"¡Imbéciles mortales!
¿Creéis realmente que podéis matar la pasión que la naturaleza ha puesto en vosotros?
Es la obra de Dios. Queréis destruir esas pasiones, embutirlas dentro de estrechos límites.
¡Locos!"
¿Creéis realmente que podéis matar la pasión que la naturaleza ha puesto en vosotros?
Es la obra de Dios. Queréis destruir esas pasiones, embutirlas dentro de estrechos límites.
¡Locos!"
- Jean Baptiste Boyer d'Argens, Therese Philosophe (1748)
Si hablamos de libertinos franceses seguramente se nos vendrá a la mente alguna escena de la película 'Las amistades peligrosas', o la figura de personajes como el Marqués de Sade o Giacomo Casanova, incluso las personas de mente algo más calenturienta imaginarán lujuriosas reuniones de aristócratas franceses celebrando orgías bajo el resplandor de los candiles en un solitario castillo... pero dentro del pensamiento libertino también encontraremos a personajes de la talla de Diderot o Rousseau, que no dudaron en liderar un movimiento que pregonaba la libertad del hombre... y la libertad sexual iba a ser uno de sus frentes de batalla.
Protagonistas de la película 'Las amistades peligrosas' |
Si el siglo XVI fue el siglo de los grandes descubrimiento en el campo de la física, donde gracias a personajes como Galileo, Descartes o Newton se dio el paso a un sistema de pensamiento mecanicista, el XVII será el siglo de la Razón, de la Ilustración, de donde surgirá un nuevo hombre empeñado en alcanzar la libertad, no sólo la libertad política, religiosa o social sino también la libertad de las mentes y de los cuerpos. Y para ello, deberá sondear en los límites de sus sentimientos pero también de sus pasiones.
El libertino será un hombre emancipado de los límites morales de la religión, si en el siglo XVII exigirá la libertad de pensamiento, en el siglo XVIII buscará la libertad del cuerpo.
Así pues encontraremos dos tipos de libertinos: aquellos de corte intelectual, que centraron sus esfuerzos en conseguir la victoria intelectual frente a la Iglesia, esgrimiendo la libertad de pensamiento frente al inmovilismo intelectual de la religión.
Desnudo en reposo, F. Boucher, 1751. Museo Wallraf-Richartz, Colonia. |
Y después, en los albores de la revolución francesa, aparecerá otro tipo de libertino, los 'libertinos carnales', poetas, aventureros, filósofos, aristócratas... que se entregarán a los placeres de la vida, buscando en el libertinaje y en el desenfreno sexual romper definitivamente cualquier barrera moral sobre la sexualidad humana, donde "siguiendo la estela de Epicuro, celebraron la materia, el cuerpo y la alegría"; tal y como los describe Michel Onfray en su obra 'Los libertinos barrocos'.
Por lo que la lucha por la liberación sexual fue un arma más que esgrimir frente a la represión del Estado y de la Iglesia.
Los libertinos carnales
Será este segundo grupo de libertinos los que nos interese a nosotros, aquellos que en nombre de la moral natural se entregaron a los más lujuriosos placeres sexuales, librepensadores que no dudaron en trasgredir los dogmas establecidos y romper con las barreras morales dominantes.
Pero este fue un movimiento elitista, las clases medias y bajas siguieron siendo muy conservadoras, especialmente en todo lo relativo al terreno sexual, por lo que su liberación sexual no se produjo hasta bien entrado el siglo XX.
De esta forma serán los nobles y los intelectuales los que encabezarán este movimiento de libertad sexual, un último canto del poder y del exceso de una aristocracia y de una nobleza que muy pronto verá cuestionada su posición ante el triunfo de la Revolución Francesa. Un triunfo que traerá consigo el protagonismo de la burguesía, la cual impondrá una nueva moral sexual, que desterrará cualquier tipo de sensualidad, y que impondrá una nueva ola de puritanismo, representado en la moral victoriana.
Por lo que nuestros protagonistas serán ‹‹los refinados, los aristócratas, los cortesanos [...] que parece caracterizar el siglo de los filósofos para hacer de él el de la pornografía y el erotismo›› en palabras de R. Muchembled.
La vida de un libertino (c. 1732-1735), William Hogarth. Sir John Soane's Museum, Londres. |
Para comprender estas palabras de Sade y la actitud de estos libertinos recogemos el testimonio de Vázquez y Altarriba que en su obra 'La paradoja del libertino' dan respuesta al porqué de esa actitud: "Los libertinos partían de la idea de que todo ser humano es un ser sensual y, por consiguiente, un ser gozante, y que las educaciones religiosa y social han hecho de él un ser dolente. Devolverle su capacidad gozante constituye la labor esencial del libertino, que se ve a sí mismo, más que como un educador, como un anti-mesías venido a redimir a todos aquellos que pasan por la vida sin disfrutar de ella, sin conocer la naturaleza, sin conocer el universo, en suma, sin conocerse".
Por ello, algunos de estos libertinos no dudaron en romper con cualquier tipo de traba moral y adentrarse en sus límites, para inventariar casi con saber enciclopédico la naturaleza de la sexualidad humana, incluida sus perversiones más ocultas y secretas.
Viñeta del cómic, Casanova de Milo Manara. |
La liberación sexual de la mujer
Una de las imágenes recurrentes cuando hablamos de los libertinos franceses es la de una reunión de ricos y aristócratas aprovechándose de jóvenes ingenuas, a las que someten a todo tipo de vejaciones... Pero hay que recalcar que esta filosofía libertina también trajo consigo un paso más hacia la liberación sexual de la mujer.
Y es que en el siglo XVIII la condición social de la mujer aún venía marcada por la represión y el control de su sexualidad, la mujer debía refrenar sus impulsos y sus deseos, y la simple idea del goce sexual femenino estaba completamente vetada.
Los libertinos también se alzarán contra esta moral machista y controladora de la sexualidad de la mujer, la mujer dejará de ocupar un rol pasivo en cuanto a su sexualidad, el viejo mensaje de la iglesia de reducir el rol de la mujer a la maternidad quedará destruido por estos libertinos que nos mostrarán mujeres sexualmente activas, que gozan y viven una sexualidad abierta al placer y a la pasión.
Casanova, de Milo Manara. |
Así el enciclopedista francés consideraba que el deseo era un bien que todo ser humano tenía la obligación moral de experimentar, ya que las pasiones y los deseos reprimidos eran una fuente de infelicidad.
Para Diderot, que las mujeres no pudiesen experimentar el placer, tal como lo hacían los hombres, era una terrible tragedia, ya que la pasión y el deseo son parte de la condición humana.
"Muchas mujeres morirán
sin haber experimentado la cúspide de la "volupté". [...] La mayor
felicidad se les niega incluso en los brazos del hombre que adoran, pero
nosotros podemos encontrarla junto a una mujer dócil que ni siquiera
nos gusta"
Incluso era consciente de que para muchas mujeres el matrimonio no era un camino hacia la búsqueda de su placer sexual, sino que un nuevo foco de represión e insatisfacción sexual:
"He visto mujeres honestas estremecerse de horror cuando se les
acercaba el marido; las he visto meterse en la bañera sin creerse nunca
lo bastante limpias de la suciedad del deber [conyugal]"
Portada 'La Religiosa' |
Aunque sin duda su obra donde mejor refleja esta situación de la mujer es la novela 'La joven religiosa' (1761) que narra los problemas a los que se ve sometida una joven cuando es obligada a ingresar en un convento, una novela que se alza "contra las pasiones reprimidas y pervertidas por el dogma de la Iglesia, una magnífica metáfora de la desesperanza de una mujer en una sociedad represiva y patriarcal"
Los libertinos en el arte
La lucha de los libertinos franceses contra la moral eclesiástica se extendió a todos los campos, desde la filosofía hasta la política, por lo que el arte y la literatura también se pondrán al servicio del placer, el erotismo y la lujuria. Y es que, según se acrecentaba la represión sexual y la censura por parte del Estado se irá aumentando, al mismo tiempo, la producción artística de carácter erótico o pornográfico.
Por lo que durante este siglo disfrutaremos de una intensa producción literaria de carácter erótico que marcará definitivamente el devenir de este género literario hasta nuestros días, quedando como referencia obras tan famosas como 'Les bijoux Indiscrets' (1747) de Diderot, 'Thérèse Philosophe' (1748) de Boyer y auténticos clásicos de la literatura erótica como 'Fanny Hill' (1748) de John Cleland y las diversas obras del Marqués de Sade, 'Justine o los infortunios de la virtud' (1791), 'La filosofía en el tocador' (1795) o 'Las ciento veinte jornadas de Sodoma' (1904).
El anticleraquismo de esta literatura libertina se hace evidente en las continuas referencias sexuales relacionadas con el mundo de la Iglesia: curas depravados que se aprovechan de incautas jovencitas, monjas que alcanzan el éxtasis en brazos de un amante, escenas de sexo dentro de los muros de un convento,... todas estas imágenes suponían un ataque directo a la Iglesia, presentándola como un nido de vicio y corrupción, tan cínica y falsa, como la moral sexual imperante.
Las bañistas, Hean Honoré Fragonard. |
Cuadros llenos de sensualidad y erotismo, con mujeres voluptuosas, semidesnudas, llenas de luz y de color, obras realizadas al gusto y a los requerimientos de una sociedad caracterizada por su libertinaje al servicio del placer.
Así el genial pincel de Boucher nos presenta hermosas mujeres, sugerentes, lascivas, ofreciéndonos sus hermosos traseros, provocándonos con la mirada, invitándonos a sucumbir al placer...
Odalisca morena, F. Boucher, 1745. Museo del Louvre. |
El cerrojo, Jean Honoré Fragonard. Museo del Louvre, París. |
Conclusión
La historia de la sexualidad siempre ha venido marcada por grandes períodos de represión y censura, salpicados por momentos de liberación total de las pasiones, y estos libertinos franceses representan uno de estos períodos donde se rompe con la moral establecida para dar rienda suelta a la sexualidad natural del hombre.
Y es que estos hombres, y mujeres, vivieron a caballo entre dos épocas, entre el final del Antiguo Régimen y el inicio de la Edad Contemporánea, por lo que estos libertinos franceses representan el último canto de cisne de un grupo social caracterizado por sus privilegios, pero también por su frivolidad, por su exuberancia y por su libertad de pensamiento.
Por lo que esta explosión del gusto por expresar la sexualidad del ser humano sólo se pudo dar en ese período y en ese grupo social de intelectuales, librepensadores, filósofos, aristócratas.... ya que antes y después, el ser humano volverá a autoimponerse una estricta y rígida moral sexual... Antes, con el control total de la moral sexual por parte de la Iglesia; después por el triunfo de la burguesía y la imposición de una nueva moral sexual, tan estricta (e hipócrita) como la ejercida anteriormente por la Iglesia.
Y es casualmente en esta era de la Razón, cuando el hombre se dejará imbuir por el lado más instintivo de la pasión, es en esta época de ansias de conocimiento cuando el hombre se atreverá a explorar un terreno vedado hasta entonces... la sexualidad humana. Por lo que la homosexualidad, la masturbación, el travestismo, o el sadomasoquismo se liberarán de la cárcel moral donde estaban ocultos y verán la luz gracias a estos libertinos franceses.
Este atrevimiento será pues su gran contribución a la historia de la sexualidad humana.
Bibliografía
Blom, P., Gente peligrosa. El radicalismo olvidado de la Ilustración europea, Anagrama, Barcelona, 2012.
Roudinesco, E.; Nuestro lado oscuro: Una historia de los perversos, Anagrama, 2009.
Vázquez, L. y Altarriba. A.; La paradoja del libertino: sobre "Las amistades peligrosas" y otras perversas relaciones dieciochescas, Liceus, 2008.
Alicia H. Puleo, J.A.N. de Caritat, Olympe de Gouges, La Ilustración olvidada: la polémica de los sexos en el siglo XVIII, Anthropos Editorial, 1993.
[En Internet]
Esteban, I.; Virtudes y perversiones de los libertinos, en
http://www.hoy.es/20090608/sociedad/virtudes-perversiones-libertinos-20090608.html
Historia crítica del libertinaje, en
http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/Choderlos-de-Laclos-Godard-dAucour-Marques-de-Sade-Cuentos-y-relatos-libertinos_0_529147284.html
http://www.temporamagazine.com/una-ilustracion-cargada-de-razon-y-de-lujuria-2/
http://www.investigartes.com/inicio/index.php?option=com_content&view=article&id=90
Excelente.
ResponderEliminarMe fascinan todos tus artículos por la profusión de información tan bien documentada, ta bien estructurada; tan bien apoyada por tantas imágenes, enlaces...
Excelente, ya digo!
Hola, te he nominado para el Liebster Award. Puedes ver más aquí.
ResponderEliminarhttps://capullanitasoy.wordpress.com/2016/02/09/inesperadamente-el-liebster-awards/
Felicidades. :)
Hay una anécdota sobre el Desnudo en reposo, F. Boucher, 1751 y su odalisca que señala a Madame Pompadour. Ella era la que contrataba a artistas, arquitectos e incluso cortesanas en la Francia de Luis XV. Entre otros ella y su hermano contrataban a Boucher. La anécdota cuenta que madame Pompadour consideraba que tenía el mejor culo de Francia y pidió a su pintor predilecto que lo inortalizado. De ser cierto se podría decir que las ilustres posaderas de la Odalisca eran el CULO de Francia.
ResponderEliminarGracias Leopold!! Esta época de cierto libertinaje sexual es fascinante, por lo que dará para varios artículos en este blog!
EliminarInvestigaré sobre la propietaria de ese hermoso y majestuoso trasero.
Excelente artículo y excelente blog. Un pacer haberlo descubierto.
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