A lo largo de la historia se han utilizado muchos tipos de pelucas y por diferentes motivos (modas, motivos estéticos, como distintivo social, ...), especialmente fueron populares en los reinos de Francia e Inglaterra, sobre todo cuando algunos de sus reyes las empezaron a utilizar para tapar sus tempranas alopecias, imponiendo la moda al resto de la corte.
Sabemos que en la corte de Versalles se tuvieron que contratar hasta 48 artesanos de pelucas para abastecer la creciente demanda de la nobleza parisina. Así las pelucas se convirtieron progresivamente en un distintivo profesional de algunas de las profesiones más nobles como abogados, jueces, escribas o profesores.
Aunque si hablamos de pelucas en este blog es para hablar de una de las más sorprendentes... ¡¡las pelucas púbicas! pelucas que se ponían sobre la vulva de la mujer, por cuestiones estéticas pero sobre todo de salud sexual, bueno más bien, para fingir buena salud sexual.
Y es que en los siglos XVI y XVII, cuando se popularizó su uso, se consideraba que un pubis cubierto de vello era síntoma de buena salud y por lo tanto deseable. ¿el motivo? que muchas mujeres, especialmente aquellas dedicadas a la prostitución, solían tener el vello afeitado para evitar enfermedades como los piojos.
Y aunque nos parezca que el uso de estas pelucas es algo del pasado, hoy en día se siguen utilizando, especialmente en el mundo del cine, cuando actrices depiladas con láser o con ciertos reparos por enseñar un desnudo completo prefieren recurrir al uso de estas pelucas púbicas para tapar o disimular su vulva.
Vendedor de pelucas púbicas, 1860 |
EL ORIGEN DE LAS PELUCAS PÚBICAS
Algunos historiadores han conseguido rastrear el origen de estas pelucas para el pubis hacia mediados del siglo XV, época donde las prostitutas empezaron a rasurarse el vello púbico por cuestiones de higiene y evitar el problema de los piojos o liendres en sus zonas íntimas. Además, muchas de ellas recurrían a estas pelucas para tapar los síntomas de algunas enfermedades sexuales como la sífilis que provocaban llamativas llagas genitales, denominadas chancros, que podían contagiar la infección.
Incluso uno de los cronistas más famosos sobre los bajos fondos londinenses y su vida nocturna, el político y funcionario naval, Samuel Pepys, dejó anotado en su diario de 1667 la poca higiene que estas pelucas púbicas tenían:
“Fui al Swan; y mandé llamar a Jervas, mi viejo fabricante de merkins, y él me trajo un merkin; pero estaba lleno de liendres, así que me preocupé al verlo y lo envié a limpiarlo”.
Hay quien le ha buscado un origen más teatral a la aparición, o al menos a la popularización, de estas pelucas púbicas. Y es que, en época Isabelina, entre 1550 y 1600, las compañías de teatro inglesas no permitían que actuasen mujeres, por lo que el papel de dama estaba reservado para jóvenes varones imberbes, que en algunas escenas y para aclarar la situación al público empezaron a lucir estas pelucas para goce y diversión de los asistentes.
Sobre el origen etimológico de este curioso nombre de "merkin" existen varias teorías: una de ellas es que sería un nombre utilizado en el inglés antiguo para referirse a las mujeres jóvenes de clase baja; otra teoría sostiene que proviene de la palabra "Marykin", una forma cariñosa para referirse al nombre femenino de Mary.
Sea como fuere, las pelucas púbicas se siguieron utilizando hasta prácticamente el siglo XX, y es que una vulva peluda siempre se ha considerado un símbolo de salud y prosperidad. De hecho, sabemos que los merkins siguieron siendo populares durante todo el siglo XVIII, y algunos, en particular los que usaban las mujeres más ricas, estaban decorados con cintas, joyas, flores y otros adornos, para embellecerlos.
Dibujo de una posible peluca púbica adornada con lacito. |
Incluso dieron el salto al charco, llegando a EE.UU., ya que a principios de siglo XX era ilegal que una mujer se desnudara por completo en los shows eróticos, por lo que recurrían a estas pelucas para esquivar la ley, y en caso de ser condenadas por indecencia, les servía de atenuante al no estar completamente desnudas.
Sólo con la llegada del bikini a mediados del siglo XX y la popularización de las revistas eróticas las mujeres empezaron a recortar su vello púbico, y eso que en los años 70 y 80 se volvió a poner de moda el vello púbico frondoso. Habrá que esperar a la "invención" de la cera brasileña y la llegada de los 90 cuando definitivamente la moda de ir con poco pelo o completamente rasuradas se ha instaurado en el imaginario erótico de occidente como símbolo de belleza.
Sobre los materiales con los que estaban hechas se puede decir que se realizaban con lo que más a mano se tenía en cada región: las había realizadas con fibras naturales, pero más realistas eran las diseñadas con pelos de animales, como crin de caballo, pelo de cabra o piel de castor (por ello uno de los apodos que tiene la vagina en inglés es "beaver", castor en inglés), hasta llegar a las más lujosas que se fabricaban con vello púbico humano.
Merken o peluca púbica |
Pelucas púbicas en Hollywood
Para finalizar, si tenéis curiosidad en saber en qué películas se pueden ver actrices lucir pelucas púbicas, aquí os dejamos algunas donde las propias actrices han confesado que cubrieron sus partes íntimas con un merkin:
Probablemente el ejemplo más evidente lo tenemos en la película "El Séquito" (2015) donde la ex actriz porno Sasha Grey luce una evidente peluca púbica. Otras actrices famosas que han lucidad pelucas han sido Kate Winslet en "El lector" (2008), Heidi Klum en "Blow Dry" (2001) o Evan Rachel Wood en la serie de tv de "Mildred Pierce" (2011). Pero no sólo las mujeres han recurrido a este tipo de recursos, el conocido actor Jake Gyllenhaal también disimuló sus genitales en las escenas más íntimas en "Amor y otras drogas" con un tipo de peluca para hombres.