones para contraer el matrimonio se vuelven de carácter económico, para enriquecerse y aumentar el patrimonio con la dote, también podemos añadir un motivo político, ya que el matrimonio también podía permitir el aumento de la influencia de un determinado linaje al establecer alianzas con otras familias patricias.

Por último, tenemos que imaginar, que sobretodo la gente se casaba por costumbre, quizá una explicación tan poderosa como funcional, continuar con la tradición, el querer tener hijos y el sentido del deber cívico y es que para los romanos era una obligación el casarse y tener hijos para perpetuar el cuerpo civil, la base donde se asentaba el Estado Romano.

Aunque, a pesar de todo esto, muchos ciudadanos preferían vivir en soltería, como demuestra el hecho de que Augusto se vió obligado a promulgar diferentes leyes para fomentar el matrimonio (Lex Iulia de maritandis ordinibus, 18 a. C. y la Lex Papia Poppaea,. 9 a. C.) ante el escaso interés de contraer matrimonio entre los ciudadanos más jóvenes.
 

El divorcio era tan fácil de obtener legalmente y tan informal como el matrimonio. Tanto el hombre como la mujer podían divorciarse por iniciativa propia, ni siquiera estaban obligados a avisar al futuro ex-cónyuge. La esposa se marchaba con plena libertad, llevándose consigo su dote, aunque los hijos se quedaban siempre con el padre.

De esta forma un tanto satírica nos describe Juvenal, a principios del S. I. d.C. los numerosos divorcios que se producían en Roma: "No es a la esposa lo que ama el esposo, sino solamente a su cara. Basta que se dibujen en la cara de Bíbula tres arrugas, que la piel se estire y se seque y que los dientes se endurezcan y los ojos se achiquen, para que su marido Sertorius se vaya en busca de nuevos amores. Y no será el marido mismo, sino un esclavo o un liberto quien dará la noticia a la esposa abandonada: “¡Junta tu ropa y márchate! Tu nariz es demasiado húmeda. Tengo ya otra con nariz seca.”



CAMBIO EN EL CONCEPTO DE MATRIMONIO

Entre el siglo I a.C. y el siglo I d.C. vemos como el concepto de matrimonio sufre un profundo cambio, dando lugar al nacimiento del mito de la pareja. Antes de este cambio, el matrimonio no era visto como algo romántico, el concepto de amor romántico era visto como algo ridículo, ya que el amor disminuía la capacidad de pensamiento racional. Los romanos no ligaban, sino fornicaban.

a) En la vieja moral civil, la esposa era apenas una herramienta del ciudadano, del padre de familia, la mujer engendraba hijos y redondeaba el patrimonio.

Paquius Proculus y su esposa.
Acuarela de Pompeya, siglo I.
La esposa era considerada como uno de los muchos bienes que tiene un señor. Los señores trataban sus asuntos entre ellos, la opinión de la esposa no era tenida en consideración. La esposa reinaba sobre la servidumbre, y sobre los asuntos domésticos, aunque era considerada como una subalterna, una niña grande a la que el hombre estaba obligado a tratar con respeto por su extracción noble y su dote. Es decir, para la vieja moral el matrimonio era un deber cívico y un acuerdo doméstico.

Hacia el año 100 a.C., un censor declaraba ante la asamblea de la ciudad: "el matrimonio es una fuente de preocupación todos los sabemos. Pero no por ello, hay que dejar de casarse, por civismo".

El matrimonio era una opción más en la vida, no era la fundación de un hogar el eje de la vida. Tal es así que Augusto dictó leyes especiales para animar a los ciudadanos a casarse.

b) Con la nueva moral, la mujer se convirtió en una compañera para toda la vida y aunque elevada al rango de los amigos inferiores, se la seguía considerando una mujer-niña obediente de su marido, "la mujer como ser inferior, debe obedecer a su marido.". El buen marido debe respetar oficialmente a su mujer, interiorizándose cada vez más el matrimonio monógamo. Como señala Veyne el concepto de pareja nació en Occidente.

¿A qué se debe este cambio? Según Paul Veyne, el principal impulsor de este cambio de moralidad fue el estoicismo, la más extendida secta de sabiduría o filosofía, con una influencia tan grande como tienen entre nosotros actualmente las ideologías o las religiones.

ESTOICISMO, SEXO Y MATRIMONIO

Para los estoicos el hombre debe vivir de acuerdo con la razón por lo que tiene que evitar las pasiones, que no son sino desviaciones de nuestra propia naturaleza racional. Las reacciones, como el dolor, el placer o el temor, pueden y deben dominarse a través del autocontrol ejercitado por la razón.

Así, para los filósofos griegos, como Platón, Aristóteles o Hipócrates, las relaciones sexuales, aunque necesarias para la procreación y de por sí buenas y fuente de placer, eran presentadas también como algo difícil de controlar, peligrosa, a veces dañosa para la salud y debilitante, por la pérdida de energía vital que se supone que tenía el semen.

Aunque es importante señalar que en la Antiguedad clásica, todos los problemas de moral relacionados con la sexualidad no eran censurados bajo el concepto de pecado, sino bajo la visión de la virtud del hombre racional, capaz de controlar sus pasiones.

Los estoicos condenaban toda relación sexual extramatrimonial y exigían fidelidad a ambos cónyuges. Además el celibato era visto como una de las mayores virtudes para el espíritu.  
Séneca.
Dibujo de JW-Jeong

Séneca, preceptor de Nerón (y muerto por orden suya en el 65), afirma que "amar a la esposa en forma excesiva es algo vergonzoso, pues el sabio debe hacer valer la razón y no la pasión, y se opone al asalto de las pasiones y no se deja llevar a una relación pasional con la propia mujer. No hay nada más torpe que amar a la propia mujer como se amaría a una adúltera".

Otro estoico como Musonio Rufo consideraba inmoral toda actividad sexual que no estuviera destinada a la procreación y dentro del matrimonio, criterio que será asumido por los teólogos cristianos. También se pronuncia contra la anticoncepción y la homosexualidad, muy difundidas en el imperio romano helenista; y considera que el amor entre esposos es el vínculo humano más fuerte.

De esta forma aunque se puede ver una amplia convergencia entre los estoicos y los cristianos en muchos puntos de vista morales y éticos, y aunque es muy probable que el cristianismo primitivo recogiese varios de estos dogmas morales, estas convergencias son solamente exteriores, pero no se puede decir que existiese una equivalencia en sus contenidos doctrinales.


BIBLIOGRAFÍA

Musitu, G.Familia, amor y violencia: una historia de desigualdades. Lección Inaugural Curso 2008-2009. Universidad Pablo Olavide de Sevilla, 2008.

Veyne, P.,  Sexo y poder en Roma, Paidos Ibérica, 2010.