sábado, 31 de octubre de 2015

La escuela de Venus, un manual erótico del siglo XVII

 Manuales eróticos en la Historia:
- Elefantis, los kamasutras de la antigüedad clásica
- Speculum al Joder, un manual erótico medieval molt català
- I Modi, el kamasutra del Renacimiento
- La escuela de Venus, un manual erótico de la Inglaterra del XVII
- El sumo, el origen del Kamasutra japonés

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'La escuela de Venus'
La escuela de Venus (o el placer de las damas reducido a reglas de práctica) es una libro escrito originalmente en francés y publicado en Inglaterra en el año de 1680 y es considerado como uno de los manuales sobre sexo más importantes de la historia. Este manual, de autoría desconocida, está basado en el diálogo entre dos primas, las cuales hablan abiertamente de múltiples aspectos relacionados con la sexualidad humana, en un tono sorprendentemente moderno. Todo ello, acompañado de ilustraciones, sumamente explícitas.

Las dos primas Katherine y Frances hablan de sus hábitos sexuales en un tono picante y lascivo. Katherine es una virgen de extraordinaria belleza física y Frances es una mujer casada, aunque de mentalidad mucho más abierta.

Ilustración de
'La escuela de Venus'
Como ya hemos dicho, los diálogos son de una sorprendente modernidad, muy alejados de la concepción puritana que tenemos de la sociedad inglesa del XVII. Así las conversaciones girarán en torno a la ventaja de contar con varias parejas sexuales, o la conveniencia de tener algún amante, incluso estando casada.

Así Frances reprocha a su prima ser tan "tonta como para creer que no se puede disfrutar de la compañía de un hombre sin estar casada." A lo que la inocente Katherine responde ingenuamente que ella disfruta de la compañía de muchos hombres como sus tíos o sus primos, por lo que Frances le tiene que aclarar que ella "disfruta" de otra forma con la compañía de los hombres.

Los diálogos van desde aquellos de carácter más frívolo, como por ejemplo los múltiples nombres que pueden tener tanto el pene como la vagina, hasta aquellos de carácter más "científico", adentrándose en los secreto del clítoris, al que denomina como "la cima del coño", mencionando aspectos como el orgasmo múltiple.

Ilustración de
'La escuela de Venus'
Además como buen manual del sexo, no pueden faltar menciones a las distintas posturas sexuales que una pareja puede adoptar:

"A veces mi Esposo se coloca sobre mí, y a veces yo me coloco sobre él, a veces lo hacemos de lado, a veces de rodillas, a veces de costado, a veces por atrás… con una pierna sobre sus hombros, a veces lo hacemos sobre nuestros pies…"

El diálogo termina con la inclusión de varias ilustraciones pornográficas donde se reflejan las posturas sugeridas por Frances.

Aunque se desconozca al posible autor (o autora) del libro se especula que lo tuvo que escribir alguien con una amplia formación intelectual, ya que el manual también aborda cuestiones más complejas, como la relación entre el sexo y la política, o los beneficios que existirían "si las mujeres gobernasen el mundo y la Iglesia"

El primer testimonio de la existencia de este libro nos lo aporta el famoso cronista Samuel Pepys quién declaró haber encontrado este libro, en francés original, en la tienda de un librero en enero de 1668. Según su propio testimonio estaba tan avergonzado de leer semejante libro que estuvo tentado de destruirlo inmediatamente, aunque finalmente se convenció a sí mismo para leerlo una vez más, ya que un "hombre sobrio" como él debía conocer toda la "maldad del mundo". Por lo que dedicó toda una jornada a estudiarlo detenidamente, para finalmente, fiel a su palabra, quemarlo una vez leído, o eso al menos fue lo que dejó escrito.

Ilustración de 'La escuela de Venus'

Conclusión

Ilustración de 'La escuela de Venus'
La publicación de este libro, de 166 páginas, ha salido a la luz recientemente en internet y puede consultarse de forma gratuita en este enlace, aunque eso sí! en inglés original.

El análisis de esta obra ayuda a entender la sexualidad moderna, y es un ejemplo más de cómo la historia ha ido sufriendo diversos ciclos de apertura y contracción en todo lo relativo al sexo. Así pues esta obra rompe el mito de la sexualidad excesivamente puritana y conservadora de la Europa moderna, ya que parece ser que este libro se podía conseguir en algunas librerías sin demasiada dificultad y sin que nadie se escandalizara.

Y es que si se investiga un poco, parecer ser que la pornografía no era un elemento excesivamente novedoso, ya que existían novelas, relatos de viajes, tratados de filosofía e incluso tratados de botánica con pasajes eróticos. En muchos casos, los libros de más alto contenido sexual se publicaron bajo otros títulos o con fundas para engañar a las autoridades y su política de censura.

Además la utilización de algunos términos como "amigos con derecho a roce" (en inglés, "amigo con ventaja") también nos da una idea de una Europa no tan cerrada en cuestiones relativas al sexo. Por último, no podemos dejar de mencionar algunos tintes "feministas" de esta obra, a pesar de ser un libro producido dentro de una sociedad tan machista y misógina como la Inglaterra del siglo XVII, ya que la obra rompe una lanza en favor de la autonomía sexual de la mujer, hablando no sólo de amantes, sino también de masturbación femenina y multiorgasmos.





sábado, 24 de octubre de 2015

Sexo y cultura erótica en la España de los años 20

Esta entrada está inspirada en el magnífico trabajo de Maite Zubiaurre, "Culturas del erotismo en España. 1898-1939" y gran parte de las imágenes están extraídas del increíble banco de imágenes disponible en su web asociada http://sicalipsis.humnet.ucla.edu/

LA ESPAÑA DE PRINCIPIOS DEL XX
Cubierta de la obra Culturas del erotismo en España, 1898-1939
http://sicalipsis.humnet.ucla.edu/

La España de principios de siglo XX es una de las épocas más interesantes de su historia, marcada por el esplendor de una generación, la del 98, que veía como impotencia como el país se sumergía en una crisis moral, social y política... de ahí surgieron nombres como Unamuno, Machado, Alberti...

Pero este principio de siglo vienen marcado por un fenómeno que cambiará para siempre la cultura del entretenimiento: el poder de la imagen; al calor de los inventos surgidos tras la II Revolución Industrial se va a desarrollar nuevas formas de consumo de ocio que se popularizarán rápidamente tras la I Guerra Mundial, especialmente entre las clases urbanas: el cine, la prensa, la radio, los semanarios, la publicidad...

Madrid y Barcelona pronto imitaron las modas y las nuevas formas de ocio que florecían en los locales de Berlín, París o Londres, entrando de lleno la sociedad española en la modernidad europea. Por lo que desde muy pronto, las principales avenidas de estas ciudades se llenaron de salones de variedades, cabarets y music-halls.

Estas nuevas formas de ocio levantarán pasiones entre un público cada vez más aficionado a abarrotar este tipo de espectáculos, donde los números de las artistas se volvían cada vez más picantes, acompañados de bailes sensuales, canciones eróticas y vestidos con transparencias; todo ello, al son de cuplés, tangos y los nuevos ritmos que llegan desde el otro lado del atlántico como el jazz, el fox-trot o el charlestón.

Y entre todas estas novedades el cine se alzaba como una nueva y poderosa industria del entretenimiento, y como ya vimos en este post, el cine porno también empezó a popularizarse en nuestro país, con películas producidas y financiadas por el mismo rey Alfonso XIII.


Iglesia, Dictadura y Monarquía

Esta nueva cultura se alzaba como una atrayente alternativa a la religión, por lo que la Iglesia siempre se posicionó en contra de estas formas de ocio, ya que ponía en peligro su monopolio cultural y social que había aglutinado a lo largo de los siglos.

Además en España se vivía la curiosa contradicción de estar bajo una dictadura militar (1923-1930), de corte monárquico y de carácter conservador y católico, aunque como vemos, bastante permisiva en lo social, por lo que muchas veces se ha llamado a la dictadura de Primo de Rivera como "dictablanda".

Aunque esto no significa que no existiese la censura, en 1917, un periódico valenciano recoge la noticia del cierre del teatro Princesa durante 6 meses y con una multa de 500 pesetas ante las "excesivas procacidades exhibidas" durante la actuación de dos de sus vedettes. Esta censura se endureció con la llegada de la dictadura de Primo de Rivera, ya que a pesar de que este tipo de espectáculos siguieron en funcionamiento, sus contenidos se aligeraron un poco.

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Postal erótica.
El nacimiento de los mitos eróticos

Esta época es también la de los nacimientos de los grandes mitos eróticos, donde las más famosas actrices de Hollywood empezaron a convertirse en auténticos iconos mundiales como Gloria Swanson o Greta Garbo, y donde nuestras cupletistas y vedettes más famosas como Raquel Meller, La Bella Chelito, La Goya, Olimpia d'Avigni o Carmen Miranda acaparaban portadas de magazines y revistas, rodeadas de grandes lujos y disfrutando de los caros regalos de sus admiradores.

Admiradores entre los que se incluían los principales personajes del país, desde el rey Alfonso XIII hasta el dictador Primo de Rivera, que también coquetearon con estas artistas y eran clientes habituales de estos espectáculos nocturnos.

Se vivía en un ambiente de cierta relajación moral y libertinaje, con el auge de nuevas ideologías como el feminismo y el naturalismo, donde la exhibición del cuerpo desnudo dejará de ser un tabú. Además la prostitución y la drogas se convierten en algo habitual en el ambiente nocturno de las grandes ciudades, cocaína y morfina eran consumidas por buena parte de una burguesía adinerada, como bien refleja el 'Tango de la cocaína' de Joan Viladomat.

Como bien señala Maite Zubiaurre "En esa España floreció una cultura popular, tan descarada como irreverente, que produjo una cantidad de material erótico que la sociedad de entonces consumió sin pudor. Muchas de las imágenes que hoy consideraríamos pornográficas circularon libremente por las calles de Madrid y Barcelona, sin que ningún tipo de censura actuase sobre ellas".


Fotografías "artísticas beldades femeninas" recogidas en el libro de Maite Zubiaurre 'Culturas del erotismo en España 1893-1939'.

CULTURA ERÓTICA DE CONSUMO

Estas nuevas formas de ocio y expresión relacionadas con la libertad sexual se manifestaron en la proliferación de condones, novelas de tintes eróticos o asociaciones nudistas... y donde muy pronto se aprovecharán las nuevas posibilidades de las nacientes industrias cinematográfica y fotográfica para desarrollar toda una serie de productos eróticos y pornográficos, y cuanto más explícitos mejor... postales eróticas, cine porno y revistas nudistas son sus mejores representantes.

Publicaciones como las postales eróticas se distribuían por correo postal, pero también se podían adquirir abiertamente en quioscos o mediante la venta ambulante. El primer dato que podemos extraer de estas imágenes es el ideal de belleza reinante en la época, donde parece que se destila una preferencia por las mujeres opulentas, entradas en carne, de grandes pechos, es decir, el tipo de mujer más frecuente tanto en los prostíbulos como en las salas de variedades. Aunque a partir de los años 20 ya se empieza a vislumbrar los nuevos códigos de belleza femenina, mujeres más delgadas y de pelo corto

Postales eróticas

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Postal coloreada.
La postal erótica recibió el nombre de 'cartomania', consistían en fotografías sobre cartulinas, muchas de ellas coloreadas con acuarelas para conseguir un mayor realismo. Su éxito radicaba en su bajo coste de producción, su fácil reproducción y su rápida comercialización

Estas postales de corte erótico fueron ideadas en Francia a finales del XIX, por lo que también fueron conocidas como "postales francesas".En un principio eran fotografías algo inocentes, con escenas de filtreos e insinuaciones algo ingenuas. Así el país galo se convirtió en el principal productor de las postales y fotografías eróticas llegadas a España.

Este tipo de postales tuvo una enorme variedad de producciones desde las más sutiles y lights como las denominadas 'postales amables' o 'tontas', donde aparecían mujeres semidesnudas en posturas clásicas y academicistas hasta aquellas más próximas a la pornografía pura y dura, con escenas de pareja o mostrando relaciones de carácter homoerótico.

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Postal estilo
'mármol viviente'
Una muestra de esta gran variedad de postales la encontramos en el tipo de mujeres representadas que puede ir desde la sensualidad más castiza, con representaciones de mujeres con mantilla y mantón, pasando por la sensualidad más étnica, con postales de mujeres semidesnudas pertenecientes a diferentes culturas del mundo.  Por otro lado, encontramos aquellas que buscan el lado más poético y sensual, donde la fotografía viene acompañada de un texto poético.

Dentro de las postales encontramos sub-géneros, entre los que destacan el llamado "mármol viviente". Son aquellas postales que reproducían desnudos más propios de la escultura que de la fotografía erótica, por lo que para lograr este efecto se cubrían los pezones y el vello público de la modelo mediante un maillot muy ajustado. Este tipo de postal, tuvo gran auge en la Alemania de los años 30 y 40, ya que encerraba cierta reivindicación del ideal de belleza clásica que tanto apasionó al nazismo.                               

Novelas eróticas

El fenómeno de las novelas eróticas es relativamente contemporáneo, en España las primeras publicaciones de este tipo se dieron durante el Sexenio Revolucionario, aprovechando la libertad de imprenta sancionada en la nueva constitución. Aunque la Restauración  cercenó gran parte de estas libertades, este tipo de publicaciones siguieron vigentes, causando gran escándalo entre vecinos y autoridades, que provocaron en más de una ocasión la persecución policial a los vendedores ambulantes por "escándalo público". Pero va a ser durante la década de los 20 y 30 cuando este tipo de publicación se consolidará, a pesar de las incautaciones periódicas y las multas a los libros de carácter más pornográfico.

Estas novelas se caracterizarán por sus divertidos y extravagantes títulos, que podían ir de los más coquetos y sugerentes hasta títulos directamente pornográficos: Paquita se pone nerviosa, Lilly y los plátanos, Currito el ansioso, El delantero centro de Pili, La flor de Florita, El túnel del amor prohibido o Julia la Gozadora son uno de los muchos títulos aparecidos en aquella época.

Pero no sólo los títulos de los libros tuvieron nombres extravagantes, sus autores, escondidos bajo pseudónimo también apostaban por divertidos nombres tales como el doctor Canuto de Montánchez o el doctor Coñicida. Lo mismo sucedía con las editoriales, muchas de ellas registradas en Buenos Aires para evitar posibles multas o censuras, cuyos nombres resultaban aún más esclarecedores Establecimiento Jodeográfico, Imprenta Espermática, Editorial Diarrea.

En este tipo de novela, como ya vimos que pasaba con las películas pornográficas de Alfonso XIII, solían encerrar una mordaz crítica a los estamentos más poderosos de la sociedad: sacerdotes, nobles,...  En cuanto a los temas relacionados con el sexo las escenas más frecuentes son aquellas de tintes vouyeristas y aquellas más propias de las fantasías masculinas: escenas lésbicas, sexo oral, sexo anal.

Novelas licenciosas de la España juguetona
Portadas de novelas eróticas.

Nudismo y Naturalismo

Otra de las modas que causaron furor, especialmente en las costas catalanas y levantinas, fueron el nudismo y el naturalismo, hecho que se vio refrendado por la creación de una multitud de asociaciones de carácter naturista, vegetarianas, nudistas y de medicina natural, algunas muy ligadas al movimiento anarquista, y que  desde muy pronto editaron sus propias revistas.

La característica de estos movimientos era el deseo de redescubrir el cuerpo como parte de una búsqueda de lo verdadero frente a lo artificial de la vida moderna, ya que el nudismo se entendía como una forma de volver a la pureza, liberando al cuerpo de la degeneración y los vicios sexuales.

Estas publicaciones contenían artículos relacionados con la comida sana, remedios naturales  y cómo no! de temática relacionada con la sexualidad,  aunque casi siempre bajo una perspectiva algo tradicional y purista, ensalzando la castidad como valor y criticando la sexualidad incontrolada, así como algunos vicios como el alcoholismo y el tabaquismo.  A pesar de esta concepción purista de la sexualidad intentaron alejarse de la moral cristiana, presentando programas de educación sexual laicos y modernos, próximos al feminismo y muy alejados de los conceptos de pecado.

Así entre estos colectivos destacar aquellos de carácter excursionista, en campos y playas nudistas, como los 'Amics del Sol' o el grupo anarquista 'Sol y Vida', o la mítica 'Pentalfa', o 'Biofilia' que alcanzó cierta popularidad durante la II República.


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Publicaciones científicas

Otras publicaciones que despertaron gran interés, más que por sus contenidos reales, por lo que uno podía llegar a imaginar o intuir, eran los manuales de higiene sexual. Estos manuales eran adaptaciones censuradas de libros europeos, por lo que eran publicados bajo el estricto control de las autoridades y bajo el auspicio de la Iglesia, por lo que a pesar de tener una clara finalidad moralizante, la lectura de temas relacionados con la sexualidad siempre fueron muy atrayentes.

Por otro lado, entre las publicaciones "científicas" destacar las obras de dos de nuestros más grandes intelectuales, que trataron el tema de la sexualidad desde una perspectiva oficialista, con interpretaciones bastantes subjetivas, como son Tres ensayos sobre la vida sexual (1926) de Gregorio Marañón o los "Estudios sobre el amor" (1924) de Ortega y Gasset, quien por entonces descalifica el psicoanálisis como "una emulación pseudocientífica del católico sacramento de la confesión".

Homosexualidad

Novela homoerótica
En el tema de la homosexualidad se siguen arrastrando viejos tópicos ancestrales, el homosexual es un ser vicioso, degenerado, muchas veces equiparado con otras figuras delictivas de la sociedad como ladrones o violadores. Es decir, se sigue viviendo bajo una visión dualista, entre lo masculino (o más bien el macho) y lo femenino, condenando de esta forma a los homosexuales a la discriminación social.

Este pensamiento tendrá su reflejo en la cultura, donde las publicaciones relacionadas con la homosexualidad masculina son escasas, ya que la mayoría de la población lo sigue considerando como algo inmoral. En cambio, la homosexualidad femenina, alimentada por la fantasía del imaginario masculino, fue ampliamente representada tanto en novelas como en imágenes.

Aunque la homosexualidad seguía siendo considerada un tabú, la relajación moral de la sociedad permitió un acercamiento a publicaciones donde se mostraba un cierto tipo de desnudo masculino donde forzudos con bigotazos, boxeadores o gimnastas exhibían sus cuerpos semi desnudos.

Novela homoerótica
Las obras más representativas de la cultura gay de los años 20 eran sin duda las denominadas novelas 'dandy' o decadente, cuyo autor más célebre fue sin duda Álvaro Retana, que con una mirada alegre y positiva se acercaba abiertamente al mundo de la homosexualidad con libros como "Las locas de postín", "El fuego de Lesbos" o "Los ambiguos".

También podemos destacar otras obras de autores más prestigiosos como algunas novelas escritas por Ramón Gómez de la Serna "La mujer vestida de hombre" o su esposa Carmen de Burgos, aunque éstas con un tinte más moralizante.

Por último destacar la novela cubana  "El ángel de Sodoma" de Alfonso Hernández Catá, una novela que resume muy bien la crisis cultural y existencial de esa época, ya que no sólo condena el carácter homofóbico de la sociedad, sino también un sistema político caracterizado por su conservadurismo y autoritarismo.

                            
Conclusión

La dictadura franquista acabó con todo aquello. Bueno, con casi todo: la iconografía erótica y morbosa de Julio Romero de Torres (por cierto, republicano) se difundió profusamente en carteles y calendarios gracias, según la autora, al “españolismo” estereotípico y sobreactuado de sus personajes femeninos

Esa explosión de erotismo producida en los años 20 es comparable a la que vivimos aquí en España a partir del año 1975, ya que con la muerte del dictador, incluso años antes, se vivió un intenso momento histórico de profundas transformaciones políticas, económicas y sociales. Donde la sociedad y la cultura empezaron a expresar libremente ciertos aspectos relacionados con la sexualidad y el erotismo, deseos duramente reprimidos durante más de 40 años, lo que provocó un auténtico boom de la cultura erótica, cuya mejor plasmación es el cine del destape de finales de los 70.


Bibliografía

Cleminson, R.; Anarquismo y sexualidad en España, 1900-1939

Zubiaurre, M.; Culturas del erotismo en España, 1898-1939 en http://sicalipsis.humnet.ucla.edu/

 http://leopoldest.blogspot.com.es/2012/01/imagenes-del-erotismo-en-la-espana.html

http://www.isliada.org/ensayo/2011/09/el-angel-de-sodoma-y-la-construccion-social-de-la-normalidad-generica/

 http://www.playgroundmag.net/articulos/columnas/Cuerpos-mundo-anarquista_0_1414058582.html

 http://elpais.com/diario/2007/12/04/cultura/1196722801_850215.html









sábado, 17 de octubre de 2015

Moral sexual romana III: La infidelidad

Moral sexual romana:
- Parte I: Los besos
- Parte II: La virginidad
- Parte III: La infidelidad
- Parte IV: El desnudo

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El concepto de infidelidad dentro de la sociedad romana quizás sea uno de los elementos que mejor nos muestra el machismo imperante en esta cultura, ya que las penas aplicadas en caso de incurrir en este tipo de delito variaban enormemente según el sexo y la condición social del infractor.

Aunque antes de estudiar los diferentes casos hay que indicar que dentro del derecho romano podemos distinguir dos modalidades de infidelidad: adulterio y stuprum, aunque muchas veces, en los textos latinos se usan ambos términos de manera indiferente. A pesar de ello, a grandes rasgos, podemos distinguir entre:
- Adulterio: Infidelidad cometida dentro del matrimonio.
- Stuprum: Comportamiento inmoral de mujeres no casadas.

La infidelidad, una cuestión de sexos

En cuanto a la distinción entre sexos, apuntar que sólo se considera adúltero a aquel hombre que mantiene relaciones sexuales con una mujer casada. Ya que la libertad sexual del marido era total, pudiendo mantener relaciones abiertamente fuera del matrimonio, ya fuese con sus esclavas, concubinas, prostitutas, incluso, esclavos. En este caso concreto el derecho romano sólo intervendría en caso de dañar la propiedad de otro ciudadano:

 "la relación sexual con esclavas de otros no se considera ilícita, amenos que las misma hayan sufrido una disminución de su valor o el hombre haya intentado por medio de ella causar un daño a la dueña"
- Sentencias de Paulo 2, 26,16


En el caso de que una mujer casada cometiese adulterio, siempre nos referimos a mujeres libres, es decir, a una materfamilias, era considerado uno de los peores crímenes que una mujer podía cometer, ya que era un atentado contra la idea de la pudicitia, que no sólo afecta a su honor sino al de toda su familia. Además, en caso de haber hijos o embarazos de por medio, el asunto se complicaba sobremanera, ya que la infidelidad sembraba de incertidumbre la legitimidad de esos hijos, produciéndose la tan temida 'commixtio sanguinis', es decir, la mezcla de sangre con un individuo ajeno a la familia, hecho considerado un insulto a la tradición familiar, ya que el culto a los difuntos se basaba en la consanguineidad del linaje

Viñeta del cómic 'Murena'

El adulterio en el Derecho romano:

a) El período republicano: El adulterio visto como un asunto privado

En la Roma republicana el adulterio era considerado un delito privado, un delicta, un conflicto entre dos particulares que se resolvía dentro del ámbito familiar, por lo que no se requería la intervención del Estado, ya que el padre o el marido de la esposa serían los que impusiesen el castigo a la adúltera.

En cuanto al castigo impuesto a la mujer adúltera ha generado muchas discusiones, ya que al ser considerado un crimen muy grave, se contemplaba hasta la muerte de la mujer, especialmente en casos donde la mujer era pillada in fragranti. Pero aunque esta castigo (amparado por la ley) aparece recogido en varios textos latinos, con nombres y datos concretos, suponemos que son ejemplos que se ensalzan para poner en solfa los valores de la antigua república.

En cualquier caso, ante este tipo de faltas graves se solía convocar un "tribunal doméstico" para juzgar la causa dentro del ámbito familiar permitiendo escuchar otras opiniones y evitando posibles sentencias en caliente, aunque el pater familias contaba con total libertad para imponer su voluntad al margen del consenso familiar.

La pena capital se solía aplicar también dentro de ese ámbito familiar, donde normalmente la mujer era encerrada en una habitación hasta su muerte por inanición, aunque también se conocen escritos donde se confinaba a la mujer en una celda a la espera que fuese estrangulada por su carcelero.

El machismo de la sociedad romana se vuelve apreciar en el tratamiento que recibía el adúltero, ya que ningún familiar de la mujer podía exigirle responsabilidad, sólo en caso de que el marido los pillase in fragantti si se le permitía encerrarlo en alguna celda o incluso matarlo.

Pintura mural. Boda romana.

Aulio Gelio, recoge los preceptos contenidos en un discurso de Porcio Catón sobre el derecho que tenía el marido de matar a su esposa sorprendida en adulterio:

"Cuando el marido ha decidido el divorcio, se convierte en juez de su mujer, como podría serlo el censor, y tiene, a lo que parece, poder absoluto sobre ella: si la mujer ha  cometido  alguna  acción  perversa  y  deshonrosa,  la  castiga;  si  bebió  vino  o  si realizó actos deshonestos con otro hombre, la condena". 

En cuanto al derecho dematar, dice así: "Si has sorprendido a tu esposa en adulterio, puedes matarla impunemente  sin  juicio;  pero  ella  no  se  atreverá  a  tocarte  con  el  dedo  si  tú  cometes adulterio [o te has dejado seducir]; no tiene derecho"
- Aulio Gelio "Noches áticas" (Libro X,23,4-5)





b) El período imperial: El adulterio visto como un asunto público

Es a partir de finales de la República cuando la justicia penal se reorganiza pasando los delitos contra la honestidad a ser juzgados en tribunales públicos especiales. Este cambio en la lesgislación tiene mucho que ver con los cambios sociales producidos a finales de la República, donde la liberación progresiva de la mujer fue uno de los motivos de la promulgación de distintas leyes que buscaban regular el crimen de adulterio.

Entre estas leyes destaca la famosa "Lex Iulia de Adulteriis Coercendis", promulgada en el 18 a.C. bajo mandato de Octavio Augusto, que buscaba restaurar los viejos principios morales republicanos concernientes al matrimonio, asegurando la moralidad de las familias patricias,.evitando los comportamientos escandalosos.

Pero también estas leyes, como la posterior redactada en tiempos de Domiciano, lo que buscaban era fomentar la natalidad de las clases patricias, ya que las mujeres adúlteras normalmente recurrían a distintos remedios abortivos para no quedarse embarazadas.

A partir de este momento el adulterio será juzgado en tribuanales ordinarios, siendo considerado un crimen público, por lo que cualquier persona podía denunciar dichos crímenes. 


Estas leyes se consideraron toda una intromisión en el tradicional sistema jurídico doméstico romano, por lo que fueron muy criticadas en su época y de difícil aceptación, ya que ventilaban públicamente, los escándalos privados de los ciudadanos
 
Aunque en estos nuevos tiempos, el concepto de patria potestas pierde gran parte de su significado, ya que el paterfamilias deja de tener la autoridad absoluta, aún estaba permitido el asesinato de los adúlteros si éstos eran pillados en pleno acto.

En el resto de los casos, los adúlteros eran juzgados en un tribunal donde las penas impuestas variaban según el sexo del adúltero: A la mujer, se le confiscaba la mitad de la dote de su boda, así como un tercio de sus bienes particulares; en cambio a ellos, se les confiscaba la mitad de su patrimonio, habitualmente acompañado de la relegatio, es decir, el exilio obligatorio, normalmente a una isla, durante un cierto período de tiempo.

Viñeta del cómic 'Murena'
Pero como nos relata Marcial en uno de sus ácidos epigramas, una vez hecha la ley, hecha la tramapa:

"Desde que la ley Iulia Faustino, ha entrado de nuevo en vigor y la castidad ha recibido la orden de entrar en los hogares, han transcurrido menos o, ciertamente, no más de treinta días, y ya Telesia se ha casado con un décimo marido: la que se casa tantas veces, no se casa: es una adúltera al amparo de la ley. Me molesta menos una puta más franca".


Otro forma de burlar las leyes promulgadas por Tiberio en lo referente al adulterio nos la relata Suetonio, quién nos explica que muchas matronas romanas preferían incribirse en el registro de prostitutas, a pesar de ser consideradas mujeres infames, pero de esta forma evitar el juicio por adúltera y evitar una pena mayor como el destierro:

"Respecto a las matronas que se hubieran deshonrado, dispuso que, a falta de acusador público, fueran sus parientes quienes las castigaran con arreglo a la sentencia dictada en común, según la costumbre de nuestros mayores. (...)

Las mujeres de mala fama comenzaban a declarar la prostitución para quedar libres de los derechos y la dignidad de las matronas con vistas a evitar el castigo de las leyes (...) castigó a todos ellos, hombres y mujeres, con el destierro, para que nadie pudiera hallar un refugio en semejantes fraudes"



STUPRUM

Se consideraba como 'stuprum' el comportamiento inmoral o la infidelidad cometida por mujeres prometidas en matrimonio, o aquellas unidas en un matrimonio no oficial, incluso la infidelidad cometida por una concubina; aunque como ya dijimos anteriormente, en muchos casos no hay una diferenciación clara entre ambos términos, ya que las penas impuestas eran muy similares.

Y aunque estos castigos, normalmente también se juzgaban en el ámbito familiar, Tito Livio en su 'Historia de Roma' nos habla de dos grupos de 'matronae' que fueron juzgadas por su comportamiento impúdico; al primer grupo juzgado en el 295 a.C se le impuso una multa económica, al segundo grupo de mujeres, juzgadas en el 213 a.C, fueron sentenciadas al exilio.

"Durante este año Quinto Fabio Gurges,hijo del cónsul, que era edil, llevó a juicio a ciertas matronas ante el pueblo por el delito de adulterio. De las multas obtuvo el dinero suficiente para construir el templo de Venus que se encuentra cerca del Circo".

Una cosa es la ley, y otra la realidad...


Y aunque la infidelidad de la mujer estuvo severamente perseguida, todo parece indicar que  durante el primer siglo del Imperio las mujeres romanas fueron adquiriendo mayor independencia y libertad, por lo que sus infidelidades aumentaron considerablemente, si no por qué el refinado Ovidio se vanagloriaba de que su mujer nunca le hubiese engañado, o el poeta Horacio, que también proclamaba orgulloso que su difunta esposa nunca le hubiese sido infiel.

Las mujeres se volvieron más desinhibidas y no dudaron en buscar satisfacer sus necesidades sexuales fuera del matrimonio, como bien nos muestra los numerosos testimonios literarios de muy diversos autores.


 Podemos destacar la sátira VI de Juvenal donde nos narra como la esposa de un senador, llamada Epia, se fuga con su amante, un gladiador, a las escandalosas playas de Egipto. El autor no duda en remarcar la condición social de la mujer, nacida de una "cuna de oro".

Este hecho como bien remarcar el autor, no sólo era acto de vergonzoza impudicia, y no sólo una mancha para su familia, sino lo que más le preocupaba era que esta infidelidad era una afrenta para la misma dignidad de Roma.

"Epia, casada con un senador, acompañó a un gladiador hasta la isla de Faros y el Nilo y las famosas murallas de Alejandría.  Sin tener en cuenta su casa, su esposo ni su hermana; sin importársele nada de su patria, abandonó despiadadamente a sus hijos llorosos". (...)

"¿Qué belleza enardeció a Epia? ¿Qué atractivo juvenil la cautivó? ¿Qué vio que le hizo tolerar el apodo de íla gladiadoraí? El tal Sergito ya se empezaba a afeitar el gaznate y sus brazos cubiertos de cicatrices lo disponían a retirarse. Además, muchas deformidades afeaban su rostro: la nariz, medio aplastada por el casco, tenía una gran corcova y un humor acre le manaba continuamente de un ojo.
 
"¡Pero era un gladiador! Esto los convierte en Jacintos, esto prefirió Epia a sus hijos, a su patria, a su hermana, a su marido; las armas, eso es lo que aman. Ese mismo Sergio, una vez retirado, habría empezado a aparecerle su marido Veyentón.


Juvenal en su 'Satiricón' (126) también nos relata como a muchas mujeres buscaban a sus amantes entre los escalafones más bajos de la sociedad, ya que lo doblemente prohíbido, es doblemente excitante:

"Con confesar que eres esclavo y de baja extracción, atizas el deseo de quien arde de pasión. En efecto, algunas mujeres se abrasan ante desechos y no logran encelarse más que cuando ven esclavos o policías sudorosos. 

El circo, un carretero cubierto de polvo o un cómico cualquier fuera del escenario a algunas las pone a cien."



Bibliografía


 http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/hisder/cont/17/dr/dr12.htm

Rodríguez González, A.M.; "La sexualidad femenina y el derecho romano. Nociones elementales y claves de comprensión", La sexualidad femenina,

 http://ocw.uc3m.es/derecho-privado/mujeres-de-la-literatura-y-la-historia-de-roma/material-de-clase-1/leccion_4.pdf

domingo, 11 de octubre de 2015

Orgías en la Historia II: Antiguo Egipto

Orgías en la Historia:
- Introducción y Prehistoria
- Antiguo Egipto
- Grecia
- Roma
- Edad Contemporánea (en preparación)

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Orgías en el mundo egipcio

En cuanto al mundo egipcio, ya vimos en anteriores post, como era una sociedad en la cual se vivía con un cierto naturismo en sus costumbres, aunque a la hora de expresar su sexualidad fue una cultura mucho más recatada que la de griegos o romanos, aun así nos ha dejado varios testimonios, en muy diversas fuentes, sobre la más que probable, existencia de orgías u otros desenfrenos sexuales de similares características.

Ceremonias y cultos de carácter orgiástico

Por un lado, tendríamos aquellas ceremonias religiosas de carácter orgiástico relacionadas con ritos de fertilidad y es que, desde tiempos antiguos, se han documentado ciertos cultos donde probablemente se desarrollarían algunas escenas de sexo en grupo, ya fuesen mediante rituales de autoestimulación o escenas más similares a nuestro actual concepto de orgía.

Y es que uno de los pilares fundamentales de los rituales mágicos egipcios era el concepto de transferencia, es decir, transferir la energía del mundo de los humanos al de los dioses, mediante acciones cuanto más concretas y directas mejor. Por lo que no nos puede extrañar que los numerosos exvotos fálicos encontrados en algunos templos se hubiesen cargado mágicamente a través de una de las fuerzas mágicas más poderosas... el sexo.

Aunque de entre todos estos rituales, tal vez, el que más atención ha despertado entre historiadores es el fenómeno de la prostitución sagrada, un fenómeno bastante extendido entre algunas culturas de la antigüedad.  En Egipto estas prostitutas eran conocidas bajo el nombre de palácidas, este 'honor' recaía sobre las hijas más hermosas de la élite social egipcia y su cometido era participar en rituales relacionados con la fertilidad y la crecida anual del Nilo.
Vulva y falo votivos de fayenza..
Santuario de Hathor en Deir el-Bahri.

Cultos de similares características nos lo encontramos ya en el Egipto Predinástico (4500-3000 a.C.), donde diversas sacerdotisas participaban en rituales orgiásticos vinculados a deidades femeninas. Durante estos rituales las sacerdotisas realizaban acto de autoestimulación mediante objetos sagrados de forma fálica.

Otras festividades muy populares eran las relacionadas con algunas diosas femeninas como Hathor o la diosa rana Hequet, ya que sus fiestas eran un canto a la vida, a la alegría y al amor, donde la música y el alcohol impregnaba el ambiente y donde el sexo y los placeres más sensuales estaban permitidos.

Otra de las festividades más importantes dentro del calendario egipcio, el festival Wag, celebrado a principios de Año Nuevo y relacionado con la crecida inminente del Nilo. Esta ceremonia se realizaba en la ciudad de Abidos, sede del culto religioso a Osiris, y según recogen las fuentes durante estos días "sus seguidores se entregaban a una orgía sagrada para celebrar la fiesta funeraria del dios".

El Festival de la Embriaguez

Aunque si algún festival destaca por su carácter orgiástico es el celebrado en honor a la diosa dual felina Sejmet-Bastet, celebración realizada principalmente en la ciudad de Bubastis, cuyo templo era centro de peregrinación anual de numerosos fieles y cuya festival era uno de los más alegres y espléndidos de todo el calendario egipcio. El testimonio de estos ritos nos lo ofrece el historiador griego Heródoto, que allá por el siglo V a.C. describió la ciudad y la celebración de este festival:

"Las barcas, llenas de hombres y mujeres, flotaron cauce abajo por el Nilo. Los hombres tocaban flautas de loto, las mujeres címbalos y los panderos, y quien no tenía ningún instrumento acompañaba la música con palmas y danzas. Bebían mucho y tenían relaciones sexuales. Esto era así mientras estaban en el río; cuando llegaban a una ciudad los peregrinos desembarcaban y las mujeres cantaban, imitando a las de esa ciudad. Cuando alcanzaron Bubastis celebraron un solemne banquete: se bebió más vino en esos días que en todo el resto del año. Tal era la costumbre de este festival; y se cuenta que casi setecientos mil peregrinos celebraban el banquete de Bastet."

Este festival era conocido como el 'Festival de la Embriaguez' un festival relacionado con la temible diosa Sejmet, diosa de la guerra y la venganza, representada con una cabeza de leona, ya que para conmemorar la salvación de la humanidad se celebraban en su honor esta festividad, caracterizada por el consumo masivo de alcohol, la música estruendosa y el sexo orgiástico.

Diosa Bastet.
Museo Louvre.
El consumo excesivo de alcohol estaba justificado ya que gracias a la cerveza la humanidad se salvó de ser destruida... El mito de Sejmet cuenta que esta diosa leona fue enviada a la tierra a devorar a los hombres, aunque los dioses arrepentidos de este acto y sintiendo compasión por la humanidad mandaron que se detuviese, pero el ansia devoradora de esta terrible deidad era imposible de detener.

Por lo que urdieron un plan para engañarla, para ello, tiñeron la cerveza de color rojo como si fuera sangre, Sekhmet al beberla se emborrachó quedando su espíritu apaciguado, convirtiéndose en la hermosa y mimosa gatita Bastet, de tal manera que la humanidad pudo seguir viviendo tranquila y esta diosa convertida en Bastet se convirtió desde entonces en la protectora de los humanos y de sus hogares, protegiéndoles de enfermedades, plagas, males de ojo…

La pervivencia de este festival se habría mantenido hasta muchos siglos después, ya que los profesores Richard Jasnow y Mark Smith publicaron en la revista Enchoria un artículo sobre un papiro demótico que trata sobre el festival y las críticas al mismo por alguno de los sectores más conservadores de la sociedad egipcia.

Por lo que todo parece indicar que esta festival no se restringía a los templos, sino que se celebraba en todos los hogares y santuarios de Egipto, al menos una vez al año. Participando en ellos todos los miembros de la sociedad egipcia, desde las más altas élites hasta los miembros más modestos de la sociedad.

Las características de este festival era beber alcohol hasta perder el conocimiento, todo ello en un ambiente festivo y erótico, ya que un himno inscrito en un templo asociado a Hathor nos habla de la presencia de mujeres jóvenes, vestidas con guirnaldas de flores en el pelo, que eran las encargadas de servir el alcohol. Posteriormente empezaría un gran procesión de tambores, detrás de la cual los sacerdotes portarían alguna escultura de la diosa Hathor para que los oferentes expresasen sus peticiones a la diosa.

Mujeres sirviendo cerveza.
Otros testimonios que nos hablarían del carácter orgiástico de este festival es una inscripción grabada en una olla, utilizada seguramente durante el transcurso de este festival, donde se puede leer: "Déjales beber y déjales tener sexo delante del dios". 

También hay numerosos testimonios escritos que nos relatan las vivencias en primera persona de personajes que participaron en dicho festival, así un texto datado en el 900 a.C. dice: "Recuerdo visitar a los antepasados, y cuando fui, fui ungido con perfume como una amante de la embriaguez, viajando hasta los pantanos" Esta última expresión sería un eufemismo para referirse a tener relaciones sexuales, ya que los pantanos son lugares húmedos (como la mujer) y donde brota la vida. Otro testimonio pertenece a un sacerdote que reconoce haber sido concebido por sus padres durante la celebración de este festival. 

Con todo ello,  aunque parece claro que estas fiestas eran enormemente populares y que se celebraban por todo lo alto, en lo referido al sexo en grupo la mayor parte de investigadores son muy cautelosos. Aunque se acepta que en los templos sí que pudo haber rituales propiciatorios de fertilidad donde se diesen escenas de sexo en grupo, parece demasiado aventuroso afirmar que estas orgías se extendiesen entre pueblo llano, donde los vecinos se entregasen unos con otros al sexo desenfrenado. Más probable es que estas fiestas se asemejasen a nuestras navidades, donde se reunía familia y amigos en un ambiente festivo, y donde seguramente las famosas Casas de la Cerveza (prostíbulos) estuviesen repletas de clientes dispuestos a dar rienda suelta a sus placeres.


Orgías hedonistas

Una vez vistos numerosos ejemplos de ambientes orgiásticos dentro de unos cultos y ritos de carácter religioso, nos faltaría por analizar si también existieron orgías dentro de un concepto más cercano al actual, es decir, al simple placer hedonista de disfrutar del sexo, alejado del matiz religioso o sagrado.

En este punto es necesario hablar de los famosos harenes de los faraones egipcios, aunque como ya explicamos en este post, el concepto de harén que tenemos en el mundo occidental está muy influenciado por el imaginario popular de considerarlo como un prostíbulo de lujo al servicio del rey o faraón de turno, siendo éste, un concepto muy alejado de la realidad y de su verdadera funcionalidad.
Escena de un banquete egipcio

Un juicio con mucho sexo

Aunque ello no quite que los faraones gozasen de todo tipo de placeres sexuales, orgías incluidas. Tal vez el dato más anecdótico que nos confirma lo extendida que podía estar la idea de la orgía dentro de los harenes reales sea la transcripción de un juicio producido durante el reinado de Ramsés III, a finales del Reino Nuevo.

En este juicio se juzgaba un complot urdido dentro del harén real para asesinar al faraón. Entre los implicados estaban una de las esposas del faraón así como varias de sus concubinas y algunos funcionarios de alto rango. Las acusadas para liberarse de las posibles penas impuestas por los jueces les sedujeron ofreciéndoles gozar de sus bellos cuerpos mediante la participación en una orgía. Sólo la delación de un soldado ¡una vez realizada dicha orgía! sacó a la luz el caso.

A la pesca de una orgía

Traje de red.
Reino Antiguo.
El siguiente dato sobre una más que posible orgía faraónica nos lo proporciona Parra Ortiz en su fabuloso libro 'La vida amorosa en el antiguo Egipto', según cuentan las crónicas, el Faraón Snefru paseaba por su palacio cabizbajo, aburrido de su vida palaciega, por lo que un consejero llamado Djedi preocupado por la salud de su señor le sugirió realizar una fantasía sexual:

"Que su majestad se dirija al lago del palacio. Que llene un barco con todas las mujeres bellas del palacio. El corazón de su majestad se animará al verlas remar, arriba y abajo". 

La idea satisfizo tanto al faraón que se animó aportando nuevas ideas a esta fantasía sexual: "Que me traigan veinte mujeres con cuerpos y pechos bien formados, y trenzas, que no hayan dado luz todavía. Que me traigan también veinte redes y que les den esas redes a las mujeres en vez de sus vestidos".

Todos nos podemos imaginar como acabaría ese fascinante viaje en barco, estando el faraón rodeado de veinte bellas y jóvenes mujeres, con sus cuerpos bien formados y cubiertos solamente por una sugerente red, dejando relucir todos sus encantos con el movimiento de sus cuerpos al remar...

Más posibles pistas...

Otros datos que nos confirmaría la existencia de estas prácticas de sexo comunal, y tal vez, no sólo entre ambientes palaciegos y/o religiosos, sería el hallazgo de un encantamiento amoroso donde el oferente solicita participar en una orgía, por lo que podemos entender que el sexo en grupo fuese una costumbre mucho más extendida de lo que nos podemos imaginar en el antiguo Egipto.

En esta misma línea algunos egiptólogos interpretan el famoso Papiro Erótico de Turín, ya que al estar representados distintos personajes en diversas escenas amatorias, todos ellos de bajo rango social y en el interior de una casa o de un jardín vallado (están representados diversos objetos como camas, almohadas, taburetes y jarras de bebida) se ha especulado que fuese la representación de una orgía en un burdel (Casa de la cerveza) del Antiguo Egipto.

Fragmento del Papiro Erótico de Turín.


Bibliografía

Gugel Gironés, B.; ¿Harenes y concubinas en el antiguo Egipto?, Boletín de la Asociación Española de Egiptología, Nº 15, 2005, págs. 7-28

Parra Ortiz, J.M.; Vida amorosa en el antiguo Egipto, Alderabán, 2001.

Mc Govern, P.E.; Ancient Wine. The search for the origins of viniculture, Princeton, 2003 (University Press)

[En Internet]

http://www.egiptoantiguo.org/

http://www.libroos.es/libros-de-sociales/antropologia/38771-muy-interesante-el-sexo-y-el-amor-en-la-historia-pdf.html

http://www.latimes.com/science/sciencenow/la-sci-ritual-drunkenness-sex-ancient-egypt-20130429-story.html

Aproximación al estudio del culto fálico en dos civilizaciones: Mesoamérica y Egipto

http://www.egiptoantiguo.org/foro/viewtopic.php?p=38482&sid=1f00bb2d47abef69af0049ca91f743fe

lunes, 5 de octubre de 2015

Orgías en la Historia: La prehistoria

Orgías en la Historia:
- Introducción: Orgías en la Prehistoria
- Egipto
- Grecia
- Roma
- Edad Contemporánea (en preparación)

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Introducción

Con esta entrada abrimos una serie de post monográficos dedicados al mundo de las orgías a lo largo de la historia, una serie nacida gracias a una pequeña colaboración en el programa de radio 'Contigo adentro' de la Cadena Ser que me impulsó a indagar en este fenómeno tan poco estudiado, incluso en aquellos libros especializados en el sexo en el mundo antiguo.

Y es que el estudio del sexo colectivo en la historia está repleto tanto de mitos y exageraciones por un lado, como de tapujos y medias verdades por el otro, dificultando el desentrañamiento de la 'verdad histórica' a los pocos investigadores que se han atrevido a abordar esta temática.

Por lo que antes de profundizar en el mundo de las orgías nos gustaría pararnos a reflexionar sobre una serie de conceptos que influyen en nuestra visión de la sexualidad en el pasado. La primera reflexión es en torno a la construcción de la historia, y es que solemos proyectar nuestra mentalidad, ideas, creencias o ideologías hacia el pasado, muchas veces de manera inconsciente, buscando justificar nuestros comportamientos para legitimar en cierta medida nuestros propia escala de valores sexuales; ya sea para justificar las morales más restrictivas, culpando, por ejemplo, de la caída del imperio romano a la corrupción ética y moral de sus habitantes; o en el otro extremo, buscando legitimar valores sexuales más promiscuos y abiertos en un pasado remoto donde la humanidad vivía sin los tapujos morales impuestos por el cristianismo.

Precisamente, esa moral cristiana se configurará enfrentándose a la antigua moral sexual pagana, transmitiéndonos una idea de esta sexualidad antigua como libertina, perversa, inmoral o pecaminosa, por lo que no nos puede sorprender que el concepto de orgía sea un arma muy utilizada a lo largo de la historia para deslegitimar a individuos o grupos sociales rivales. Paradójicamente las primeras comunidades cristianas fueron acusadas de organizar orgias en la oscuridad de sus catacumbas.

Sacerdotisa de Baco, John Collier (1885-89)
Esta idea de libertinaje ofrecida por los autores cristianos se ha visto ampliamente popularizada gracias a toda clase de obras contemporáneas: desde libros, como ' Yo, Claudio', a películas como 'Calígula', pasando por series de televisión como 'Espartaco'. Todas estas obras han contribuido a difundir un sinfín de mitos e ideas equivocadas sobre la sexualidad en el mundo antiguo.

Un problema añadido a la hora de afrontar este tipo de investigaciones es la complejidad  de aplicar nuestras estructuras mentales, e incluso nuestro lenguaje a conceptos morales de la antigüedad, ya que por ejemplo, en el mundo antiguo, sexo, magia y religión estaban estrechamente vinculados.

Tal es así que incluso la propia palabra orgía no empezó a adquirir nuestro actual significado hasta finales de la Edad Media. Una palabra de origen griego y cuyo significado aproximado sería 'ritual', siendo utilizada para referirse a ciertos cultos donde sus oficiantes alcanzaban estados de frenesí religioso durante su celebración. Los romanos también la utilizaron para referirse a los rituales de cultos mistéricos, incluso en el latín medieval se empleó la palabra orgía para hablar de los misterios de la fe cristianos.

Por otro lado, hablar de orgías en sociedades abiertamente polígamas y esclavistas, donde un hombre, según su nivel de riqueza, podía disfrutar de una o varias concubinas o esclavas, viene añadir más confusión al concepto de orgía, ya que ¿si un amo decide hacer uso de varios de sus esclavos para satisfacer sus apetitos sexuales sería considerado como una orgía?¿cuántas personas son necesarias para que una actividad sea considerada una orgía? y ¿qué tipo de relaciones debe haber para que una actividad de sexo grupal sea considerada una orgía? Todas estas preguntas añaden más interrogantes a nuestra investigación.

Por último, no podemos dejar de mencionar el último gran escollo a la hora de afrontar cualquier investigación sobre el mundo del sexo en la antigüedad y es la destrucción sistemática de aquellos objetos considerados por culturas posteriores como censurables o inmorales, una práctica que ha cubierto de sombras gran parte de nuestras posibilidades de conocer aquellas expresiones sexualmente más explícitas que se hayan podido producir.


De manera general podemos afirmar que existen dos tipos de orgías: las vinculadas con rituales mágicos producidas dentro de las sociedades más antiguas, bajo la consideración de ceremonias agrarias, por su estrecha relación con ritos de fertilidad y regeneración; y por otro lado, las relacionadas con el puro placer hedonista que se darían a partir del Imperio Romano, y donde su carácter mágico se iría difuminando con el paso del tiempo.

Es decir, los primeros rituales orgiásticos, que podían incluir (o no) prácticas de sexo grupal, estarían estrechamente vinculados a rituales y fiestas relacionadas con los ciclos de la naturaleza, ya que estos tipos de ritos harían fluir la energía sagrada de la vida, propiciando los poderes reproductivos de la tierra, los animales y los mismos seres humanos, por lo que también se realizarían en determinados momentos de crisis.

Otros autores han querido buscar un significado metafísico más profundo a este tipo de rituales orgiásticos, considerándolos como una forma de expresar la vida de la comunidad en su conjunto, ya que los seres humanos pierden su individualidad en la orgía, fusionándose en un único sentimiento: salvaje, caótico, primario, volviendo a las raíces espirituales de una comunidad..

Una vez superado los preliminares estamos listos para inicar este orgiástico viaje a lo largo del tiempo, un viaje que nos llevará a conocer las costumbres sexuales más atrevidas de numerosas culturas: Nos internaremos en los misterioros templos de Egipto para conocer los ritos de fertilidad realizados por las más bellas sacerdotisas; nos adentraremos en los bosques más oscuros y tenebrosos para participar en un auténtico ritual dionisíaco; participaremos en una de las famosas bacanales romanas, comiendo y bebiendo hasta altas horas de la madrugada; espiaremos dentro de los pasillos vaticanos para descubrir orgías papales: y finalizaremos este viaje en alguno de los salones más secretos de las nobles y lujosas villas de la Francia revolucionaria.

Pero si hay que buscar los orígenes de prácticas de sexo colectivo primero tendremos que viajar hasta los tiempos más remotos, incluso antes de la existencia del género homo...


¿Orgías prehistóricas?

Si entendemos por orgías como actividades sexuales que se desarrollan en grupo, probablemente sus orígenes se pueden remontar a nuestros ancestros sapiens; ya vimos como el polémico libro 'Al principio era sexo' lanzaba la sugerente idea que el éxito evolutivo de nuestro especie estaba basado en relaciones multi-macho, multi-hembra, rompiendo con algunas de nuestras "verdades universales" más asentadas, como la monogamia o la familia monoparental. No es que nuestros ancestros sapiens montasen orgías, tal como las conocemos hoy en día, pero sí, que el sexo en grupo podía ser algo mucho más habitual de lo que imaginamos.

Podemos seguir el rastro de posibles orgías prehistóricas en los famosos falos prehistóricos, cualquiera que busque esta dos palabras en google se sorprenderá al ver los realísticos falos  realizados hace 30.000 años. Entre las múltiples teorías sobre su funcionalidad no faltan expertos que defienden un uso sexual de ellos, ya sea como nuestros actuales dildos (o consoladores), o en rituales de fertilidad o de iniciación sexual, donde podrían darse prácticas de desvirgación. Por lo que si aceptamos esta interpretación es probable que existiesen ciertos ritos orgiásticos grupales, relacionados con los ciclos de la naturaleza, donde seguramente, la mujer fuese su gran protagonista.

Falos prehistóricos

Y es que para estas sociedades prehistóricas la mujer sería el vínculo más estrecho con la Tierra, pues ambas son generadoras de vida, por lo que a través de estos rituales orgiásticos se invocaría a las fuerzas mágicas regenerativas de la naturaleza, transmitiéndose la fuerza germinadora de la mujer a la Naturaleza.



Os esperamos en el siguiente capítulo... el caluroso, sensual y enigmático Egipto!!