domingo, 11 de febrero de 2018

El orgasmo femenino en el proceso de evolución

La sexualidad de los humanos está estrechamente vinculada con el proceso de hominización que vivimos durante millones de año, por lo que muchos de nuestro órganos y comportamientos han ido adaptándose a lo largo de este lento camino de la evolución humana.

Por lo que lo primero que nos podríamos preguntar es ¿qué importancia tiene el orgasmo dentro de la evolución humana? Parece claro que el orgasmo es un mecanismo destinado a perpetuar nuestros genes en la siguiente generación, ya que es una motivación a la búsqueda de constantes encuentros sexuales. Pero en el caso del orgasmo femenino la cuestión es más enigmática, y algunas de las teorías evolutivas sugieren que el orgasmo femenino está diseñado para favorecer la eyaculación de los machos y asegurar la fertilización.

Y si hablamos de orgasmo femenino, sin duda alguna, la estrella es el clítoris, todo un enigma de la naturaleza, ya que es el único órgano que ha evolucionado para proporcionar placer exclusivamente. Un órgano que se ha ido adaptando a las necesidades de cada especie de primate, habiéndolos de todas las formas, tamaños y funciones.



La evolución del orgasmo como consecuencia del bipedismo:

Aproximadamente hace 5 millones de años se produjo una de las evoluciones más importantes para los antepasados del ser humano, un primate se irguió sobre sus miembros inferiores y empezó el lento caminar de la humanidad hacia el bipedismo.
 
Este paso fue fundamental para el triunfo evolutivo de los homínidos ya que obtuvieron múltiples beneficios al encontrarse con las manos liberadas: pudieron fabricar herramientas, transportar diversos elementos, etc... pero el resto del cuerpo se vio obligado a adaptarse a estos cambios: cráneo, cervicales, pies, manos, incluso sufrimos importantes modificaciones fisiológicas estrechamente vinculadas con la sexualidad, entre ellas ¡¡el orgasmo femenino!!
 

El orgasmo femenino es una brillante adaptación
a las consecuencias del bipedismo.


Y aunque el orgasmo femenino no es un rasgo único de los humanos, el resto de primates hembras no sienten los orgasmos con tanta intensidad como las humanas.  Como bien explica el paleontólogo Pepe Cervera: "Para las hembras del resto de especies el acto sexual es algo ligero, tanto que a los pocos segundos después de la cópula ya están activas, andando y moviéndose como si nada. El macho las monta e, instantes después, vuelven tranquilamente a sus quehaceres con toda normalidad".


¿Por qué las humanas tienen orgasmos mucho más intensos?

El primero que trató de dar una respuesta fue el zoólogo Desmond Morrism que, en 1967, en su obra 'El mono desnudo', analizaba las consecuencias del bipedismo, afirmando que el aumento de la intensidad de los orgasmos fue una ingeniosa solución a los problemas reproductivos que surgieron por la verticalización de la vagina.

Nos explicamos, tras la cópula si la hembra se incorpora inmediatamente, debido a la posición vertical de su vagina, el semen se desliza hacia bajo, disminuyendo las probabilidades de embarazo. ¿la solución más rápida e ingeniosa que se le ocurrió a nuestro organismo? Hacer los orgasmos de las hembras mucho más intensos, así la mujer queda extenuada, por lo que necesita unos minutos para recuperarse (período postcoital), donde la mujer estando en posición horizontal obtiene un tiempo de oro para que las posibilidades de fecundación aumenten considerablemente.

"De no existir el orgasmo femenino, tras realizar la cópula,
la mujer se incorporaría y debido a la posición vertical de su vagina,
el semen se deslizaría".


Reconstrucción del paisaje de Laetoli hace 3,6 millones de años.
Ilustración: Dawid A. Iurino
Fuente: http://www.nationalgeographic.com.es
Todo ello es importante porque el placer sexual entra como un factor decisivo para la selección natural, es decir, los buenos amantes, aquellos que logran dar más placer a las hembras tienen más posibilidades de fecundarla. ¿por qué?  Porque si aparte de la eyaculación y el posterior reposo postcoital, la hembra retiene al macho dentro de sí, consigue que con las contracciones vaginales producidas por el orgasmo ayude al esperma a avanzar a través del cuello uterino.

Los machos que provocan mejores orgasmos a las hembras tienen mayor probabilidad de transmitir sus genes.


Conclusión

Aunque estos no fueron los únicos cambios que se produjeron en el comportamiento sexo-reproductivo de las hembras homínidas a lo largo de su evolución: la ovulación oculta, el aumento del deseo sexual de las hembras, su receptividad permanente, el desplazamiento del clítoris, la capacidad multiorgásmica de la mujer, la aparición del erotismo,... Muchas de estas modificaciones fisiológicas han forjado las estructuras socio-culturales donde nuestra sociedad se asienta: desde el concepto de monogamia hasta la estructura patriarcal de gran parte de nuestras culturas, ... pero todas estas cuestiones las dejaremos para otro post.



Bibliografía

Campillo Álvarez, J.E. La cadera de eva. El protagonismo de la mujer en la evolución de la especie humana. Ed. Crítica, Barcelona, 2007. 287 pp.

García Leal, A. Sesgos ideológicos en las teorías sobre la evolución del sexo. Tesis UAB. 2006. 335 pp.


 http://olvidedespuesdeleer.blogspot.com.es/2010/06/la-sexualidad-humana-un-rompecabezas.html


 http://www.hombresigualitarios.ahige.org/la-mistica-de-la-masculinidad/











4 comentarios:

  1. Sencillamante genial!
    Me ha encantado.
    Felicidades y gracias por compartir
    Saludos

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  2. Interesante blog, lo agregué a mi lista de seguidos.

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  3. Un artículo muy detallo que se me ha quedado corto de lo bueno que es!
    !Que viva el sexo!

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