sábado, 4 de octubre de 2014

Prostitución en Al-Andalus

 Existe pocos datos sobre la prostitución en Al-Andalus, ya que esta práctica siempre se ha ejercido bajo una doble (y falsa) moral, la prostitución era considerada una transgresión de la ley islámica pero siempre estuvo permitida.

Lugares de prostitución

Los lugares de prostitución en Al-Andalus eran bastantes variados, con toda seguridad ventas y tabernas también serían lugares donde se daba la prostitución. En las poblaciones más pequeñas la prostitución se ejercería en las alhóndigas, casas públicas o de mercado para los vecinos; y en las ciudades más importantes existirían locales destinados a este fin exclusivamente, estos lupanares eran llamados casas de jarâŷ.

Estos lugares destinados a la prostitución estarían situados fuera de la medina, en el entorno de las ciudades, y como nos relata Ibn Abdûn, cerca de los monasterios cristianos: "Debe impedirse a las mujeres musulmanas que entren en las abominables iglesias, porque los clérigos son libertinos, fornicadores y sodomitas. Asimismo debe prohibirse a las mujeres francas que entren en la iglesia más que en días de función o fiesta, porque allí comen, beben y fornican con los clérigos y no hay uno de ellos que no tenga dos o más de estas mujeres con que acostarse."

La odalisca. Mariano Fortuny.

Como pasaba en el mundo romano el oficio de prostituta también estaba regulado por el fisco, por lo que si una mujer quería ejercer la prostitución estaba obligada a pagar un tributo, además su condición social también era de marginación total, rechazadas completamente en el ámbito público. Aunque se conoce el caso de una famosa prostituta cordobesa llamada Rasis, que formó parte del cortejo oficial de Abd al-Raḥmân III.

Así vemos como Ibn Abdûn, nos señala algunas normas que tienen que cumpler las prostitutas: "Deberá prohibirse que las mujeres de las casas llanas se descubran las cabezas fuera de la alhóndiga, así como que las mujeres honradas usen los mismos adornos que ellas. Prohíbaseles que usen de coquetería cuando estén entre ellas y que hagan fiestas, aunque se les hubiere autorizado. A las bailarinas se les prohibirá que se destapen el rostro."

Por último mencionar, que estas medidas restrictivas respecto a la prostitución variaban bastante según la región donde te encontrases, así parece ser que en Al-Andalus y el Magreb tenían leyes más restrictivas que en el Oriente, donde las prostitutas se exhibían más libremenete por las calles.

Así algunos viajeros musulmanes como el damasceno Ibn al-Muŷāwir y el tangerino Ibn Baṭṭūṭa se sorprenden de algunas costumbres en los ciudades musulmanas de Arabia del Sur, como Adén o Ladiq

La gente de esta ciudad no desaprueba las malas costumbres; más aún, los habitantes de toda la región hacen lo mismo. Compran bellas muchachas griegas y las dedican al vicio, de modo que cada una de ellas, para cumplir, tiene que pasarle un tributo a su dueño. He oído decir que estas jóvenes esclavas entran en los baños con los hombres y el que quiere enviciarse lo hace allí mismo, sin que nadie se lo reproche. Me contaron que el cadí de la ciudad tiene varias esclavas dedicadas a esto
- Tāzī, t. II, p. 169; Fanjul y Arbós, p. 382.


Odalisca y esclavo. Dominique Ingres.

LAS QIYÃN: CORTESANAS DE LUJO

Dentro de los límites de prostitución se encontraba la figura de la tabernera, cantora o bailarina, que aunque oficialmente no se dedicasen a la prostitución, oficiosamente también ofrecerían servicios sexuales, ya que este tipo de mujeres trabajaban en un ambiente similar al de la prostitución.

Dentro de la tradición musulmana, destacaba el oficio de cantora, las qiyãn, esclavas que habían recibido una educación especial en artes como la música, la poesía, la lectura, la danza, etc.. por lo que eran esclavas muy apreciadas y cotizadas. Además de estas artes, desde pequeñas también se las instruía en las artes amatorias, convirtiéndolas en una especie de "cortesanas de lujo", muchas de ellas al servicio de la Corte para instruir a los hijos de los gobernantes. Dentro de este tipo de prostitución cortesana, también podemos citar a las esclavas pertenecientes a las grandes familias, que estaban destinadas por su belleza a una prostitución con menos refinamientos.

Estas cantoras tenían incluso viviendas propias donde se trasladaban sus clientes más exclusivos para escucharlas cantar o recitar, y también, para tener encuentros sexuales de forma más íntima y reservada.

Como cabe imaginar las qiyãn eran mujeres jóvenes y de extraordinaria belleza, a estas cualidades físicas había que sumar sus exquisitos y refinados adornos y vestidos. Los dueños de las quiyãn las podían "utilizar" de dos maneras, aquellos que las compraban para su disfrute personal, ya sea por sus dotes amatorias o artísticas, y los que las compraban y vendían como un producto comercial, intentando sacar el máximo beneficio económico de estas mujeres.

En cuanto a sus vestimentas, como ya hemos dicho se diferenciaban claramente de las mujeres libres, las fuentes nos hablan de su gusto por las telas y los colores más llamativos, además sus dueños al ser hombres muy ricos les proporcionarían las más exquisitas telas del mercado.

En el estudio que hace Paraskeva sobre la figura de las qiyãn nos habla de una evolución en sus dotes artísticas: en época preislámica sus artes estaban relacionadas con la música, el canto y el baile. Con la llegada de los califas ortodoxos su formación se amplió a otras artes y ciencias, hasta que en la era abasí las qiyãn se convirtieron en mujeres instruidas en todos los aspectos del saber y del arte, desde la filosofía a la poesía, desde el cante a la recitación del Corán, astrología, juegos malabares, teatro de sombras, narradoras de cuentos y leyendas, etc.

Por último, añadir que en cuanto al origen étnico de la qiyãn es tan variado que no podemos establecer que hubiese una etnia o región por la que se decantasen a la hora de elegir a una mujer para estos fines. Por otro lado, los textos literarios también nos muestran toda una variedad de qiyãn en cuanto a su carácter, las hay caprichosas, crueles, bondadosas, descaradas, fieles, etc...

LA FIGURA DE LA ALCAHUETA

Dentro de estas figuras femeninas relacionadas con la sexualidad destacan las alcahuetas, figura de larga tradición en la sociedad árabe, y posteriormente cristiana, ya que la estricta separación de sexos hacía muchas veces imprescindible su labor, para concertar citas y matrimonios. En ambas culturas, tanto cristiana como musulmana tuvo que compartir similares rasgos y características, definida como mujer vieja y entrometida.




BIBLIOGRAFÍA

- Álvarez de Morales, C.; La sociedad de al-Andalus y la sexualidad, Actas del Congreso "Conocer Al-Andalus, Perspectivas desde el Siglo XXI", Sevilla, 2010, pp. 43-73.
   
- Jreis Navarro, L.M; Brujas, prostitutas, esclavas o peregrinas: Estereotipos femeninos en los relatos de viajeros musulmanes del Medievo, Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos. Sección Árabe-Islam; Vol 63, 2014.

- Moral Molina, C.; Arquetipos y estereotipos femeninos a través de la poesía andalusí, Mujeres y sociedad islámica: una visión plural / coord. por María Isabel Calero Secall, 2006, págs. 253-286.

- Paraskeva, Tsampika-Mika. "Hetairas y Qiyan: El arte de la seducción". Miscelánea de estuios árabes y hebraicos. Sección Árabe-Islam. Vol. 59, 2010, págs. 63-90.

http://www.libreria-mundoarabe.com/Boletines/n%BA58%20Mar.08/PoderSexualidadOrienteMedio.html

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