- Parte I: Los besos
- Parte II: La virginidad
- Parte III: La infidelidad
- Parte IV: El desnudo
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La mayoría de culturas y sociedades mediterráneas son bastante "besuconas", siendo el beso una forma más de comunicación, normalmente asociado a la idea de respecto y afecto. Pero ese gesto, encierra toda una serie de códigos morales y sociales, que reflejan aspectos sociales, culturales e ideológicos de una cultura.
Las Águilas de Roma de Marini |
En definitiva, el acto de besar estaba muy presente en la vida pública, existiendo numerosos tipos de besos... desde el típico beso de felicitación y de saludo, pasando por besos fúnebres, incluso entre los militares también existía un tipo concreto de beso... Los únicos que eran censurables eran aquellos que mostraban públicamente una actitud de amor pasional... desde el fogoso beso entre una joven pareja de amantes hasta el beso casto de un sólido matrimonio de respetables y notables ciudadanos.
LOS BESOS PASIONALES
Como decimos, en la antigua Roma nunca veríamos a ninguna pareja besarse públicamente, ya que besarse en público era contrario a la 'pudicitia' que toda mujer romana debería respetar. Pero este código moral no sólo se ceñía a las clases sociales más altas, sino que es muy probable que también se extendiese a las clases populares, ya que éstas solían imitar los códigos de conducta de la aristocracia.
Tampoco hace falta retrotraerse mucho en el tiempo para ver situaciones similares... ¿os imagináis en la España franquista a una pareja besándose en plena calle, y no sólo nos referimos a un beso apasionado, ya que un simple beso en los labios podía ser motivo de escándalo público.
En Roma, los besos y las muestras afectuosas de amor deberían realizarse en la intimidad del hogar, un claro ejemplo de esta situación, son las escasas representaciones de arte clásico donde aparezca una pareja besándose. Tal vez, la mejor y más sugerente excepción sea el mosaico de la villa romana del Casale situada en Piazza Armerina, donde se representa a Eros y Psique en actitud muy cariñosa.
Otro ejemplo de esta moral tan estricta respecto a la exteriorización del amor lo encontramos en la obra 'Vidas Paralelas' de Plutarco, en ella el historiador griego nos cuenta que el severo Catón logró expulsar del senado a un tal Manilio, ejemplar ciudadano que aspiraba al consulado. El motivo que expuso Catón y que a la par fue definitivo, fue que Manilio osó besar a su mujer, de día, y a la vista de su hija.
Mosaico Piazza Armerina |
TIPOS DE BESO
OSCULUM: El osculum era el beso tradicional romano, un beso casto, en la mejilla, utilizado por personas de cierto estatus social como signo de respeto o como señal de agradecimiento por el cierra de algún contrato o acuerdo. Su nombre deriva de la palabra boca "os".
Este era el único tipo de beso que le estaba permitido realizar a una mujer en público, incluso tenía la obligación como marcaba la norma 'ius osculi' de besar de esta forma tanto a su marido como a sus familiares.
SAVIUM: Con este nombre se referían al beso pasional, con lengua, el beso que se da entre amantes y enamorados. Su nombre proviene de la palabra 'suavis' que se puede traducir como dulce, suave.
Incluso Catulo jugando con las palabras utiliza su diminutivo 'saviolum' para referirse al beso robado a su amante masculino: "Te he robado, mientras jugabas, dulcísimo Juvencio, un besito [saviolum] más dulce que la dulce ambrosía".
Incluso el gran Ovidio en sus Amores, aconseja a las mujeres despertar el celo entre sus amantes luciendo "chupetones" en su cuello. "Que él vea por toda la cama rastros de hombres y los moratones en el cuello provocados por mordiscos lascivos"
BASIUM: Palabra de la que deriva nuestro actual beso, y que si en un principio designaba también al beso erótico, poco a poco su significado se fue asemejando más al de 'osculum', siendo ya utilizado en época bajoimperial como sinónimo de beso afectuoso entre familiares.
Escena del cómic 'Murena'. |
IUS OSCULI: Una ley para el control de la mujer
Una de las costumbres más llamativas respecto al mundo de los besos fue la ley 'ius osculi' , el 'derecho al beso', en la cual toda mujer estaba obligada a besar en la boca todos los días, no sólo a su marido, sino también a sus familiares más o menos directos... pero ¿por qué tipificar por ley un gesto de cariño? Porque precisamente no era un gesto de cariño, sino de control de la mujer.
El origen de esta costumbre, según Plutarco se remonta a los primeros tiempos de la monarquía, cuando se promulgó esta ley por la excesiva afición de la mujeres al vino, y que debido a la escasa efectividad en su cumplimiento, se fueron endureciendo sus penas hasta equipar la ingesta de 'temetum' (vino puro) con el adulterio.
Con este beso en la boca se buscaba averiguar si la mujer había bebido vino, no sólo a través del sentido del gusto, sino más bien a través del olfato, evitando de esta forma que la mujer, custodia de las llaves de la casa, cayese en la tentación de abrir la alacena donde se guardaba el vino.
Y es que como ya hemos visto en este blog, a la mujer romana le estaba vetado el consumo de vino (sólo podían consumir vino cocido aromatizado con ciertas especias o vino más puro en ciertas ceremonias o rituales). Además, el incumplimiento de esta norma no era un asunto baladí, ya que su 'dueño' y esposo, podía no sólo divorciarse de ella, sino incluso, castigarla con la misma muerte, ya fuese encerrándola en una habitación hasta su muerte por inanición o mediante una paliza como relata el historiador Valerio Máximo:
“mató a golpes de fusta a su
esposa, porque había bebido vino, hecho por el que ni se le acusó ni se
le reprendió” porque “la mujer que toma cierra la puerta a las virtudes y
la abre a los vicios”.
Esta rígida norma esconde un control de la sexualidad de la mujer, ya que el vino suele asociarse con el libertinaje y la infidelidad, por lo que una mujer que bebiese vino era considerado un acto moralmente deleznable. Por lo que con esta medida se buscaba evitar que la mujer cayese bajo el influjo de los efluvios de Baco y pudiese cometer más fácilmente una infidelidad, que arruinase no sólo el nombre de su marido, sino el de todo su linaje familiar.Aunque, según nos acercamos a época imperial, parece ser que está estricta norma se fue relajando (el último divorcio registrado por este motivo se fecha en el 194 a.C.), flexibilizándose aún más cuando el vino pasó a formar parte de la dieta básica romana.
Por último, algunos investigadores apuntan a que esta norma fue abolida por Tiberio por causas más bien higiénico-sanitarias, ya que con esta costumbre era muy habitual el contagio y la difusión de herpes labiales, especialmente durante la celebración de ceremonias públicas, por lo que aprovechó una epidemia de herpes para abolir dicha norma.
Otros besos en la vida cotidiana romana
Besos al aire
El repertorio de tipos de besos que se podían observar en una ciudad romana no acaba aquí, así un tipo de beso muy extendido y muy propio de las sociedades mediterráneas son los besos a distancia, al aire, o como lo denominaban los romanos "iacere oscula", lanzar besos.
Un gesto que parece remontarse a las primeras civilizaciones, con un claro origen religioso, donde se lanzaban besos a distancia a las divinidades en diferentes cultos y ceremonias, ante la prohibición de tocar directamente la imagen de la divinidad. Es decir, este tipo de besos fue una forma más de adorar a las divinidades.
Este beso, que en un principio se realizaba juntando el dedo índice y pulgar, como hacemos en la actualidad para indicar que una comida está muy buena, poco a poco, se fue ampliando su significado y diversificándose el tipo de gesto, convirtiéndose en un tipo de beso muy presente en la sociedad, como gesto de gratitud o alabanza. Incluso tenemos testimonios de que las prostitutas durante su festividad en las Floralia lanzaban besos provocativos a los hombres acompañándolos de gestos obscenos.
Besos en la mano
Escena de la película 'El Padrino' |
Este tipo de beso dentro de la sociedad republicana sólo sería posible entre individuos de diferente rango social, por ejemplo un esclavo o un liberto besarían la mano de su señor ante la concesión de alguna gracia o algún favor; algo muy similar al funcionamiento de la mafia italiana; aunque este mismo gesto sería impensable entre ciudadanos del mismo rango.
Pero con la progresiva transformación de la sociedad romana desde finales de la República, donde el servilismo burocrático imperial fue borrando el concepto de república de iguales, estos tratamiento se fueron extendiendo al conjunto de la sociedad, siendo la figura del Emperador el ejemplo más claro de este tipo de tratamiento, no sólo a través del beso en la mano, incluso las personas de menos estatus estarían obligados a besarle los pies como acto de sumisión.
Bibliografía
Alberto Angela, Amor y sexo en la Antigua Roma, La esfera de los libros, 2012
Jean-Noel, R.; Eros romano: sexo y moral en la Roma antigua, Ed. Complutense, 1999.
http://arquehistoria.com/los-besos-en-la-roma-antigua-14771