viernes, 21 de noviembre de 2014

Sexualidad en Alta Edad Media: Paganismo Vs Cristianismo


Hoy nos adentramos en uno de los períodos menos conocidos de nuestra historia, rodeado tradicionalmente por un halo de decadencia y oscuridad, hablamos del período de transición entre la sociedad antigua a la medieval.

Este es un período fascinante, el choche de dos sutratos culturales, el romano y el germano, que su fusionarán para dar comienzo a una nueva etapa, la Alta Edad Media y donde la Iglesia tomará un importante protagonismo, intentando eliminar cualquier referencia pagana e imponiendo su programa ideológico y moral.

En el plano de la sexualidad se producirán importantes transformaciones culturales, éticas, morales, incluso estéticas que configurarán la visión del sexo del hombre occidental hasta prácticamente nuestros días.

Las costumbres germanas en materia sexual se entremezclaron con antiguas leyes romanas y con los conceptos programáticos de la iglesia católica, aún no definidos totalmente, dando lugar al nacimiento de una nueva moralidad sexual, donde los padres de la iglesia saldrán vencedores imponiendo una visión restrictiva y negativa de la sexualidad humana y redefiniendo algunos conceptos relacionados con este campo como el matrimonio, el divorcio, la poligamia, el concubinato, el amor y el sexo.


Evolución de los Reinos Germánicos.

EL CUERPO y LA DESNUDEZ 

Según revelan las leyes de los francos, el cuerpo femenino era tabú, ya que imponían ciertas multas económicas por tocar el cuerpo de una mujer libre, por ejemplo si se le tocaba una mano el infractor tenía que pagar 15 sueldos y esa cantidad iba subiendo hasta llegar a los 45 sueldos por tocarle el pecho a una mujer.

Esta concepción sagrada del cuerpo de la mujer se debía a ciertas tradiciones paganas, donde la mujer se desnudaba completamente en ceremonias relacionadas con la fecundidad de los campos o en ritos propiciatorios de lluvias.

El desnudo cristiano tenía un sentido completamente distinto. Hasta el siglo VIII, existió la tradición cristiana de bautizar completamente desnudos tanto a hombres como a mujeres en pequeñas piscinas octogonales adosadas a las iglesias o catedrales. Esta desnudez venía a representar la sencillez del hombre ante la voluntad divina.

Juan el Bautista bautizando a un discípulo,
de un rollo francés del siglo XII.

Son dos concepciones del cuerpo y de la desnudez completamente divergentes; mientras el desnudo cristiano representa a un ser creado, el desnudo pagano representa a un ser procreador. El fin del bautismo por inmersión durante época carolingia supuso el fin de la concepción pagana de la desnudez, otorgándole a partir de ahora una significación sexual y genital. Es decir, la adoración pagana al cuerpo supuso que el cristianismo reaccionase otorgándole una significación de temor y tabú hacia el cuerpo desnudo.

Este proceso se ve claramente en la evolución iconográfica de los crucifijos, hasta el siglo VI cristo aparecía completamente desnudo en los crucifijos (ya que los condenados a morir en la cruz lo hacían completamente desnudos). Pero desde Bizancio se difundió la iconografía de cristo vestido con una larga túnica.  En un mundo mitad cristiano mitad pagano era un peligro presentar un dios desnudo, ya que podía acabar adorándose a Cristo como si fuese un dios pagano de la fecundidad, similar a Príapo o a Freyr, divinidad vikinga itifálica.

FAMILIA

A los inicios de la alta Edad Media la familia mantendrá las características propias de la sociedad romana y germánica, un grupo familiar amplio que comprendía parientes, viudas, jóvenes huérfanos, esclavos, sobrinos etc. Todos bajo el dominio de un varón que era el jefe del linaje y que velaba por la seguridad, física y económica, de todos sus miebros, por este motivo, el matrimonio no era un acto individual sino era un asunto de política familiar.

Esta familia amplia vive bajo el mismo techo y se puede decir que comparte casi la misma cama, presentándose más fácilmente situaciones de lujuría o incesto, por ello, la Iglesia se preocupú mucho de prohibir este tipo de relaciones familiares y apostando por la emancipación de la familia conyugal, donde la unidad familiar estuviese compuesto sólo por padres e hijos.

La famila medieval.
Así que entre los siglos VI y IX se desarrolla una de las transformaciones sociales más importantes de nuestra historia occidental, se configura una nuevo tipo de estructura familiar que llegará hasta nuestros días, el 'grupo unitario corresidencial' formado por una pareja y su descendencia directa (hijos y nietos).

Según David Herlihy, tres fueron las características que darán forma a la familia occidental:
1. La unidad de la familia nuclear (padre-madre-hijos)
2. Imposición del linaje paterno sobre el materno
3. El factor emocional (amor) que une a todos sus miembros

DISCREPANCIAS CON LA IGLESIA

Bautismo de Clodoveo,
rey de los francos.
La discrepancia con la Iglesia era, sin duda, evidente, pues la doctrina eclesiástica consideraba al matrimonio como una unión de por vida entre el hombre y la mujer. Mientras que los pueblos de sustrato germánico consideraban que el hombre podía repudiar a su mujer siempre que quisiese. Además estos pueblos consideraban el sexo como el acto fundamental donde quedaba sellado el matrimonio, mientras que la Iglesia veía el sexo como algo impuro, por lo que los germanos no estaban muy por la labor de vivir una sexualidad tan restringida.

Aunque hay que recordar que la Iglesia por estas fechas aún no estaba definida doctrinalmente en torno a ciertos aspectos como el matrimonio o el sexo dentro del matrimonio. Hincmar (845-882), arzobispo de Reims, planteó una teoría sobre el matrimonio bastante novedosa para la época, que intentó acercar posturas con la tradición germánica, donde la consumación sexual se hace necesaria para la validez del matrimonio.

"Un verdadero acoplamiento en el matrimonio legítimo entre personas libres de igual condición, ocurre cuando una mujer libre, que ha recibido la dote debida, se une a un hombre libre con el consentimiento paterno en una boda pública seguida por una relación sexual."

Y es que como veremos a continuación, las posturas de la Iglesia entorno a la ética sexual para el matrimonio era de lo más variado: desde las posturas más abiertas y sorprendentemente modernas de
Juan Damasceno (675-749) que hablaba de los beneficios del sexo dentro del matrimonio:

"Que cada hombre disfrute de su mujer... No tendrá que ruborizarse, sino que podrá llevarla al lecho, día y noche. Que hagan el amor, manteniéndose el uno al otro como hombre y mujer y exclamando:  “¡No os neguéis el uno al otro sino de mutuo acuerdo!” .
¿Os abstenéis de tener relaciones sexuales? ¿No deseáis dormir con vuestro marido? Entonces aquel a quien negáis vuestra plenitud saldrá y hará el mal, y su perversión se deberá a vuestra abstinencia
".

Aunque como veremos la mayor parte de los eclesiáticos siguieron las doctrinas de San Agustín y San Isidoro respecto al sexo, es decir, siguieron la senda de transmitir una visión negativa de la sexualidad, incluso dentro del matrimonio. Claros ejemplos de esta concepción negativa la tenemos en los obispos francos: Gregorio Magno recomendaba no practicar el sexo ni siquiera dentro del matrimonio, ya que conectaba a los hombres con el pecado. Jonás de Orleans (780-843) condenaba el placer conyugal ya que el matrimonio sólo estaba dirigido a la procreación, también difundió la idea de que el sexo debilitaba al hombre en su actitud guerrera.


ESPONSALES Y MATRIMONIO

Dentro del mundo franco el concepto de familia constituía una amplia unidad social que servía de protección. El cabeza de familia era el jefe del linaje, que tenía que velar por la pureza de la sangre y de la autenticidad de la descendencia. Este mund, este poder protector pasaba a manos del marido de su hija mediante el matrimonio o los esponsales.
Esponsales
Aunque generalmente eran los padres quienes decidían el matrimonio, oficialmente se promulgaron ciertos decretos (Clotario II, 614) donde se especificaba que se prohibía casar a las mujeres en contra de su voluntad. Las leyes burgundias eran muy severeas contra las parejas que se casaban sin el consentimiento paterno, a la mujer se la consideraba adúltera y el hombre tenía que pagar el doble del precio nupcial.
Los esponsales (especie de contrato preparatorio al matrimonio) eran una medida de protección ante la posible violencia del marido y un certificado de garantía de la pureza de la desposada. La ceremonia era de carácter público y la decisión irrevocable, bajo pena de multas económicas por inclumpir dicho contrato. En territorios de influencia romana la unión se certificaba por escrito, en territorios de influencia germánica valía la presencia de tres testigos.

La ceremonia de las esponsales era más importante que la del matrimonio, ya que  durante los esponsales se celebraba un gran banquete con bebidas y comida para todos los asistentes, el alcohol derivaba en bromas y cantos obscenos para animar a los futuros esposos.  Durante la ceremonia los padres de la esposa recibían una suma determinada de dinero y la prometida recibía una dote compuesta en animales domésticos, vestidos, joyas, monedas, ajuar. Entre los galos existía la costumbre de dar un par de pantuflas, como símbolo de paz doméstica. La ceremonia concluía cuando los novios intercambiaban un beso en la boca como símbolo de la unión de ambos esponsales.

Tanto en la cultura franca como en la germana el matrimonio no esta plenamente realizado hasta que se producía su consumación. Una vez realizada la consumación y en agradecimiento a la pureza de sangre de la novia, es decir, a su virginidad, el novio le entregaba un nuevo obsequio, el morgengabe ("regalo de la mañana"), es decir, la entrega de parte de los bienes (un tercio) que el marido ponía a disposición de su mujer en caso de fallecimiento, se puede entender como una especie de pensión de viudedad.


RAPTO Y VIOLACIÓN

La violación de una mujer se consideraba un acto muy grave, ya que una mujer corrompida ya no valía nada, se le negaba incluso el derecho a la propiedad de sus bienes, siendo casi su única salida la prostitución.

Entre los galo-romanos, la violación de una mujer libre se castigaba con la muerte; el de una esclava con el pago de su valor. Los francos también castigaban con la muerte al violador no libre que abusara de una mujer, aunque si se probaba que ella había consentido, la mujer perdía su libertad. Los visigodos contemplaron la posibilidad, por la cual si la mujer aceptaba casarse con su violador, y éste obtenía el consentimiento de los padres, se libraba de la muerte.

El rapto de las sabinas (1874) de Francisco Padilla.
El rapto era un hecho frecuente para asegurar un matrimonio, ya que se consideraba que esa mujer había sido violada, por lo que una vez realizado era fácil arrancar el consentimiento de los padres, así que el matrimonio se convertía en un hecho consumado, ya que era casi la única forma de salvaguardar el honor familiar.
Si la doncella regresaba a casa paterna virgen, el captor debía pagar una suma de dinero, en caso de no tenerla la suma exigida por la ley, los padres podían castrarlo. Lo que muestra que el rapto y la violación eran habituales a la hora de conseguir a una mujer.


INCESTO

El incesto estaba especialmente perseguido, a pesar de no tratarse de relaciones entre hermanos. Los matrimonios con parientes se consideran incestuosos, entendiendo por parentela "una pariente o la hermana de la propia esposa" o "la hija de una hermana o de un hermano, la mujer de un hermano o de un tío". Los incestuosos eran separados y quedaban al margen de la ley, a la vez que recibían la excomunión y su matrimonio era tachado de infamia.

ADULTERIO

Marido ofendido agrede a los amantes.
El adulterio por parte de una mujer era uno de los peores crímenes que se podían cometer, ya que no sólo era una ofensa y un deshonor, sino que generaba dudas sobre la legitimidad de la descendencia. La ley se mostraba implacable contra este delito, el repudio inmediato de la mujer casada y su muerte por estrangulamiento, quemada viva o sometida a la ordalía del agua (tirarla al agua con una piedra atada al cuello). Gregorio de Tours nos habla a las clara de esta situación “en cuanto a la mujer, llamada a juicio unos días después, acababa sus días estrangulada”.

Además la ley de los galo-romanos permitía si pillabas a los adúlteros in fraganti matarlos al mismo instante. Entre los visigodos este derecho de "venganza" se extendía al padre de la mujer y también a sus hermanos. Este crimen se consideraba tan horroroso para la comunidad que la ley lombarda castigaba a cualquier cónyuge que tolerase el adulterio sin denunciarlo.

DIVORCIO

Aunque la Iglesia siempre se opuso al divorcio, las leyes de diferentes pueblos, como la de los burgundios o las de los galo-romanos, lo autorizaban, aunque siempre en condiciones desfavorables hacia la mujer.

De nuevo vamos a ver una clara diferenciación entre el sustrato romano, más igualitario, y el germánico, con una legislación más favorable hacia el hombre. Un marido podía repudiar a su mujer en caso de :”uno de los tres crímenes siguientes: adulterio, maleficio (provocar el aborto con alguna bebida)  y violación de sepultura”. Pero una mujer no podía pedir el divorcio, porque eso signigicaba forzosamente que había sido adúltera. Los galo-romanos si que permitían a las mujeres a repudiar a sus maridos en el único caso que hubiesen asesinado o violado una sepultura.
En época merovingia la separación de los cónyuges por consentimiento mutuo tuvo que ser algo corriente, y la Iglesia tuvo que tolerar, el divorcio iniciado por la mujer en casos como malos tratos, deseos de entrar en la religión, impotencia del marido, lepra, adulterio.

Boda medieval
Por otro lado, hay que hablar que los casos de divorcios dependían de la condición social, ya que dentro de la alta nobleza franca, los intereses políticos, familiares, ... se imponían sobre el matrimonio, por lo que eran habituales los casos donde las mujeres eran repudiadas para formalizar pactos o alianzas con otras familias.

Así tenemos el testimonio del arzobispo de Reims, Hicnmar (840-882) que nos habla del método brutal de divorcio que utilizaban algunos de estos grandes nobles, conocido como “divorcio a la carolingia”, en el cual se enviaba a la mujer a la cocina donde algún esclavo la degollaba limpiamente. Después con el simple pago de compensación a la familia ofendida, podía realizar un segundo matrimonio legal, ya que a ojos de dios el hombre estaba viudo.

CONCUBINATO

Una de las teorías doctrinales que más costó introducir a la Iglesia en estas sociedades fue el concepto de la indisolubilidad del matrimonio, ya que estas sociedades tenían costumbres muy arraigadas difícilmente compatibles con esta idea; entre los germanos, la poligamia y entre los galo-romanos el concubinato con las esclavas.

Un claro reflejo de esta mentalidad la tenemos en las leyes que condenaban con multas la violación, el rapto o la unión con una esclava, aunque fuese bajo su consentimiento, si la mujer pertenecía a otro amo. Pero ninguna ley legislaba contra el señor que se unía a su propia concubina. En resumen, oficialmente, había monogamía; en la práctica, existía la poligamia.

Las condiciones jurídicas de estas concubinas y esclavas era nulas, por lo que si su señor las repudiaba se marchaban sin dote ninguna y sus hijos bastardos sin quedaban sin derecho a herencia. Esto podía desencadenar terribles luchas dentro de estos gineceos por obtener el favor del marido.   

La institución del concubinato estaba tan extendida que todos los reyes merovingios tuvieron varias esposas y concubinas, Carlomagno tuvo hasta cuatro esposas y unas cuantas concubinas; sin olvidar que esta dinastía, la carolingia fue fundada por Carlos Martel, un bastardo.

En resumen, la constante lucha de los padres de la iglesia contra la poligamia y el divorcio nos habla de lo extendidas que estaban estas prácticas, y no fue hasta el siglo X cuando lograron asentar entre estos pueblos la monogamia y la indisolubilidad del matrimonio; primero entre la gente llana y luego entre la nobleza; alcanzando primero a los pueblos galo-romanos y con más esfuerzo a los francos. Se puede afirmar que en los siglos IX y X el mundo galo ya había abandonado estas prácticas (poligamia y divorcio), aunque el concubinato con las sirvientas, sobretodo en el ámbito rural, siguió perdurando varios siglos.


EL CONCEPTO DE AMOR

Es sorprendente descubrir que en casi ningún texto medieval se utiliza la palabra 'amor' en sentido positivo, el amor es un sentimiento irracional, que arratra a los hombres y mujeres hacia la pasión, la destrucción y el pecado. Se lucha contra el concepto de amor de deseo violento.

Para referirse al amor dentro del matrimonio se utiliza la expresión 'charitas coniugalis' más cercana a la acepción de ternura, amistad o gracia conyugal, otra expresión utilizada es 'dilectio', que vendría a significar algo así como amor de preferencia y de respeto. Jonás de Orleams, en el siglo IX, utiliza la palabra caritas para referirse al amor conyugal,  y dentro del matrimonio sólo podía darse una 'honesta copulatio', es decir, el sexo dentro del matrimonio sólo estaba permitido con fines reproductivo.


Como podemos ver, durante la alta Edad Media,  la palabra amor sólo se utiliza en el ámbito extraconyugal , ya que el concepto de 'amor' se entiende como un sentimiento abrumador, irresistible, de carácter destructivo, como algo pecaminoso. Los germanos utilizaban otro término, que también ha llegado hasta nuestro días, para referirse a este tipo de sentimiento irracional, la 'líbido', asociado siempre a la mujer.




BIBLIOGRAFIA

Rojas Donat, L.; Para una historia del matrimonio occidental. La sociedad romano-germánica. Siglos VI-XI, Theoria, vol. 14, núm. 1, 2005, pp. 47-57

Rouche, M.; Alta Edad Media Occidental, Historia de la vida privada / coord. por Peter Brown, Evelyne Patlagean, Michel Rouche, Yvon Thébert, Paul Veyne, Vol. 1, 2003 (Del Imperio romano al año mil) , págs. 403-534.

[En Internet]

Isidoro de Sevilla y su tiempo en http://mgiribetshistoria.blogspot.com.es/2013/06/isidoro-de-sevilla-y-su-tiempo-las.html

Los mosuo y la honesta copulatio en http://iconosmedievales.blogspot.com.es/2011/10/los-mosuo-y-la-honesta-copulatio.html

2 comentarios:

  1. Interesante sustrato donde se sustentan ideas o donde unas acaban imponiéndose a otras.Mientras, la naturaleza va siguiendo su paso. El deseo del hombre es conocer la naturaleza , espero que sea para devolverle tanto como nos ha dado.

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  2. Interesante, aunque lo de la violación y que la mujer consienta es decididamente absurdo. Si es violación es porque NO consiente. De lo contrario sería consensuada. Es muy repetitiva esa idea de si te violan pero consientes entonces no es violación. O es o no es. Una mujer jamás consiente eso pero sabe que no puede luchar bajo riesgo de morir por eso cede y "colabora" para salvarse. No es difícil de entender.

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