1.- Gabinete de Objetos Obscenos de Nápoles
2.- British Secretum, el armario 55
3.- Salas secretas y pinacotecas eróticas en la España Moderna
3.1.- La Sala Secreta del Museo del Prado
3.2.- Los gabinetes reservados de los nobles
Esta temprana afición de la nobleza por los gabinetes secretos se confirma con la colección que creó el polémico secretario de Felipe II, Antonio Pérez, que en muy poco tiempo fue capaz de acumular una gran fortuna e invertir parte de ella en decorar una sala reservada, de claro carácter erótico, en su residencia urbana cerca de Atocha, donde se podían contemplar joyas de la pintura universal como el 'Adán y Eva' de Tiziano o varios de los famosos 'Amores de Júpiter' de Correggio.
Adán y Eva, de Tiziano. Museo Nacional del Prado. |
Sabemos que el VI conde de Monterrey, embajador en Roma y virrey de Nápoles, o el I Marqués de Leganés, gobernador en Flandes, fueron grandes coleccionista de arte, existiendo entre sus posesiones destacados desnudos femeninos. El susodicho Marqués de Leganés, logró reunir una colección de más de 1000 lienzos, reservando una sala de su palacio de Morata de Tajuña exclusivamente a aquellos cuadros con representaciones de mujeres desnudas.
Contamos además con el excelente trabajo del profesor García Cueto, "La pintura erótica en las colecciones aristocráticas madrileñas de la segunda mitad del siglo XVII", donde se nos desvelan tres pinacotecas nobiliarias en el Madrid del siglo XVII con un alto componente erótico, como fueron la del marqués del Carpio, la del almirante de Castilla y la del marqués de Castel Rodrigo.
Gracias al inventario realizado en su momento a estas colecciones, sabemos que los Almirante de Castilla, tanto padre como hijo, cultivaron un gusto muy desarrollado por las obras de arte, manteniendo una inmensa pinacoteca ordenada en diferentes estancias y habitaciones de manera temática, por lo que sabemos que existieron dos habitaciones destinadas a albergar únicamente obras de desnudos, tanto mitológicos como bíblicos, entre los que destacaban una Diana desnuda, un rapto de Proserpina, una Bacanal, una Betsabé en el baño y alguna que otra Venus.
Pero si hay que destacar dos gabinetes reservados estos son el del Marqués del Carpio y el de Manuel Godoy, ya que ambos parecen tener una clara intencionalidad erótica, es decir, su pasión por las pinturas de desnudos iba mucho más allá de un mero placer coleccionista o de una simple moda pasajera.
Sus gabinetes fueron creados para deleitar los sentidos y cargar esas estancias de un ambiente erótico para desatar la pasión amorosa de sus visitantes.
El palacete del amor del Marqués del Carpio
El marqués del Carpio, más conocido como don Gaspar de Haro y Guzmán fue uno de los más destacados coleccionistas de arte de su tiempo, logrando atesorar más de 3.000 lienzos. A esto hay que sumar una vida personal algo libertina y disipada, salpicada por escándalos de índole sexual.
Por lo que el marqués contaba con todos los ingredientes para formar una de los gabinetes secretos más importantes de todos los tiempos, más aún, si sabemos que la joya de su corona, era nada más y nada menos que la excepcional y trasgresora 'Venus del espejo' de Velázquez.
Venus del espejo, de Diego Velázquez. National Gallery, Londres. |
Además, también sabemos que el marqués acondicionó un pequeño palacete en Huerta de Sora, para instalar allí a sus diferentes amantes y convertir ese espacio en su refugio para sus aventuras extraconyugales, por lo que no dudó en decorarlo con evidentes motivos sensuales, tal y como sugieren las descripciones de varios de sus techos pintados al temple, por lo que algunas de sus estancias tuvieron que ser toda una "exaltación visual del amor".
El gabinete de Manuel Godoy
Aunque, sin duda, el gabinete nobiliario más famoso de todos los tiempos fue el del extremeño Manuel Godoy, válido de Carlos IV, y uno de los personajes más poderosos su época. Quien gracias a su creciente fortuna, su influencia y su desmedido poder fue capaz de atesorar en su colección privada más de 1000 pinturas, repartida entre sus numerosos palacios y mansiones.
Pero su fascinación por la pintura de carácter erótico iba mucho más allá, ya que no dudó en encargar uno de los cuadros más polémicos de todos los tiempos a otro genio de la pintura. Estamos hablando de 'La maja desnuda' de Francisco de Goya, un cuadro envuelto en continúas polémicas y debates: ¿quién lo encargó?, ¿quién es la mujer representada? ¿cuándo se pintó?. Nosotros nos sumamos a la teoría de que el lienzo fue un encargo de Godoy a su protegido Francisco de Goya, un cuadro sólo para su disfrute personal, ya que la mujer retratada era su joven amante Pepita Tudó.
Las Majas de Goya. |
Pero este lienzo va mucho más allá de cualquier representación anterior, ya vimos en anteriores post, cómo aquellos cuadros con desnudos de mujeres habían despertado cierto rechazo por parte de las autoridades oficiales, pero artistas y mecenas escudándose en la representación de temas mitológicos o bíblicos habían podido explorar la sensualidad del cuerpo femenino.
Pero es ahora, la primera vez en la historia del arte, donde se representa una mujer desnuda mostrando el vello púbico, sin más, sin ningún tipo de trasfondo bíblico o mitológico, una mujer, sensual, altiva y desafiando con la mirada al espectador, haciendo de este cuadro una de las obras más eróticas y sensuales de todos los tiempos.
¡Hay que imaginarse el asombro que tuvo que causar dicha representación en su tiempo!
Así pues la existencia de su gabinete privado vendría confirmado por las numerosas visitas que por allí pasaron, como la del grabador Pedro González de Sepúlveda de quién obtenemos la primera referencia sobre la existencia de 'La maja desnuda': "colgaba allí en un «gavinete interior» junto con
otras Venus, una desnuda de Goya pero sin divujo ni gracia en el
colorido".
Por lo que Godoy, siendo el personaje más poderoso de su tiempo, no tuvo ningún reparo en mostrar abiertamente este comprometido gabinete a amigos y conocidos, decorado con algunas de las más hermosas y sensuales Venus realizadas por pintores de la talla de Velázquez o Tiziano.
Además todo parece indicar que Godoy se guardaba una sorpresa final para sus visitantes...
Es muy probable que 'La maja vestida' estuviese sobrepuesta sobre 'La maja desnuda', y mediante la activación de algún mecanismo de poleas, la primera maja se deslizase para descubrir a la maja desnuda.
Pero en 1808, tras el desastre de Trafalgar y la invasión de las tropas napoleónicas, estalla el Motín de Aranjuez, produciéndose la caída de Godoy, a quién el pueblo señaló como el gran culpable de la situación del país. Gran parte de sus bienes fueron saqueados, y su pinacoteca fue confiscada tanto por parte del Estado como por tropas napoleónicas.
Como dato curioso, y para poder comprender el peso que ha tenido la Iglesia en nuestro país, apuntar que su pinacoteca, una vez confiscada, fue revisada por la Santa Inquisición (vieja enemiga de Godoy), catalogando muchas de sus obras como obscenas. Su poder era tal, que hicieron comparecer ante sus tribunales al mismísimo Francisco de Goya, todo un pintor real, para interrogarle entre otras cosas por sus majas. Aunque poco más se sabe de este asunto, ya que gracias a la mediación de algún personaje influyente el caso fue sobreseído...
Pero las majas, y otras pinturas indecorosas, fueron enviadas a la real Academia de Bellas Artes de San Fernando, permaneciendo enclaustradas, lejos de miradas indiscretas hasta prácticamente el siglo XX.
Conclusión
Como hemos podido comprobar a lo largo de esa serie de post parece que hubo una cierta tendencia entre la aristocracia cortesana madrileña a crear "gabinetes secretos" o como mínimo a coleccionar obras de artes con una alta carga de erotismo. Seguramente los motivos de cada persona fuesen distintos: desde los más puristas del arte que solo querían coleccionar obras de arte, pasando por aquellos que buscaron en los temas mitológicos dar esplendor y solera a sus casas, hasta los nobles más libertinos que no dudaron en crear auténticas salas de placer visual hedonista, ya fuese para presumir con sus amistades más íntimas, o para dar rienda suelta a sus más hondas pasiones o perversiones.
BIBLIOGRAFÍA
GARCÍA
CUETO, D.; La pintura erótica en las colecciones aristocráticas
madrileñas de la segunda mitad del siglo XVII, Visiones de pasión y
perversidad / coord. por Víctor Manuel Mínguez Cornelles, Inmaculada
Rodríguez Moya, 2014, págs. 40-57
GEORGE, B., Las lágrimas de Eros, Barcelona, Tusquets, 1997.EDWARD, L., Sexuality in Western Art, Londres, Thames and Hudson, 1991.
MORÁN, M. y CHECA, F., El coleccionismo en España, Madrid, Cátedra, 1985.
PORTÚS,
J. La Sala Reservada del Museo del Prado y el coleccionismo de pintura
de desnudo en la Corte española, 1554-1838, Madrid, Museo del Prado,
1998.
VV. AA., El desnudo en el Museo del Prado, Madrid y
Barcelona, Fundación Amigos del Museo del Prado y Círculo de Lectores,
1998.
[En Internet]
La colección de arte de Godoy en
https://art-y-cultura.blogspot.co.uk/2015/06/la-coleccion-de-arte-de-godoy-digna-de.html