martes, 3 de enero de 2017

Eolípilas: Unos enigmáticos objetos medievales

Uno de los objetos más curiosos y extraños que podemos encontrar en las vitrinas de dos pequeños y casi desconocidos museos de Inglaterra son unos artefactos denominados "aeolipile", unos pequeños artilugios basados en el mismo mecanismo que una máquina de vapor y que sorprenden no sólo por la fecha de su fabricación sino especialmente por el carácter itifálico de sus figuras.

Aeolipile de Basingstoke
Y es que al menos uno de estos ejemplares es un ejemplo característico de finales de la orfebrería medieval, convirtiéndose en una reliquia para anticuarios desde el mismo momento de su descubrimiento.

El aeolipile de Basingstoke

La pieza apareció en unos trabajos de reparación de un canal en Basingstoke, en Hampshire, rápidamente fue adquirido por Edmund Fry quién presentó la pieza formalmente en la Sociedad de Anticuarios el 14 de Febrero de 1799, en cuyo Museo en Burlington House se puede hoy en día contemplar.

A pesar de su carácter itifálico, o precisamente a pesar de ello, la pieza cobró gran importancia, especialmente cuando se comparó con otra figura similar... muy famosa en gran parte de Inglaterra: Jack de Hilton.


El famoso Jack de Hilton...

Esta figura conocida con el nombre de Jack de Hilton fue hallada en Hilton Hall, en el condado de Staffordshire y causó un gran revuelo en el siglo XVII, ya que parece ser que toda Inglaterra había oído hablar de ella, no sólo por ser una de las mejores obras de orfebrería del siglo XIII, sino también por la extraña ceremonia que se celebraba cada Año Nuevo en torno a esta figura.

Su atrevida fisionomía y el espectacular silbido que emitía cuando entraba en ebullición atrajo a toda clase de curiosos, científicos y anticuarios. Entre ellos estaba el Dr. Plot, naturalista y el primer profesor de Química de la Universidad de Oxford.

Y es que  precisamente en el museo asociado a esta Universidad, el Ashmolean Museum, es donde aún se puede contemplar este ingenioso artefacto. Acompañado de un rótulo que reza más o menos lo siguiente: "Durante muchos años esta pieza ha cumplido una importante función en un ritual anual para la concesión de contratos de arrendamiento dentro de las fincas señoriales."

... y su extraño ritual.

 Y es que según cuenta el profesor Robert Plot en su 'Natural History' de 1686, en virtud de las obligaciones del cargo, el Señor de Essington llevaba a cabo un extraño ritual cada día de Año Nuevo. De acuerdo con una antigua costumbre feudal, el Señor de Essington (o su delegado o agente judicial en su lugar) debía traer un ganso vivo al Señor de Hilton. El ganso debía ser paseado, hasta tres veces, alrededor del fuego del Gran Salón, mientas el dispositivo hidráulico de Jack de Hilton incidía directamente sobre las brasas del fuego.

Finalmente el ganso era llevado a las cocinas y era servido para el banquete, renovándose las obligaciones feudales entre ambas casas hasta el año siguiente.

Jack of Hilton

No hay dos sin tres: Henley

Tanto Jack de Hilton como la figura de Basingstoke comparten muchas características en común con otro tercer ejemplar registrado por primera vez en Arnington Hall, cerca de Tarnworth en 1830. La familia avergonzada por el aspecto de la escultura arrojó la figura en el fondo de un estanque, dónde se mantuvo sumergida durante 40 años, hasta que finalmente un miembro de la familia la rescató y la presentó en sociedad en 1890 al Reading Museum.


Características

Las 3 esculturas tienen características similares:

Son aproximadamente de 40 cms. de altura, huecos, con aleación de cobre o bronce y con forma de joven itifálico. Están de rodillas y tienen el torso ligeramente más voluminoso en su parte inferior (para aumentar su capacidad interna). Mientras una mano descansa sobre el muslo o sostiene el pene, la otra está sobre la cabeza. Algunos ejemplares presentan ligeras incisiones para marcar la presencia de ropa.


Desde un punto de vista funcional, presentan un pequeño agujero circular de unos 3mm de diámetro en la parte posterior del cuello, por donde se llenaría con agua. Una vez lleno de agua se taparía este agujero y la figura se pondría al fuego hasta que el agua entrase en estado de ebullición, expulsando el vapor, mediante un sonoro pitido, por la pequeña abertura que presenta en la boca. Por ese motivo, y para acentuar su efecto visual, las figuras tiene las mejillas hinchadas.

Por otro lado, la técnica constructiva para la realización de estas piezas parece ser a la cera perdida sellado en su base mediante una placa de cobre.


Funcionalidad

Se ha discutido mucho sobre la funcionalidad de este pequeño ingenio a vapor, ya hemos visto como aún el siglo XVII seguía siendo utilizado en un extraño ritual. Tal vez, y como apuntan algunos investigadores, los últimos vestigios de un rito de origen feudal de deudas de servicio, teoría que explicaría el porqué de la postura sirviente (de rodillas) de todas estas figuras.

Y aunque la mayor parte de expertos creen que su función principal sería avivar las llamas de la chimenea, no faltan aquellos que apuestan más por una función meramente lúdica, como entretenimiento y curiosidad con la que entretener y divertir a los comensales.

Por último están aquellos que buscan darle un significado más profundo, relacionando con una forma de adoración pagana de Príapo, una deidad romana, aunque de carácter universal, relacionada con las fuerzas de la naturaleza, tal es así, que se sabe que aún era adorado en la región de Nápoles allá por 1780.

 

Origen

Ilustración del Eolípila de
Herón de Alejandría
Estos artefactos, conocidos como eolípila, están basados en un invento del siglo I del ingeniero griego Herón de Alejandría, quien diseñó un dispositivo que giraba debido a la fuerza de la presión del vapor de agua. Y aunque esta fue la primera máquina térmica de la historia su uso sólo se limitó como entretenimiento, siendo incapaces de buscarle un uso más pragmático.

Su nombre 'aeolipile' parece derivar del dios griego del aire y el viento Aeolus y de la palabra griega "pylae", pudiendo ser traducido como "la entrada de Eolo" o "la puerta de los vientos". Aunque si aceptamos una posible derivación latina también se podría llamar "la pelota de Eolo".
 
Los romanos también utilizaron estos "aeolipile" ya que el mismísimo Vitruvio los menciona en uno de sus libros "aeolipylae aecrae dicuntur vasa ad cognoscendam ventorum rationem facta".

Habrá que esperar al Renacimiento para volver a ver este tipo de artilugios en circulación, ya que en los libros de cuenta del Rey Renato II de Lorena aparece registrada en el año de 1448 la compra en Roma de "una cabeza de bronce que expulsa fuego". Así mismo el British Museum alberga uno de los más bellos ejemplares de este tipo de avivadores, el fascinante busto de un joven africano, fechado en torno al 1500 y perteneciente a la República de Venecia.

Pero no sólo vamos a encontrar inocentes bustos, ya que el arquitecto renacentista Antonio Averino, más conocido como Filarete, en 1465 en su obra "El arte de construir" describe con detalle un avivador muy parecido a los traídos a este blog, con la forma de "una figura desnuda de un querubín con las mejillas hinchadas".

Un último ejemplo de este tipo de eolípila "eróticos" lo encontramos en Alemania donde en la localidad de Kyffhauser allá por el siglo XVI fue desenterrado una figura de bronce de unos 58 cms muy similar al ejemplar de Henley.

Eolipila del Bristish Museum, 1500 d.C.


Bibliografía

Elizabeth Edwards’s paper on ‘The Aeolipile from Basingstoke’, is in Hampshire Field Club & Archaeological Society Newsletter 47 (2007), 4-8, with further bibliography.

MacGregor, A.; ‘Jack of Hilton and the history of the hearth-blower’, Antiquaries Journal 87 (2007), 281-94.

Patersson, R.; two hearth-blowers from henley-on-thames and basingstoke, The Berkshire Archaeological Journal, Volume 50, 1947.

The Basingstoke Aeoliphile en https://www.sal.org.uk/museum-collection/unlocking-our-collections/

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