I.- Literatura erótica en la Grecia Clásica (en preparación)
II.- Literatura erótica en la Antigua Roma
- Príapo y los Carmina Priapea
- Versos Fesceninos
- El arte de amar (próximamente)
III.- Literatura erótica Árabe
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LITERATURA ERÓTICA EN ROMA
La literatura romana relacionada con la sexualidad es abundante y variada, desde textos legales, a tratados de medicina, poesía, oratoria, fiolosofía, pero los que nos aportan una mayor información son los textos con menor prestigio cultural como las comedias, las sátiras, los poemas, graffitis, hechizos mágicos, inscripciones o pinturas murales. Aunque el auténtico boom de lo que podemos denominar 'literatura erótica' romana se da entre los siglos II a.C. y principios del siglo I d.C.
Aunque hay que aclarar que la novela de la antigüedad clásica se caracteriza por su variedad de narraciones, estilos y géneros dentro de una misma obra, y donde el tema amoroso es el núcleo fundamental en gran parte de estas novelas. Por este motivo, se puede observar un contenido erótico en casi todas las obras de los grandes escritores latinos: desde las comedias de Plauto y Terencio, a las sátiras de Horacio y Juvenal, como en la poesía de Ovidio, Petronio y Marcial.
Virgilio acompañado de las musas. |
- el dramaturgo cómico Plauto, cuyas obras giran en torno a las aventuras y desventuras de jóvenes amantes.
- el estadista y moralista Catón el Viejo, también nos ofrece datos sobre la sexualidad.
- el poeta Lucrecio, que presenta un tratamiento extendido de la sexualidad epicúrea en su trabajo filosófico De rerum natura.
- De Petronio, destacar su Satiricón, el primer ejemplo de novela picaresca en la literatura europea.
- Apuleyo, nos brinda su imaginativa e irreverente, El asno de oro, una novela que nos narra las ridículas aventuros de un joven viril obsesionado con la magia.
- Catulo, cuyos poemas abarcan el erotismo en todas sus gamas, desde el más refinado romanticismo a la pornografía más obscena.
- Cicerón, cuyos discursos judiciales nos aportan una visión sobre la conducta sexual de la élite romana y en cuyas Epistulae ad Familiares nos ofrece todo un recital de palabras obscenas.
- Los poetas de época Augusta Propercio y Tibulo, que nos acercan al concepto del amor con sus poemas sobre amantes.
- Ovidio, destacando sus obras Amores, Ars amatoria y Remedia Amoris. Su Ars amatoria fue un auténtico boom en su época, pero le costó el destierro a su autor, ya que la regeneración moral que quiso imponer Auguto le condenó por su osadía.
- Marcial, cuyas observaciones de la sociedad están repletas de descripciones sexualmente muy explícitas.
- el escritor satírico Juvenal, quien arremete contra las costumbres sexuales de su tiempo.
También debemos destacar los Priapeos o 'Carmina Priapea', una colección de poemas erótico-festivos en torno a la figura del dios Príapo, de carácter anónimo, escritos en un elegante latín desmadrado. A estos Priapeos pronto le dedicaremos un post especial.
Además hay numerosas referencias sobre la existencia de textos, hoy perdidos, con todo tipo de material obsceno: manuales de sexo griego, de alto contenido pornográfico, que se publicaban bajo el nombre de famosas prostitutas, el más conocido es el Milesiae fabulae relatos pícaros y eróticos mezclados con chistes verdes, reunidos por Arístides de Mileto que
influyeron poderosamente en la obra de Petronio y Apuleyo y
muy célebres en todos los rincones del Imperio.
También se conocen otras copias griegas, escritas por hetairas, que conciben el amor como un arte, y reflejan su experiencia en diferentes tratados como el de Artyanassa o el de Filenis de Samos
sobre posturas, o el de Elefantis, cuyo libros devoraba con pasión Tiberio.
Sobre estos libros nos advertía Marcial: “los cachondísimos libritos de Musecio, que rivalizan con los de Sibarita. Sumérgete en sus páginas saladas pero procura tener al lado a tu amante para no entonar el canto nupcial con tus manos lujuriosas, como marido sin mujer” -Epigramas (XII, 95)
Sobre estos libros nos advertía Marcial: “los cachondísimos libritos de Musecio, que rivalizan con los de Sibarita. Sumérgete en sus páginas saladas pero procura tener al lado a tu amante para no entonar el canto nupcial con tus manos lujuriosas, como marido sin mujer” -Epigramas (XII, 95)
"Me besaban como los hombres, no sólo pegándome los labios,
sino entreabriendo la boca, y me abrazaban y apretaban los pechos. Demonasa
además me mordía mientras me besaba apasionadamente."
- Diálogo V , Los diálogos de las cortesanas.
En el siglo II d.C. se observa un auge de la literátura romántica pero también de la erótica, tanto en textos escritos en latín como en griego. Pero con el establecimiento del cristianismo la literatura con carga erótica desaparecerá, reduciéndose a tratados médicos y a observaciones restrictivas de la sexualidad humana por parte de los teólogos cristianos.
Sólo destacar posteriormente al poeta galo-romano Ausonio, que aunque bajo el prisma cristiano retomó en parte el humor obsceno de Marcial.
Marte y Venus. Pompeya. |
CATULO
Uno de los mayores representantes de esta literatura erótica fue Catulo, y es que el autor latino fue capaz de escribir uno de los versos más bellos sobre el amor verdadero, como el que a continuación transcribimos, y al mismo tiempo, el considerado como el poema más obsceno de la literatura antigua, que ya vimos en este post, todo ello como respuesta a las críticos que tildaban sus poemas de suaves y ligeros.
Uno de los mayores representantes de esta literatura erótica fue Catulo, y es que el autor latino fue capaz de escribir uno de los versos más bellos sobre el amor verdadero, como el que a continuación transcribimos, y al mismo tiempo, el considerado como el poema más obsceno de la literatura antigua, que ya vimos en este post, todo ello como respuesta a las críticos que tildaban sus poemas de suaves y ligeros.
Es importante señalar, que muchos autores consideran a Catulo el primer poeta que escribe versos sobre poesía amorosa, y es aunque nos parezca sorprendente, el nacimiento del mito de la pareja, se desarrolló en su época bajo la influencia del estoicismo.
Vivamos, Lesbia mía, ¡amémonos!
y démosles el valor de un as
a los rumores de los ancianos severos.
Los soles seguirán muriendo y volviendo a nacer;
pero, una vez que nuestra breve luz se apague,
sólo nos quedará una noche eterna
que habremos de dormir.
Dame mil besos, y después cien,
y después otros mil y otros segundos cien,
y, sin parar, hasta llegar a mil más, y después cien.
Finalmente, cuando nos hayamos dado tantos miles,
los dejaremos en el olvido, para no recordarlos,
y para que nadie sienta envidia
al saber que entre nosotros hubo tantos besos.
y démosles el valor de un as
a los rumores de los ancianos severos.
Los soles seguirán muriendo y volviendo a nacer;
pero, una vez que nuestra breve luz se apague,
sólo nos quedará una noche eterna
que habremos de dormir.
Dame mil besos, y después cien,
y después otros mil y otros segundos cien,
y, sin parar, hasta llegar a mil más, y después cien.
Finalmente, cuando nos hayamos dado tantos miles,
los dejaremos en el olvido, para no recordarlos,
y para que nadie sienta envidia
al saber que entre nosotros hubo tantos besos.
MARCIAL
Otro de los mejores ejemplos de 'literatura erótica' lo encontramos en Marcial que a través de sus Epigramas nos acerca de manera muy natural a la sociedad romana, criticando de forma muy lúcida e inteligente a la sociedad de su época, y ofreciéndonos numerosos epigramas de marcado tinte erótico, incluso él mismo fanfarronea de que sus página están repletas de lujuría.
Epigramas de Marcial. Edición de 1490 Custodiado en el Archivo del Gobierno de Aragón. |
Todos leerán estos versos
Lector que eres demasiado estricto, a partir de ahora puedes
irte de aquí
adonde te plazca: dejo advertido esto para la gente de orden;
desde aquí mis páginas se encalabrinan con los versos de Lámpsaco
y hacen sonar los crótalos con la mano tartesia.
¡Ay, qué de veces golpearás tu manto con la vena tiesa,
aunque seas más estricto que Curio y que Fabricio!
También tú, muchacha, aunque seas de Padua, leerás
–mojadita- las desvergüenzas y chanzas de mi librito,
pero porque llegó Bruto; Bruto, márchate: lo va a leer.
- Libro XI, XVI
En sus epigramas encontramos referencias a casi cualquier aspecto de la sexualidad humana, desde condenas a la homosexualidad femenina, a la mofa hacia los afeminados, desde la crítica a las lujuriosas a epigramas dedicados al dios Príapo.
Éstas son las que me gustan
Quiero a la que va de mujer fácil, a la que hace la calle ligera de ropa;
quiero a la que ya antes se ha entregado a mi esclavo;
quiero a la que se compra por entero con un segundo denario;
quiero a la que ella sola da abasto a tres a la vez.
A la que exige dineros y habla con palabras altisonantes,
que se la tire una picha de la grosera Burdeos.
Quiero a la que va de mujer fácil, a la que hace la calle ligera de ropa;
quiero a la que ya antes se ha entregado a mi esclavo;
quiero a la que se compra por entero con un segundo denario;
quiero a la que ella sola da abasto a tres a la vez.
A la que exige dineros y habla con palabras altisonantes,
que se la tire una picha de la grosera Burdeos.
- Libro IX, XXXII
Haz lo que quieras, pero con recato
Sin guardar, Lesbia, y abiertas siempre tus puertas, pecas y no ocultas tus devaneos y te causa más placer un mirón que un adúltero y no te son gratos los goces, si se quedan ocultos algunos. En cambio, una meretriz aleja a los testigos con la cortina y el cerrojo y son raras las rendijas abiertas en un prostíbulo del Summenio. De Quíone, al menos o de Yade, aprende pudor: hasta los mausoleos esconden a las más degeneradas y a las zorra. ¿Acaso mi reprensión te parece demasiado dura? Te estoy prohibiendo que te sorprendan, Lebia; no que se te tiren.
Sin guardar, Lesbia, y abiertas siempre tus puertas, pecas y no ocultas tus devaneos y te causa más placer un mirón que un adúltero y no te son gratos los goces, si se quedan ocultos algunos. En cambio, una meretriz aleja a los testigos con la cortina y el cerrojo y son raras las rendijas abiertas en un prostíbulo del Summenio. De Quíone, al menos o de Yade, aprende pudor: hasta los mausoleos esconden a las más degeneradas y a las zorra. ¿Acaso mi reprensión te parece demasiado dura? Te estoy prohibiendo que te sorprendan, Lebia; no que se te tiren.
- Libro I, XXXIV
En próximas entradas iremos viendo y ampliando la información sobre alguno de estos textos eróticos así como el contexto social donde se desarrollaron, también nos adentraremos en el mundo griego que aportó obras repletas de erotismo, ya que muchas sirvieron de base e inspiración para el mundo romano, incluso nos acercaremos a las primeras obras de literatura erótica que se conocen provenientes del mundo egipcio. Os esperamos!
BIBLIOGRAFÍA
Columbié E.; ¿Erótico o pornográfico?, Un estudio en busca de los lindes literarios. Parte III., en http://conexos.org/2014/08/02/5361/ [Última consulta 02/09/2014]
Fedeli, P.; La poesía de amor en la Roma antigua. La mujer, la pareja, el amor: nuevos roles y nuevos modelos del cancionero de Catulo. Traducción de Arturo Álvarez Hernández en http://hablardepoesia.com.ar/numero1/la-poesia-de-amor-en-la-roma-antigua/ [Última consulta 02/09/2014]
Fortuny Previ, F.; En torno al vocabulario erótico de Marcial, MYRTIA, Rev. de Filologia Clásica de la Univ. de Murcia. 1988.
http://centrodeartigos.com/articulos-informativos/article_61144.html
Romano me parece que tengo algo, en la biblioteca erótica de Anarkasis
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias por el aporte! Además tenemos un club de lectura erótica y para este año vamos a programar una obra de algún autor clásico, por lo que esta página va a ser de mucha utilidad!
EliminarEStoy haciendo una tesis sobre La sexualidad en la antigua Roma en la U.Latina de Costa Rica Cualquier cosa que sea interesante y seria les agradecería la ayuda. URGE
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