miércoles, 19 de febrero de 2014

Frases y Expresiones I: “Te pongo mirando para Cuenca”

Frases y Expresiones:

I.- Te pongo mirando a Cuenca
II.- Echar un polvo
III.- Ser una mujer de bandera
IV.- Espaguetis a la Puttanesca
V.- Irse de picos pardos
VI.- Poner los cuernos (próximamente)

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 “Te pongo mirando para Cuenca”


Esta expresión nace a principios de la Edad Moderna, a finales del siglo XV, durante el reinado de Juana la Loca y Felipe I de Castilla, conocido como Felipe el Hermoso. Felipe I fue un gran mujeriego y sus infidelidades eran conocidas por toda la Corte, algo que su pobre mujer no pudo soportar, por lo que la pobre Juana enloqueció, ya fuese por celos o por que sentía un amor tan apasionado como poco correspondido.

Felipe el Hermoso

En aquella época la corte contaba con una gran presencia de conquenses, como queda demostrado con el mismo capellán de la reina, Diego Ramírez de Villaescusa (de Haro). Algunas de las amantes del rey eran de pueblos limítrofes a los de Don Diego, por lo que Felipe I ideó una excusa perfecta para no levantar las sospechas de su mujer. Sabedor del poco amor de su esposa por la ciencia, el rey organizó un pequeño observador astronómico en una alta torre, donde con ayuda de los nuevos instrumentos de navegación era capaz de individuar la dirección de las principales ciudades del reino. Así, cada vez que quería escabullirse con alguna moza no tenía más que decirle a la reina: “Subo con la dama al observatorio, que la voy a poner mirando para Cuenca”. Los guardias del rey, que obviamente sabían a que subía el monarca al observatorio, comenzaron a utilizar la frase por los burdeles de Castilla, por lo que la expresión tuvo una rápida difusión.

Provincia de Cuenca


Fuente: http://emitologias.wordpress.com/

1 comentario:

  1. Creo que los hisstoriadores deberían corregir la numeración de los Felipes. El marido de Juana nunca fue rey de España (Entendida como la suma de los diversos reinos) ni tan siquiera de Castilla. Felipe no mandaba nada, salvo que Juana le delegara alguna función. Fue su nieto el llamado Felipe II, que debería ser Felipe I, el que despreciando su origen hispano lo coronó en el papel, cuando ascendió al trono, tras la renuncia de Carlos.
    La anecdota del artículo es graciosa, posible y hasta probable, si es que los celos de Juana permitía que alguna dama estuviera cerca de su idolatrado Felipon (Por cierto tampoco entiendo por qué se le llama "el hermoso" pues las imágenes que de él he visto nos muestran un tipo bastante feo, claro antecedente de los borbones de Goya.

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