Índice de Capítulos:
I.- La prostitución en la cultura romana.
II.- La prostitutas en el Derecho Romano.
III.- Viaje a un prostíbulo del siglo I.
IV.- La prostitución masculina en la Antigüedad clásica.
Retrato pompeyano. |
Las prostitutas romanas es una de las figuras más
controvertidas de la sociedad romana; cuando nos acercamos al estudio de las
prostitución romana hay que alejarse de la imagen glamurosa o lúdica que nos ha
transmitido el cine o la televisión, y
acercarse más a la realidad de la mayoría de ellas, un mundo sórdido, sucio y
maloliente, de prostíbulos oscuros y tabernas de mala muerte.
Necesarias pero repudiadas; libres pero sin derechos;
aceptadas socialmente pero rechazadas moralmente. Fueron víctimas de una
sociedad machista y patriarcal cuya doble moral condenó a las prostitutas al
rango inferior de derecho romano.
Antes de adentrarnos en el estudio de jurídico de la figura
de la prostituta hay que recordar que la sociedad romana era una sociedad libre
de prejuicios respecto al sexo y donde la búsqueda del placer no estuvo mal
vista hasta la llegada del estoicismo primero y del cristianismo después.
Incluso su mitología está estrechamente vinculada con el
sexo y la sexualidad. Tenemos el mito fundacional de Roma, cuyos orígenes están
relacionados con una loba, la lupa, uno de los muchos nombres que recibían las
prostitutas romanas. Por otro lado, sus dioses también eran dioses sexualmente
muy activos, con una diosa del placer abiertamente sexual como Venus.
Análisis jurídico
Mujer romana. |
Lo primero que hay que destacar para ver su tratamiento
jurídico es que las prostitutas son mujeres. Es decir, ya nacían sin derechos,
y sólo podía adquirir algunos derechos bajo la cesión de su tutor legal, ya fuese su marido o su
padre, o cualquier otro figura masculina. Y esto sólo sucedía entre las élites
ciudadanas, ya que la mayoría de mujeres carecían de cualquier derecho:
extranjeras, libertas, esclavas, campesinas, etc.
Incluso las esclavas que ejercían la prostitución tenían una mejor consideración social que las prostitutas libres. Ya que en el momento en que son libres se convierten en "personas torpes", sin derechos, por lo que ingresan en la categoría social más baja de las personas libres. Se podría decir que hasta una esclava tiene más “derechos”, ya que aunque a ambos carecen de derechos o privilegios, al menos, la figura jurídica del esclavo está reconocida por la ley, mientras que la de la prostituta no.
En resumen, a pesar de que la figura de la prostituta
carecía de cualquier derecho y protección legal: testamento, herencia,
matrimonio, votación, incluso tampoco podían denunciar ante la ley por robo o
violación, etc, podemos decir que su presencia en la sociedad romana era
altamente aceptable, incluso algunas de ellas, lograron amasar pequeñas
fortunas.
Bibliografía:
Eslava Galan, J., La Vida amorosa en Roma, Temas de Hoy, 1996.
Herreros González, C., Las meretrices romanas: mujeres libres sin derechos, Iberia: Revista de la Antigüedad, Nº 4, 2001 , págs. 111-118.
Poveda Navarro, A.M., Negotium sexual: la prostitución en la cultura romana, Sexo y erotismo: Roma en Hispania,
[catálogo de la exposición] / coord. por Antonio Manuel Poveda Navarro,
Francisco José Navarro Suárez; Ana María Vázquez Hoys (col.), José
Miguel Noguera Celdrán (col.), 2009, págs. 97-117.
Robert, J.N., Los placeres en Roma, Madrid, 1992.
No hay comentarios:
Publicar un comentario